Depósitio Sonoro

A 29 años del disco debut de The Stone Roses

Corre el año de 1989 y mientras se vivía una explosión musical en Manchester sobre géneros como el rock, el techno, el dance, el acid house, entre otros, muchos grupos supieron llegar a niveles inimaginables de la escena de Manchester misma… un ejemplo de ello son The Stone Roses.

La portada muestra el nombre mismo de la banda con unos gajos de cítricos regados y pegado a un muro grafiteado de una manera que hacía referencia al sarcasmo del arte mismo, no cabe duda que fue una de las mejores portadas de un álbum debut de ese año.

“I Wanna Be Adored” se convirtió en un himno de una generación en la cual se buscaba reivindicar el rock británico de una forma más abierta, más liberal, más directa al hedonismo de un Ian Brown (vocales) que cantaba de una forma exquisitamente egocéntrica de lo que es llegar a ser adorado por todo el que le siguiera (al menos eso quería expresar la canción).

Esa forma de abrir el disco impresiono a muchos, tanto que se llevó buenas críticas de la prensa nombrándolo uno de los mejores álbum debut dentro de la historia del rock.

“Waterfall” se convirtió en otro hit en el cual esas guitarras empiezan con ese estilo clásico del brit pop, en ello se muestran unas líricas bastantes simples y hasta un tanto agridulces acompañadas de una bella conjunción de la batería y bajo.

“Made of Stone” la cual fue producida por el mismísimo Peter Hook (ex bajista de New Order) y le dio su toque sublime,  los coros de esta canción hace que sea recordada como uno de sus mejores sencillos y sin dejar atrás las líneas de bajo de la mano de Hooky.

“This Is The One” es una de mis canción preferidas ya que las líricas muestran la tierna lujuria de una adolescente al querer elegir a su pareja por primera vez,  las guitarras tomas fuerza mientras Ian Brown canta estremecido de lo que puede llegar a darse en este tipo de situaciones.

“I am the Resurrection” cierra el disco de una manera fantástica ya que empieza con una batería un tanto básica y cierra con un solo de guitarra inolvidable de John Squire y  unas líricas haciendo referencia a lo que contrario a “I Wanne Be Adored” no necesita vanagloriarse de el mismo ni de nadie porque ellos mismos son la resurrección del rock británico en tiempos el que la música electrónica y el grunge tomaban gran parte de la industria musical. Uno de los mejores discos debut en la historia del R&R.

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