Uno podría llegar a pensar que el Post-grunge es de esos géneros súper populares reconocidos y amados por todo el mundo, después de todo tienen como piedra angular a las cuatro leyendas de Seattle y a uno de los géneros más respetados a nivel mundial por su trascendencia y peso específico en la historia del rock, pero no.
De hecho, muchas de las canciones de las bandas pertenecientes a este género son comúnmente etiquetadas como placeres culposos, debido a que en muchas ocasiones la prensa especializada criticó severamente a muchas de ellas por “robar” o intentar sonar como la copia de Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden o Alice in Chains y, la verdad, hay algo de razón en eso. Sin embargo, como bien decía Julio Martínez, ex-conductor de Radioactivo y Reactor, Nadie nace de 25, es decir, que todos atravesamos distintas etapas de madurez emocional que, puede cambiar nuestros gustos musicales a través de los años, o afirmar los que ya tenías.
El Supuesto Inicio
Tras la muerte de Kurt en 1994, y la súbita aparición del Britpop en Inglaterra, la escena musical alternativa de Norteamérica se encontraba de nuevo buscando su identidad en medio de una vorágine cultural, tecnológica y política que estaba cambiando la forma de ver, entender y comunicar al mundo: los celulares eran una revolución y empezaban a convertirse en un símbolo de estatus social; la producción de discos compactos ya había desplazado por completo a los cassettes y a los viejos vinilos; el internet comenzaba a ganar seguidores en el mundo; todo mientras el presidente Clinton metía su mano debajo de la falda de una becaria de la casa blanca de apellido Lewinsky y una oveja llamada Dolly se convertía en el primer mamífero clonado en el universo.
Fue en ese momento en el que bandas como Silverchair, Bush, Weezer, Live, Matchbox Twenty, Creed, obviamente Foo Fighters y un laaaaaargo etcétera, comenzaban a inundar las radios universitarias en todo el mundo con un sonido muy parecido al de la escena Grunge de Seattle, (tal vez un tanto edulcorado) a la par de otras bandas como Stone Temple Pilots, Smashing Pumpkins, Collective Soul, Candlebox, Live e incluso Radiohead (con su primer disco), que por momentos fueron catalogadas como Grunge.
Pero más allá de ponernos “exquisitos” y emitir juicios de valor, (muy al estilo de Nicolás Alvarado) entre una y otra banda o entre géneros musicales, preferí centrarme en las mejores rolas de éstas y otras bandas etiquetadas como Post-Grunge. Porque realmente no importa como surgieron o si copiaron cínicamente algunas fórmulas, melodías, o si se subieron al género de moda para llegar a la cima por un momento… a estas alturas ¿a quién le importa?
Aunque, ciertamente, no son tan talentosos como sus antecesores inmediatos, sí crearon un pequeño sub-género de rock que por momentos tuvo sus destellos de genialidad y dieron pie al surgimiento de otros géneros como el también odiado Nü Metal, y seguramente tú alguna vez cantaste una o muchas de éstas rolas en las fiestas de la prepa, en tu universidad o en la reunión de tu generación de hace 2 semanas.