Por tercer año consecutivo, el Festival Hipnosis se llevó a cabo por segunda ocasión en Las Caballerizas, Huixquilucan, a las afueras de la Ciudad de México
Con la misma experiencia del año pasado, los asistentes al festival llegaron preparados con impermeables, botas y varias capas de chamarras para escuchar a las bandas del cartel acompañados por la lluvia y frío del lugar.
Los banda encargada de comenzar actividades fue Sei Still, originaria de la Ciudad de México cuya canción más reciente “Tácticas de Guerrilla Urbana” abrió las puertas de la percepción de las primeras personas en llegar. Acto seguido, las chicas de The Darts (US) encendieron la energía del público con su garage rock, otro de los géneros principales del festival.
Tajak fue otro de los actos nacionales en participar en el evento. Fue aquí cuando la lluvia comenzó a hacerse presente, convirtiendo al público en lo que parecía una secta de encapuchados bailando. Tajak presentó canciones influidas de space rock con paisajes de noise, las cuales provocaron un ambiente ideal para ese momento.
La música ha servido como una forma de expresión que trasciende fronteras. En el caso de The Holydrug Couple, banda originaria de Chile, su música sirvió como una forma de catarsis ante los acontecimientos de los últimos días en ese país. Su música llena de energía transmitió fuerza y belleza que se llegó a manifestar en el sentir del público.
Directo de Nueva York, Crumb ofreció un show cargado de nuevas canciones de su último disco Jinx, dedicando su concierto a los presentes del festival. Ingresando un gran puñado de globos rosas a mitad del show, la guitarrista y cantante Lila Ramani se mostraba agradecida con los mexicanos al ser éste su primer show en el país, y prometiendo volver. El momento más eufórico de su presentación fue el cierre con su sencillo “Locket”.
El sol comenzaba a brillar, brindando unos instantes de calor para recibir a la banda japonesa Kikagaku Moyo. Ésta fue una de las bandas más interesantes del festival al fusionar rasgos de la música oriental con ritmos jazzistas y melodías psicodélicas. La sitar eléctrica de Ryu Kurosawa le daba un toque místico a las canciones, provocando fiesta y descontrol en el Festival Hipnosis.
Cayendo la noche, la lluvia volvió a hacerse presente con fuerza torrencial creando la atmósfera ideal para la presentación de Uncle Acid and the Deadbeats. El show de esta banda llenó de oscuridad el ambiente del festival, entregando un show fuerte con canciones como “Death’s Door”, “I’ll Cut You Down” y “13 Candles”, mostrándose como herederos del sonido de bandas como Candlemass, Black Sabbath y Blue Öyster Cult.
Dando un giro de 360 grados, el ambiente gótico se disipó con la presentación de Mild High Club, quienes ofrecieron la parte más relajada del festival. La banda de California, liderada por Alexander Brettin, interpretó canciones de su disco Skiptracing, incluso una versión con mayores adornos de la canción que abre el disco de Sketches Of Brunswick East, de King Gizzard & the Lizard Wizard, en el que Mild High Club colaboró en su totalidad.
El festival estaba en su pico sólo faltaban los tres actos que encabezaban al cartel y uno de ellos era The Claypool Lennon Delirium. La banda formada por Sean Lennon, hijo John Lennon, y Les Claypool, de Primus, sorprendió con su inicio al interpretar uno de los himnos de la psicodelia “Astronomy Domine” del primer disco de Pink Floyd. El humor de este dueto amenizó a los asistentes, quienes se entregaron al delirio causado por canciones de su último disco como “Little Fishes”, “Boriska” y “South Of Reality”. Sin embargo, los momentos más memorables de su presentación fue cuando rindieron homenaje a King Crimson y a The Beatles, tocando “In the Court of the Crimson King” y “Tomorrow Never Knows”, respectivamente.
Todo estaba listo para recibir por primera vez en México a la esperada banda Stereolab, quienes presentaron una antología de sus canciones iniciando con “Anamorphose”, de su disco Mars Audiac Quintet. Con gozo, el público se entregó a canciones como “Brakhage”, “Miss Modular” y “Rainbo Conversation”, siendo la interpretación a mayor velocidad de la canción “French Disko” el momento con mayor energía de su presentación. A casi 30 años de su primer disco, Stereolab demostró el por qué es un referente e influencia para la música moderna, dejando en el público de Hipnosis una huella que será difícil de borrar.
Para finalizar el show y, a pesar de la cancelación de Electric Wizard, la banda californiana de stoner rock Fu Manchu se encargó de cerrar esta entrega del festival. La banda abrazó a los fanáticos del género con los distorsionados riffs de canciones como “Evil Eye”, “Clone of the Universe” y “Hell on Wheels”. Los asistentes que permanecieron para ver esta banda poco les importó armar una fiesta en medio del lodo, donde los empujones y algún aventado eran amenizados por el fuzz. Un momento memorable de esta presentación fue cuando el público comenzó a corear el riff de “Laserbl’ast!” para continuar posteriormente con el mosh de lodo.
El Festival Hipnosis volvió a ofrecer un espacio para los asiduos de géneros como la psicodelia, el stoner y el garage. Apostar por realizar un festival fuera de la ciudad resultó un acierto más, al mostrar que lo único que se necesita para realizar un buen evento descentralizado es la óptima planeación, cartel y facilidades de acceso.
El hecho de que incluso la gente haya tomado consciencia de estar preparada para vivir el festival en medio de la lluvia, sirvió para reafirmar la convicción del público de asistir a un evento que, a pesar de todo, puede disfrutar a sus bandas favoritas en un buen ambiente, siendo un punto a favor para espacios como Hipnosis.