El cantante, compositor y poeta del grunge y el stoner murió recientemente en su casa sin que la causa haya sido revelada. ¿Cuál es su legado musical y escrito?
Mark Lanegan, compositor y cantante de Screaming Trees y Queens Of the Stone Age, murió el 22 de febrero de 2022 dejando tras de sí una prolífica obra musical y escrita, además de una leyenda como catalizador del grunge y el stoner: adicto y alcohólico desde adolescente, preso un año por robo y delitos contra la salud, casi pierde un brazo por una infección de aguja y, para rematar, pasó diez días en coma por una sobredosis. Esa fue la primera muerte de la que volvió, como suele decirse, fortalecido. Sin duda fue el artista más prolífico de su generación, el único que transitó entre los dos géneros americanos más pesados y drogados con dos de los grupos más relevantes de los noventa y los dosmiles, además de una carrera solitaria de largo aliento que incluye la publicación de sus libros.
The Screaming Trees: del garage al grunge
En 1984 Lanegan formaba a los Screaming Trees con los hermanos Conner, un cuarteto psicodélico de cochera que básicamente ya tocaba grunge antes de que lo nombraran así su tocayo Mark Arm de Mudhoney y Sub Pop Records. Su conversión fue un salto de tres discos al hilo: Buzz Factory, producido por el arqui del grunge Jack Endino; Uncle Anesthesia, por Chris Cornell de Sound Garden; y Sweet Oblivion, por Don Fleming. Éste les dio el éxito con el sencillo “Nearly Lost You”, que incluyó Cameron Crowe en la banda sonora de su comedia Singles. Sin embargo, el gusto les duró poco. Después del estupendo Dust, los Screaming Trees dejaron de sonar y cada quién jaló por su lado, dejando una discografía trunca:
- Other Worlds EP (1985)
- Clairvoyance (1986)
- Even If and Especially When (1987)
- Beat Happening / Screaming Trees EP (1988)
- Invisible Lantern (1988)
- Change Has Come (1989)
- Buzz Factory (1989)
- Something About Today EP (1990)
- Uncle Anesthesia (1991)
- Sweet Oblivion (1992)
- Dust (1996)
La estrella solitaria de Lanegan
Desde 1990, a la par de ser la voz, compositor y frontman de los Sauces Llorones, Lanegan inició una carrera solista muy próspera porque un montón de músicos querían tocar con él y él quiso cantar con otro tanto. Con Isobel Campbell de Belle and Sebastian grabó tres discos con sus respectivas giras: Ballad of the Broken Seas, Sunday at Devil Dirt y Hawk. Con su amigo Greg Dulli del grupo Afgan Whigs formo el dúo The Gutter Twins, juntos grabaron once álbumes y catorce EPs. Con el multi instrumentista Duke Garwood grabó los discos Black Pudding y With Animals. El último fue Dark Mark vs. Skeleton Joe en 2021. Su discografía solista abarca el rock, el folk y el country, además, contó con personal de primera, segunda y tercera para crear una obra que cruzó los márgenes:
- Here Comes That Weird Chill EP (2003)
- Dark Mark Does Christmas EP (2012)
- No Bell son Sunday EP (2014)
- Houston Publishing Demos EP (2002)
- The Winding Sheet (1990)
- Whiskey for the Holy Ghost (1994)
- Scraps at Midnight (1998)
- I’ll Take Care of You (1999)
- Field Songs (2001)
- Bubblegum (2004)
- Blues Funeral (2012)
- Imitations (2013)
- Phantom Radio (2014)
- Gargoyle (2017)
- Somebody Knocking (2019)
- Straight Songs of Sorrow (2020)
- Además de 27 sencillos y más de 100 colaboraciones.
Queens Of the Stone Age: del grunge al stoner
Al Sonido de Seattle se le acabó la fiesta cuando Kurt Cobain se atizó una sobredosis de plomo. Entonces Lanegan se movió en otra dirección, hacia otra atmósfera tóxica, pero con un futuro espacial por delante: el stoner. Fue el único de la generación grunge que tuvo un lugar esencial en el rock del desierto al lado de uno de sus creadores, Josh Homme y el súper grupo Queens Of the Stone Age. Sucedió así porque el stoner también enarbola la psicodelia, el metal y el rock pesado sin tanto punk y con menos heroína. Y no sólo eso, la historia lo colocó en los tres discos más elevados y aperrados del grupo: Rated R (2000), el clásico Songs for the Deaf (2002) y Lullabies to Paralyze (2005). Aunque siguió colaborando con ellos, se dedicó más a su carrera solitaria.
El rock escrito de Lanegan, poesía y narrativa personal
Una mañana del 2021 se despertó y descubrió que no podía oír. Tampoco caminar. Poco después no podía hablar. En el hospital le informaron que contrajo alguna variante exótica de Covid que lo retuvo ahí durante meses y poco más de un mes en estado de coma. Pero volvió de nuevo. Esa fue su segunda muerte. Todo lo escribió en un libro llamado Devil in a Coma al salir del hospital. Durante ese tiempo comatoso lo que soñó fueron una serie de pesadillas psicodélicas que involucraban a las personas conocidas en situaciones alucinantes. Esta era su otra vena artística, el verso y la narrativa. Escribió cinco libros de poesía, memorias y relatos personales. El último fue un poemario y se esperan dos póstumos. De su autoría son:
- I Am the Wolf: Lyrics & Writings (2017)
- Sing Backwards and Weep (2020)
- Plague Poems (2020)
- Leaving California (2021)
- Devil in a Coma (2021)
Desgraciadamente, Lanegan volvió a morir por tercera ocasión, a los 57 años, pero esta vez no volvió. Queda su extensa obra: 100 watts de intensidad existencial, 100 gramos heroína espiritual.