30 años de Vulgar Display of Power, de Pantera

“Súbele a esa madre”, es lo que una de mis hermanas suele decirme cada vez que escucha música que le resulta demoledora, cuatro palabras que pronunció cuando sonó mi disco de Vulgar Display of Power de Pantera, por primera vez. Tenía 23 años cuando el sexto álbum de estudio de los texanos llegó a mis manos, uno que me hizo ojitos con su portada de un compa recibiendo un golpe directo a la cara, y al título que poco tiempo después supe que se trataba de una expresión dicha por Regan al padre Damien Karras en la película El Exorcista, justo cuando le pide una muestra de su poder a la posesa. Qué osado el sacerdote aquel. El disco que lo definió todo Antes de ver a un Phil Anselmo contorsionarse sobre los escenarios, escuchar el doble bombo de Vinnie Paul, los riffs endemoniados de  Diamond Darrell y a un Rex Brown desgarrando las cuerdas de su bajo, Pantera ya llevaba tiempo en el glam metal, género que después de la entrada de Anselmo, en sustitución de Terry Glaze, quedó en el olvido. A Vulgar Display of Power abrió las puertas del infierno un 25 de febrero de 1992, bajo el sello Atco Records, con Terry Date como productor, quien 2 años antes había maquilado junto con el cuarteto el Cowboys from Hell, quinto material discográfico que ya nos daba un adelanto de lo que estaba por venir. Al término de un tour con Judas Priest, Exodus, Sepultura, Suicidal Tendencies y Prong, en el que promocionaban ese quinto álbum, Pantera regresó al estudio para preparar su siguiente disco, uno que ya contaba con demos de 3 canciones antes de la intervención de Date. Su decisión de dejar atrás el spray para el cabello y los jeans ajustados estaba más que tomada, así como su interés por definir, sin miramientos ni inhibiciones, ese sonido característico que hasta la fecha los tiene como una de las bandas más representativas del groove metal, subgénero que se distingue por riffs no tan veloces, pero sí profundos y contundentes. La aparición del álbum negro de Metallica, en 1991, uno que de plano no agradó nada a ninguno de los cuatro, y su búsqueda de una identidad musical, fue lo que llevó a Pantera a marcar un antes y un después en su trayectoria; además de crear el sonido definitivo que los distinguió y los colocó en la cima y que mostró el talento lírico de Phil. Once canciones que arrancan con “Mouth of War”, tema que invita a quien la escucha a tomar venganza hacia uno mismo, a usar la ira a nuestro favor y no dejar que los demás opinen sobre tu propia vida, mensaje que se mantiene en “New Level”, segunda pista que motiva a confiar en nosotros mismos y avanzar juntos en contra de una sociedad que quiere verte caer. “Walk” es la siguiente canción, una que se volvió un grito de guerra para la banda y los fans, además de un reclamo abierto hacia aquellos que envidian tu éxito, que te critican y que les arde ver cómo eres fiel a tus ideas, acciones, palabras y a ti mismo, sin importar lo que los demás piensen o digan de ti. En “Fucking Hostile” la invitación de dejar tu mala actitud y adueñarte de tu propia vida continúa, acompañada de la rapidez de los riffs de un Darrell preciso y lleno de furia, sonidos que no dejan de salir desde los primeros segundos del disco. Sin perder la contundencia de la letra ni de su melodía, Phil se detiene un momento para entregarnos “This Love”, un tema cargado de sensibilidad, honestidad y una voz atiborrada de furia y crudeza. El doble bombo de Vinnie Paul y la velocidad a la que se mueven las cuerdas de la guitarra de su hermano regresan de inmediato con “Rise”, rola que reitera esa necesidad de revelarse contra lo social y políticamente impuesto, y de dejar de culpar a los demás por tus malas decisiones. Para “No Good (Attack the Radical)” el juego de tonos vocales de Anselmo se hace presente, predominando esa ira y aspereza que lo distingue durante los poco más de 58 minutos que dura el álbum, canción donde las mentes cerradas, plagadas de prejuicios, no tienen cabida. “Live in a Hole” abre con un bajo tajante, en manos de Brown y una precisión en la batería, tema con el que Phil se abre de capa reconociendo sus miedos e incluso su incompetencia para encarar una realidad cruel que lo asfixia. Pero poco le dura ese temor, pues en “Regular People”, el cabeza rapada, nacido en Luisiana, se reivindica diciéndole al mundo que tiene la suficiente fuerza para mostrarse tal cual es y hacer lo que muchos no se atreven. Con el siguiente track, “By Demons Be Driven”, las cuerdas vocales de Anselmo, envueltas en la melodía del bajo y la batería, hablan de cómo los demonios de la época arrastran lenta y dolorosamente a los jóvenes hacia un abismo del cual parece no haber retorno. Y como estocada final, este disco cierra con “Hollow”. Aquí se puede sentir la melancolía de un Phil que debe dejar ir a un ser que le dio luz y paz, partida que a pesar de no creer la asume y la desahoga con música impregnada de rabia y sufrimiento. Identidad llena de poder Gestado entre el heavy metal y el hardcore, Vulgar Display of Power fue la punta de lanza que definió el sonido e identidad de Pantera, al igual que la línea que seguirían sus próximos discos. Los temores, angustia, la lucha por definir quién eras y hacia dónde ibas, y la cotidianidad asfixiante que se vivía en aquel entonces, junto con los sonidos particulares salidos de cada instrumento, sumados a lo áspero y descarnado de la voz de Phil, hicieron de este sexto álbum un emblema en su carrera. Les dio un doble disco de platino por sus más de 2 millones de copias vendidas, 77 semanas en el

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