El innovador y visionario saxofonista americano Colin Stetson nos ofrece otra atrevida incursión musical, “Ex-eye” es una grabación en la que destacan los devaneos con el Black Metal, el ambient, el llamado post-rock, la psicodelia, el doom y la aceleración progresiva.
En esta oportunidad Stetson decide convocar a algunos de los colegas que participaron en dicho disco: el baterista Greg Fox de Liturgy y la síntesis de Shahzad Ismaily, para fundar un nuevo proyecto que se completa con las capas de ruido del guitarrista Toby Summerfield.
La materialización de este encuentro es una obra lisérgica, directa aunque plagada de pasajes sorpresivos, inflexiones electrónicas y bastante virtuosismo, donde también predominan la luminosa técnica multifónica de Colin enfrentada ahora a una poderosa base rítmica que en los momentos más intensos invita al headbanging. Llaman la atención cortes como la agresiva “OppositionPerihelion; the Coil” o la intuitiva “Form Constant; the Grid”, pruebas fehacientes de que el jazz es posiblemente uno de los géneros más versátiles y camaleónicos de los últimos dos siglos.
Si bien el registro final no es precisamente muy original, sobre todo si se considera el canon fundado para dicho estilo por el majestuoso “Blackjazz” (Shining, The End; 2010) o los recientes coqueteos de Ihsahn (“Das Seelenbrechen”, Candlelight, 2013 y especialmente “Arktis”, Candlelight; 2016), “Ex-eye” resulta interesante tanto por el acople de cada una de las partes del ensamble como por la puerta que abre a aquellos escuchas y fanáticos más escépticos y radicales de la música más extrema, toda vez que les descubre una paleta de tonalidades sonoras en las que ya no solo importa el negro.