Después de mucho hype, por fin los hijos pródigos de New York nos entregan un nuevo disco con el que intentan retomar el camino en las listas de popularidad.
El sonido de Interpol es algo que amamos; sin embargo, hace meses me prometí no caer en vagos fanatismos y escuchar de la manera más objetiva su nuevo material. Y es que sí, son una banda con la que crecí y sus canciones son el soundtrack de gran parte de mi adolescencia, pero precisamente por eso es que no puedo permitir que mi oído sea complaciente con mis ídolos.
Por que a pesar de que se nota que se esforzaron mucho, Marauder no me parece un disco a la altura de cualquiera de sus primeros tres álbumes; si creo que es un gran logro, y sin embargo no siento la misma chispa de inspiración. Parece que hace mucho dejaron de intentar superarse a sí mismos, ahora solo están buscando recuperar sus viejas glorias. Sigue haciendo mucha falta el cuerpo que el sonido del bajo de Carlos Dengler le daba a la banda, de verdad lo extraño.
No quiero hacer pedazos el disco, la verdad es que si tenía muchas ganas de escucharlo y lo hice esta mañana con oídos frescos, la producción me pareció muy buena, muy pulida. Agradezco que Sam Forgarino haya tenido el acierto de incorporar baterías con remates y ritmos muy inteligentes. Las guitarras están en su punto, tienen un sonido muy claro, brillante, sin embargo no raya en el típico sonido de amplificadores fender “picosos”, incluso se nota que la producción de guitarras en general no fue nada fancy, sino que optaron por una estrategia muy austera pero honesta e inteligente. La voz esta ahí, es el Paul Banks que ya conocemos, pero no aporta nada nuevo.
Marauder es un disco más en la ya larga trayectoria de la banda, realmente no aporta nada nuevo, sólo es una búsqueda para retomar el sonido clásico de la banda; realmente lo logran en momentos, pero no me alcanzaron esos instantes para sentir la
emoción que me arranco unas lágrimas la primera vez que escuche Pioneer to the Fall o ese brío que temas como PDA o Evil inyectan a la sangre cada vez que las escuchas.
Si reconozco que este disco si me gusto, caso contrario a lo que siento hacia discos como el homónimo Interpol o El Pintor. Le voy a dar más oportunidades al disco, para ver si logra crecer y desarrollar algún tipo de sentimiento en mis adentros.
Realmente espero que sí. ¡Denle Play!