“Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas”. Manifiesto futurista, F. T. Marinetti.
El acceso a la información y las nuevas tecnologías se relacionan con estrategias de transformación, y de éstas surge la oportunidad de apropiarnos de los beneficios de la modernidad. Dentro del proceso globalizador se insiste en la interculturalidad y en las interacciones que facilitan apropiarnos de elementos de otras culturas; internet, por ejemplo, brinda la posibilidad de crear intercambios, aunque no signifique que se acepten en su totalidad.
La industria cultural y los medios de comunicación de los 80 parecían empeñarse en sustituir al arte underground y el folclor en la ciudad. Sin embargo, ahora los medios lo difunden de manera masiva: el rock y la música se renuevan sin alejarse de las creencias y los movimientos populares que ejercen energía en la Ciudad de México, como sucede con un tipo de música electrónica.
Lamentablemente, en México el gobierno censuró el rock, por considerar que atentaba contra las mentes jóvenes; las autoridades carecían de una mayor apertura con la cultura musical. La sociedad tampoco se preocupó por una escena distinta. El rock nacional no tenía una amplia difusión por la escasez de interés en los medios de comunicación, que nunca se preocuparon por crear un archivo musical, y menos de los proyectos que estaban en una línea alternativa.
Los televisores en blanco y negro, junto con la radio, pocas ocasiones transmitían información musical distinta a la que ocurría en el Viejo Continente. De manera vaga, a finales de los años 70, el espectador comenzó a identificar las notas monocromáticas de “Video Killed The Radio Star”, de The Buggles y “Whip It”, de Devo.
La década de los 70 y el inicio de los 80 en la Ciudad de México vieron un declive musical. No obstante, tanto en el sur como en el norte de la ciudad estaba por formarse una escena alternativa arriesgada y gruesa, como la definieron muchos músicos de aquella época. La juventud comenzaba a adherirse a cierta contracultura desde diferentes disciplinas artísticas, entre ellas había una basada en los estudios de música electrónica, los happenings y el fluxus, que servían para la improvisación y la temática musical, e inspiraban los trabajos de estudiantes de la Escuela Nacional de Música.
La primera hazaña de rock experimental surge con Decibel y el disco El poeta del ruido (Orfeón); casi de manera simultánea se mitifica la alineación del grupo de música aleatoria Como México No Hay Dos, y emergen una gran cantidad de nombres y bandas: Krol-Voldarepet Knack Didáctico, El Queso Sagrado, Vía Láctea y Aristeo.
Sucedía algo distinto en Inglaterra y Nueva York; allá afloraba una escena musical que se conocería como punk y que impulsaría de manera inmediata la new wave. En México, gracias al acoplado nacional de 1978, New Wave: Las Súper Estrellas Del Punk Rock, se detonó un interés en la cabeza de los jóvenes que tenían intriga por saber más sobre lo que estaba ocurriendo en estas grandes ciudades. El lugar favorito para comprar discos y ver bandas de punk, techno y rock progresivo fue el Hip 70 de Armando Blanco, ubicado en San Ángel, comparable con el CBGB de New York. Tristemente no hay un registro visual de todo lo que allí ocurrió. En el lugar se presentó la crema y nata del rock and roll mexicano, además de presentar a bandas de la nueva ola. Hip 70 realizó producciones de corte independiente, como el primer disco de punk rock de la banda Dangerous Rhythm, que posteriormente cambiaría su nombre por Ritmo Peligroso. Hip 70 recibió a bandas que ahora son de culto: Size, Los Pijamas a Go Go, The Casuals, The Vomits, Lujuria o Heart Attack.
Foto: The Casuals, Cortesia de Jack Richmond, sesion original de Annabelle Teleki. Archivo de Ulysses Avath.
Cabe mencionar otras tiendas de discos que tenían un catálogo musical muy extenso: Yoko Quadrasonic o Super Sound, de la que hay un documental titulado Just Like Heaven. Éstas, no obstante, no fueron las únicas tiendas, ni los únicos lugares donde tocaron agrupaciones de corte punk y new wave inspirados por Wire, Dead Boys, Ultravox o Fad Gaget.
En la escena musical descrita líneas más arriba también se encuentran los hoyos fonquis, que eran crudos y ensordecedores por la energía de la gente que asistía a sus eventos: no había límites. En el número 42 de la revista musical Sonido hay un artículo con el título “¿Qué pasa con el punk y la nueva ola?”, en el que se detalla la tocada que se llevó a cabo el lunes 28 de enero de 1979 en la sala de Arquitectura de la unam con Dangerous Rhythm, Size y Lujuria. Resumen del show de Size: “Finalmente Illy Bleeding recibe un botellazo y Size da por finalizada su actuación, ignorando los gritos de los chavos que gritaban ‘otra… otra’”. Esto sucedió dentro de una institución, ahora imaginemos lo que pasaba en los hoyos fonquis como El Salón Brasil, El Salón Antonio Caso, de Tlatelolco —gestionado por el rocanrolero Paco Gruexxo— o el Albert, de San Felipe de Jesús, el territorio punk de Javier Baviera y su proyecto postpunk Hospital X.
La esencia de los ochenta en la ciudad también radicaba en el movimiento new romantic. Inician las fiestas privadas en casas rentadas de la colonia Narvarte, Escandón, o la Del Valle, donde ya desfilaba el uso de los sintetizadores, las cajas de ritmo, el maquillaje, las corbatas y los cortes geométricos de cabello. El techno pop detonaba un ritmo de nafta pura que ya se vivía junto con la liberación sexual. Sin embargo, esto era prematuro y hedonista para el inicio de los raves noventeros.
Foto: Old Fashioned, cortesía de Illy Bleeding, Archivo de Ulysses Avath©
Por un lado, Syntoma —un trío de techno— graba el primer sencillo de techno mexicano “Heloderma”; después grabaron un Lp bajo el sello Corporación Sintética y Discos Trópico Digital, nombres que se perciben tan futuristas como su sonido. Ellos mismos definían su música como electropical urbano. Por otro lado, el dúo Silueta Pálida surgía tras la disolución de la banda Old Fashioned, con un techno pop depresivo y sobrio que está plasmado en un maxi sencillo editado por A.E.I., y un diseño de portada simétrico y con inspiración en la estética de la Bauhaus.
Foto: Syntoma, Revista Sonido.
Size, el cuarteto glamuroso, daba apertura al punk y al techno, grabando una pieza clave para la escena musical electrónica: “El diablo en el cuerpo”, además de pertenecer al compilado Sound Cosmodel, editado en Japón y en el que compartía nombre con artistas como Nurse With Wound o Art Zoyd. El documental Nadie puede vivir con un Monstruo detalla el trabajo de la banda y la escena musical de los ochenta en México.
En esta amplia escena artística se generó una necesidad de dar a conocer la música, explorando inquietudes y temores, porque en ese tiempo no era fácil crear música electrónica. Estas agrupaciones se desarrollaron bajo sus propias producciones independientes y de forma muy limitada, como fue el caso de El escuadrón del ritmo, con el mítico Capitán Pijama, quien puede considerarse el primer sintetizadorcista de techno en México. Los hermanos Lafontaine y su show synth-cabaret María Bonita. El trío robótico Nathabisk y su sencillo “La dama de probeta”.
La banda MCC apoyó el movimiento homosexual mexicano. Volti, como dúo, logra editar en Bélgica un maxi titulado Corazón, con el sello Crammed Discs, ahora descatalogado y de culto para los coleccionistas. Casino Shanghai, y la elegancia del techno, destacó con una mezcla de baladas en español, inglés y francés, y sus inigualables presentaciones en el mítico Bar El Nueve.
Foto: Volti, Crammed Discs.
El dúo Década 2 y su electronic body music presentó una fuerte referencia a Factory Records y a Joy División; tuvieron su primera presentación en el legendario bar Tutti Frutti y debutaron en televisión abierta en el programa A Capa y Espada, hechos que se quedaron en el olvido. Podemos mencionar otros proyectos de la misma importancia como: Interface, Alquimia, Oxomaxoma, Artefacto, Vandana y Avant garde, estos últimos tres del norte del país. Librerías Gandhi, La Rockola y El ágora fueron tan sólo algunos lugares que albergaron el sonido de estas agrupaciones
Le debemos a los medios impresos el registro de una parte de la música en México durante la década ochentera, por las reseñas en revistas como Conecte o Sonido, que contenían entrevistas con Sid Vicious, The Jam o The Police; reportajes que forjaron a una serie de melómanos en el país; vinilos, casetes, publicaciones, propagandas, fotografías, vídeo en Súper 8, cintas beta y vhs, tirajes de mil discos o menos, y un sinfín de anécdotas que ahora son objeto de culto de esta escena subterránea y rescatada en parte por internet. Podría decirse que fue un acto artístico que se generó como un culto invisible e inexistente ante el resto de la sociedad; pero valió la pena esperar para inundarnos de su nostalgia.
Foto: Revistas Sonido y Conecte. Archivo Ulysses Avath.
Texto e investigación por: Ulysses Avath
@ElArteDeLosRuidos
Primera Publicación: 17-Julio-17
Muy padre tu resen’a historica de la subcultura niurra y electronicona. Respeto Ulysses Avath.
K DL
Tengo interés especial en aprender acerca de la escena rock ochenta en México.
Que bien por tu investigación ! felicidades…a mi me toco vivir aquella era, y aunque tienes algunas imprecisiones lógicas, pues no te tocó vivirlo, básicamente así era el rollo. Soy escritor y tengo un capitulo en mi libro El Orbix en donde viajo a través del tiempo. En un capitulo regreso a los ochenta al estreno de “Video Killed the Radio Star” . La canción es lanzada en diciembre de 79 y en México difícilmente se programó en la radio. Se conoce a esta banda por MTV y fue el video que estreno el canal en 1981 Música para tus ojos
MODO POP UB ORBIX
NARRA MI YO VIRTUAL
– START PROCESS
Mi viaje por los años ochenta continúa y una vez que termina mi traslado cuántico por el OrbiX me doy cuenta de que mi yo virtual tiene 35 años pues en la pantalla de mis lentes Oculus PhX aparecen los datos del sitio y el año a donde me situa esta quinta fase:
BITACORA DE NAVEGACION: Sábado, Agosto 1 de 1981
ANCLA DEL PORTAL: Estudios Abbey Road, 3 Abbey Road, London NW8 9AY, Reino Unido
EPISODIO HISTORICO: Lanzamiento del “Video Killed the Radio Star “de The Buggles en la cadena MTV.
PROTAGONISTA: Productor musical Trevor Horn
Estoy de nuevo en Londres, Inglaterra , una ciudad que he visitado en varias ocasiones ya sea como turista, en plan de fiesta , de trabajo y la primera vez , en el año 1972 para visitar durante dos semanas el Kings Road de Chelsea, Trafalgar Square , Picadilly Circus, Camden Town , pero lo más memorable de aquellos días fué casarme con todas las de la ley de Dios y del hombre .
Son las cuatro y media de la tarde y yo camino por una de las calles más emblemáticas para la historia de la música, mientras decenas de curiosos turistas se toman la típica foto del recuerdo en el mismísimo cruce peatonal que Iain Macmillan utilizó para la portada del último álbum de Los Beatles.
Por supuesto, estoy en Abbey Road, frente a un edificio que tiene un legado impresionante para el Rock de todos los tiempos y aunque en el exterior parece ser una típica construcción londinense en su interior alberga los estudios de grabación en donde grandes grupos y estrellas como Pink Floyd, Adele, Queen, Oasis, Radiohead, y muchos más de los artistas más influyentes de la música planetaria de los siglos XX y XXI han grabado sus obras maestras.
El edificio ocupa casi todo una manzana de superficie. Subo la negra escalinata, cruzo la puerta doble de madera y puedo ver que el interior es espacioso, hay muchos pasillos, escaleras y salas pequeñas.
Me dirijo a una de los mayores estudios de grabación del mundo, el Studio One, junto al también famoso Studio Two donde los Beatles grabaron la mayor parte de su catálogo y entro a la puerta contigua en donde se encuentra uno más pequeño , el Studio Three. .
En su interior está la sala de grabación con paredes de material acústico de color gris , varios micrófonos con sus bases de donde cuelgan audífonos , y al fondo , dividida con gruesos cristales observo la cabina en donde sobresale una gran consola con decenas de canales, monitores , bocinas amplificadores y cinco ingenieros y operadores que en estos momentos salen después de grabar un tema del grupo Yes , por una puerta hacia otra pequeña sala de descanso .
Yo los sigo a través de un pasillo en donde hay fotografias de Pink Floyd, Led Zepellin, Elton John y Eric Clapton, clientes asiduos de este Estudio Tres y en el transcurso me parece ver a lo lejos a un hombre alto canoso y caminar pausado y metidabundo, él es el mítico productor y creador del sonido Beatle George Martin, quien platica con dos jóvenes de potentes risas que se ven muy animados.
Los veo sin que me observen, pues soy un ente virtual, y curiosamente los reconozco, y aunque aun no son famosos aún, a ambos los conoceré años después cuando en plan de superestrellas llegaron a México y hasta turistee con ambos. Ellos son Mark Knopfler guitarrista de Dire Straits, y Gordon Sumner , mejor conocido como Sting, son amigos desde mucho tiempo y están en pleno despegue de su carrera
Me instalo en la amplia, muy confortable y algo desordenada sala loft en donde hay varios sillones de color naranja, una mesita con manzanas , cervezas, pretzels , dos hamburguesas medio mordidas . platos , vasos de plástico y cubiertos regados al azar , pero llama mucho mi atención que hay una cubeta con hielos y una mantelito blanco en el que hay una botella de champagne que se está enfriando .
En la sala sobresale un personaje alto, delgado de pelo ensortijado, vestido con una camiseta, jeans y chamarra negra y unos lentes de gota con gruesos cristales que vocifera palabra altisonantes e interjecciones en el más gutural acento brit.
Él es Trevorn Horn tiene algo más de 30 años de edad, quien camina de un lado a otro mirando el televisor encendido. A su lado está su esposa Jill Sinclair quien le pide que se siente y se tranquilice, pues se nota bastante nervioso y agitado, como si estuviera en espera de una noticia muy importante. Yo sonrío para mis adentros pues la escena me recuerda vagamente sala de espera de una clínica de maternidad en donde los papas primerizos deambulan como almas en pena.
Lo he vivido y lo entiendo. Efectivamente algo transcendental está por suceder y en la pantalla del televisor puedo ver el logotipo de MTV ; faltan cinco minutos para las 5 de la tarde en Londres y en Nueva York, la ciudad donde dará a luz el primer canal por cable dedicado exclusivamente a programar videos musicales, las doce del día estan a punto de llegar .
El gran suceso que esperan Trevorn , su esposa y el grupo de amigos que en estos momentos ya se sientan en los sillones del loft de los estudios Abbey Road es la transmisión de “ Video Killed the Radio Stars “ tema producido por Trevorn Horn y su grupo The Buggles , que sera para la historia el primer video que arranque la programación del canal Music Television , y tal y como se escucha en la réplica de la transmisión “A partir de este momento nunca se volverá a ver la música de la misma manera”.
La historia de la canción “El video mató a la estrella del radio“y del grupo The Buggles es una de esos momentos en que el tiempo , la oportunidad y la suerte se alinean como en una conjuncion astral que raramente sucede.
Hace apenas un par de años Trevorn Horn era un músico , compositor y productor prácticamente desconocido en el medio , pero después de buscar algún artista que cumpliera sus expectativas de éxito lee una novela de ciencia ficción en donde la protagonista era una cantante de ópera que vivía en un mundo sin sonido y decide formar con la ayuda de sus amigos Geoff Downes y Bruce Woolley su propio grupo de estudio al que bautizan con el nombre “The Buggles” , palabra que con cierta ironía se refiere en parte a “The Beatles” , pero que en realidad significa en español, muy al estilo del humor británico “ los burlescos o los burgueses “.
Era diciembre de 1979 , y el primer tema que escriben para el disco “Living in the age o plastic “ con el que lanzarían a este grupo “ de plástico “ sería precisamente “ Video Killed the Radio Stars “ y en la letra y música estaría reflejada el concepto de que la tecnología estaba a punto de cambiar a la humanidad en todos los sentidos , incluyendo la música que para aquellos momentos de finales de los setenta estaba siendo impactada por los sonidos artificiales generados por computadora .
El tecno pop estaba en pleno ascenso y en Inglaterra el sonido sintetico estaba llevando al éxito a grupos como Orchestal Manouvers in the Dark, Depeche Mode, Gary Numan y muchos otros que se vieron influenciados por los pioneros del género electrónico, el grupo Kraftwerk
The Buggles y el tema lograron colocarse en la listas de popularidad del Reino Unido y entonces decidieron realizar la versión en video de la canción.
Para la grabación tuvieron que crear un set que simulaba un laboratorio futurista de blanca y aséptica simetría en donde la banda interpreta a base de teclados y bacteria electrónica el tema, mientras dentro de una pecera tubular una modelo con traje plateado y cabello simulando cables emerge del set para guiar a un grupo de niños que ven como los antiguos radios se desintegraban , mientras en la pantalla de un televisor dos coristas con lentes oscuros cantaban con voces dulces y un aspecto alienígena .
El mensaje no podia ser más directo. Y aunque la banda fue considerada una de los tantos ejemplos de los productos musicales “one hit wonder “ que surgieron en a principios de los ochenta dentro del circuito musical del pop electronic, el proyecto le dio a Trevorn Horn cierto renombre y pudo participar como tecladista de estudio del Disco Drama de la mítica banda Yes reemplazando a Jon Anderson.
Y fue precisamente durante la grabación del tema “We can fly from here” en los estudios Abbey Road cuando se enteró que el video de su banda “The Buggles “ había sido seleccionada para abrir la programación del Canal MTV ,un proyecto vanguardista generado por la compañia norteamericana Warner-Amex Satellite Entertainment en el cual se pretendía crear un espacio en donde durante las 24 horas de los siete días de la semana se programaran únicamente videos musicales de grandes artistas de todos los géneros musicales de la oferta juvenil que el rock , el pop y la música electrónica norteamericana y británica en plena explosión , estaban logrando conquistar a nivel planetario .
La noticia de la apertura del canal generó una gran expectativa y si los jóvenes desde los años 50 marcaban el ritmo y el estilo de la moda a través de la música, ahora los adolescentes de los años ochenta se habían convertido en el mercado comercial con mayor futuro y potencial de expandirse, comercialmente hablando.
Para hacer frente a esta demanda los ejecutivos de las disqueras se unieron al medio de comunicación con mayor capacidad de llegar a este mercado y así surgen los “videos musicales “que hasta antes de la creación del proyecto MTV se programaban en forma espaciada en algunos programas dedicados a la música .
CONTINUACION El canal de Música por Televisión o MTV contrata a todo un equipo de jóvenes productores, realizadores y diseñadores gráficos para darle el mayor atractivo a la imagen de su nuevo canal y con ello logran convertir a la música en un elemento de moda visual.
Esto es el claro reflejo de los productos discográficos que a partir de los ochenta se convertirían en grandes ídolos de la musica globalizada por televisión , como Madonna , Michael Jackson , Duran Duran, Bon Jovi , Culture Club, Eurythmics, Ratt y muchos más que marcaron la moda y el futuro de la industria del espectáculo .
Las manecillas del reloj marcan ya las cinco de la tarde, la imagen cruzada por líneas horizontales de sintonía proyectan en cámara lenta a un astronauta dentro del marco de un televisor pisando la luna con una bandera en donde se ve el logo de MTV, a lo lejos se ve el planeta tierra y una vez que termina este poderoso mensaje que a manera de identificación de canal profetiza una nueva era, se ve y se escucha que el video mató a la estrella de radio.
En la sala de los Estudios Abbey Road, puedo ver a Trevorn Horn, a su esposa y los ingenieros del staff técnico observando absortos y orgullosos como a través de la pantalla de la televisión los Buggles le cantan al futuro tecnológicamente sintetizado y el júbilo explota desbordante de risas, gritos y aplausos tan efímeros, sonoros y embriagantes como las burbujas del champagne que brotan de la botella que ya se descorcha para celebrar este día.
La música nunca sería la misma después de aquel sábado primero de agosto de 1981, aquel día en que el video mató a la estrella de la radio.
La era de la música por televisión, del pop ochentero, los artistas de plástico y de la moda colorida, eléctrica y exageradamente vistosa ha llegado.
Y en la pantalla de mis lentes Oculus PhX el sistema OrbiX me avisa que mi visita a Londres a terminado y llego la hora de partir hacia el relato de los años ochenta y los sucesos que continuaron el avance de la tecnología hacia un futuro presente aún en este tercer milenio …
DE EL LIBRO “EL ORBIX” CRONICAS DEL MAÑANA DE HOY
Por Edgar Ballesteros
PARTE UNO
Insomnio de una noche de verano
en el Bar Nueve
“ Jueves, septiembre 12 de 1985 “, en mis gafas Oculus Phx aparece esta fecha, y en el menú de navegación del OrbiX el aviso de que en este viaje entraré en modo “déja vu “ ilumina mis ojos que poco a poco van entrando en foco y ahora reconozco el lugar en donde me encuentro . Es de noche en el antiguo Distrito Federal, el verano llega su fin, cae una leve llovizna y estoy de regreso a la Zona Rosa.
En mi mano izquierda siente un cálido contacto y el leve apretón termina por traerme a la realidad, una realidad ya ni virtual, sino física que me hace sentir toda la intensidad de mis cinco sentidos. El aire tiene ese pesado e inconfundible olor acre a “smog” que ya había olvidado y una voz femenina más que familiar me dice en un tono que denota una imperiosa preocupación “Despie…¿Te sientes bien?, volteo a verla y mi yo centenario inmerso en este “time warp” o salto en el tiempo, reacciona .
Quien me habla así es Fabi, mi güera, y la miro con incredulidad descubriéndola tan guapa como siempre, pero muy joven, vestida y maquillada apantallantemente “ad hoc” para esta noche de reventón al estilo ochentero.
“ No es nada…solo tengo esa sensación de que esto ya lo he vivido …” le contesta con un tono que refleja calma mi yo centenario y atrás de mí puedo escuchar la voz inconfundible de Jack Ross quien dice con ingenio : “ pero claro que esto ya lo has vivido Luis, no me digas que es tu primera vez en “ la zonaja”, hazte el inocente …no le creas nada mujer , los caballeros no tienen memoria , pero los reventados, menos…” y antes de que pueda decir algo la estrepitosa carcajada de Juan Álvarez celebra la ocurrencia y yo me río también mientras caminamos frente al Vips de Hamburgo y seguimos recorriendo una acera repleta de noctámbulos, la mayoría jóvenes, que en grupos deambulan muy bien arreglados en busca de acción y diversión este jueves que para muchos de su especie , ya es fin de semana .
Cruzamos por la esquina hacia la calle de Londres y a la mitad de la cuadra llegamos a la escalinata de una antigua casa de la Colonia Juárez en donde una compacta fila de gente espera entrar al mítico bar que esta noche visitaremos.
El coreógrafo Jack Ross y Juanito Álvarez peinador de estrellas , son miembros célebres de la comunidad gay ochentera, y por supuesto que no van hacer “ cola” en este lugar que ha sido testigo de tantas y tantas noches de fiestas que ellos han protagonizado desde su apertura en 1974 , y sin hacer la más leve pausa para pestañear alzan la cabeza muy ufanos , como partiendo plaza y con “ todas la plumas” suben los diez empinados escalones que separan la acera de la puerta , y nosotros los seguimos ante la mirada de quienes nos abren paso con algo de asombro y envidia .
Estamos en plenas fiestas patrias y en la entrada del lugar nos recibe la imponente figura de un alto y sonriente hombre travestido con mucha porte en la mejor versión que haya visto de Dolores del Rio. El es Jaime Vite quien entre abrazos y airadas exclamaciones de bienvenida nos acoge como el perfecto anfitrión que es y ante los comentarios de elogio de Jack y Juan se da un giro modelando su plateado vestido.
Al verme me dice con mucha picardía “… que guapa tu pareja…tanto tiempo sin verte…” acuérdate de Acapulco, de aquellas noches junto al mar…” Y acto seguido, y viendo el estupor de Fabi, explota en una potente risotada y le dice guiñándole un ojo… “ bienvenida reina, es una broma, lo que pasa es que conozco a este señorón desde hace muchos años cuando se la pasaba de fiesta en fiesta en los antros de Acapulco … claro , en aquel entonces yo era una niña” …” y todos nos reímos de la ocurrencia mientras nos dice poniendo en nuestras manos una trompetita tricolor “pásenle chicos, que esta noche es tequilera, mexicana y gritona como las buenas adelitas de mi tierra “.
Entramos al Nueve, un sitio que escasamente medirá 60 metros de superficie dividido en dos salas, al fondo hay una barra, la cocina y el anuncio de un solo baño destinado a la clientela “gay” que tradicionalmente lo visita. Pero esta noche es “jueves de rock“ y en un gran cartelón colgado en las rosas paredes con vetas marmoleadas, lamé dorado , decorado con banderitas y moños tricolores puedo leer que hoy se presentará “María Bonita” con el espectáculo “ Las perras pagan “.
Damos algunos pasos hacia el interior y en el centro de primer salón veo que un hombre vestido con elegancia casual, traje verde, una recta corbata blanca y una camisa rosa que hace juego con sus anteojos quien platica animadamente con alguien cuyo género es masculino pero con un estrafalario look al estilo “Cindy Lauper”.
En él cuanto nos ve corta abruptamente la conversación y abre los bazos acercándose hacia nosotros. Se trata de Henri Donnadieu, un refinado hombre de mundo que llego a nuestro país siendo francés ahora es bastante mexicano, aunque no ha perdido el acento. El se ha convertido al paso del tiempo es un socialité, empresario pero sobre todo una personalidad de la cultura gay – en su acepción homosexual, pero también como sinónimo de diversión- y es un ferviente impulsor de la contracultura y las expresiones artísticas del underground juveniles.
Los típicos besos en ambas mejillas al estilo europeo y la cálida bienvenida no se hace esperar ; con su típico acento me dice “Qué gusto de ve esta es tu casa… adelante por favog, qué les ofrezco de tomag…” y acto seguido le ordena a uno de los pocos meseros que se encuentran por allí, pues en el lugar la barra y muchas cosas más son libres, “ dale lo que pidan a los señores y la bella dama…” , “ ¿cómo te llamas güegüita ?” , le pregunta a mi pareja y Fabi le responde con una hermosa sonrisa.
Henri es todo un caballero y un magnifico anfitrión, socio junto con Manolo Fernández del Bar Nueve , y dueño de ”El Olivo” también en la Zona Rosa, un pintoresco restaurante en el que en varias ocasiones hemos podido platicar Henri y yo , entre buenos platillos y mejor vino, de su revolucionaria idea de que la cultura y la diversión no tienen que ser enemigas la una de la otra y en el punto en el que la cultura sea divertida y la diversión sea culta, ambas atraerán a los nuevas generaciones de jóvenes .
Y así fue como el Nueve , un bar inaugurado por Irma Serrano “La Tigresa “ y Carlos Monsiváis que en sus primeros años adquirió una gran fama como discoteca gay para gustos refinados, estrellas del espectáculo y destacados personajes de la diversidad sexual , emperatrices travestis de la época , y los actores del colectivo “ La Kitsch Company.
Allí en el diminuto Nueve se comenzó a organizar un calendario semanal de actividades de reventón cultural que no tenían que ver directamente con el tradicional estilo discotequero, pero le abrió el closet a la cultura alternativa mexicana en pleno despegue , presentando en su instalaciones estrenos y proyecciones de filmes prohibidos para la moral de la época , escandalosas representaciones teatrales , homenajes a actores cercanos a la comunidad y apenas este año le ofreció los días jueves a los promotores culturales y editores de la revista marginal La Regla Rota Ramón Sánchez Lira y Rogelio Villarreal quienes fueron bautizados como “Mongo y Loquelio” en un acto de aceptación del cerrado clan gay.
A partir de ese momento el Nueve se convirtió en el espacio más revolucionario e inusitado de la contracultura ochentera que hasta entonces estaba destinada a sobrevivir en las fiestas privadas y los escasos foros citadinos que subsistían tras una era de satanización del rock y de cualquier expresión artística que imperó por disposición oficial durante los setenta.
Pero si la vieja herida del Avandarazo ya estaba cicatrizada y en esta década la actitud del gobierno respecto a la libre reunión de los jóvenes se había relajado, la apuesta de Henri ,“ era alta pero había dado muy buenos resultados y las noches de jueves del Nueve se habían transformado ya en todo un laboratorio cultural y urbano que convocaba con mucho éxito a las nuevas legiones de jóvenes creadores y los noctámbulos ávidos de nuevos lenguajes, espectáculos , conciertos musicales y experiencias artísticas, sexuales y estados alterados.
Mientras reflexiono en lo distinto que es el hoy ochentero, el ayer de los setenta y el mañana dosmilero, la música sube de volumen y en las escasas pantallas de televisión que hay en el lugar comienzo a ver y escuchar los éxitos de estrellas musicales de la era de la videomoda.
Recargado en una esquina de la barra lateral observo desfilando a la amplia “fauna” de clientes recién llegados al Nueve. Ellos son la crema y nata de las tribus urbanas que mejor ejemplifica el microcosmos de la diversidad urbana de mediados de esta década.
Es asombroso y divertido ver a los típicos intelectuales de aparador alternar con los grupos de artistas al estilo “de Coyoacán para el mundo” , los darketos de la primera generación , los típicos niños y niñas” fresas” heterosexuales de amplias hombreras y accesorios chillantes quienes contrastan con las parejitas abiertamente gays, los travestis, los clientes espontáneos con acentos de la ya descontinuada moda discotequera y alguno que otro despistado disfrazado de guaca rocker mexicano, y por supuesto , los personajes de look tan raro que resulta imposible darles otro calificativo que el de “ excéntricos “.
También observo que mis acompañantes Juan y Jack andan ya circulando , riendo y platicando animadamente de “ bolita en bolita” .A la güera y a mí se han sumado algunos raros especímenes que se han ido acercando para saludarnos efusivamente y más tarde seguir deambulando por este antro que se llena de humo, erizadas e imposibles cabelleras y las coloridas luces de neón que dejan ver al fondo , una improvisada pista de baile en donde bailan y se agitan sin el menor recato “parejas “ de dos , de tres y grupos de todo género e identidad sexual que protagonizan un espectáculo digno del “Show de Terror de Rocky” .
Están a punto de sonar las once de la noche y por la entrada principal del Nueve aparecen en un acto definitivamente calculado y teatral Mario Lafontaine y Guillermo Santamarina “ el Tin Larín” cargando dos sendas bolsas de donde asoman accesorios que bien podrían pertenecer a un mago ilusionista , un ropavejero o al teatro fantástico de Cachirulo.
Lafontaine es María Bonita y protagonizará del espectáculo de esta noche y yo me doy cuenta de ello porque frente a mí Claudio , un personaje alto, delgado y de tez pálida casi transparente emite irreverente una sonora risotada y grita aguda e impúdicamente “A trapear chulas, que ya llegaron mis comadres” y el grupo de extravagantes personajes que lo rodean ríen y voltean a ver a las contrastantes figuras que se acercan a ellos.
Uno de ellos, Guillermo, es alto, delgado, pelirrojo y viene elegantemente vestido en su mejor interpretación de Andy Warhol. El otro, Mario , es algo rollizo, tiene un elevado copete que brota de su rapada cabeza, trae los ojos densamente maquillados de rimel oscuro y ante la ausencia de camerinos en el lugar , llega listo para dar show , vestido de pies a cabeza con una especie de caftán blanco pintado a mano por él mismo con figuras amarillas, rojas y negras que me recuerdan vagamente la gráfica de Keith Haring, completa su extravagante ” look “ un pesado collar de brillantes cuentas negras, pero lo que más llama la atención de los presentes que le abren paso, es que viene perfectamente descalzo y con una actitud de superestrella .
Con bastante displicencia, Mario va recorriendo el salón y al verme hace una pausa, se acerca hacia donde estoy y me dice con un tono lisonjero: “Hola, que gusto verte y que hayas aceptado la invitación a mi show…esta noche hay muchas estrellas, pero nadie comparada contigo… te dedico mi performance… ” . Saluda a Fabiola con un beso en la mano y yo le agradezco el gesto y sus palabras mientras lo veo alejarse, apurado y jactancioso entre los mucho fans y “comadres “quienes lo saludan.
A Mario lo conocí hace apenas una semana cuando presentó su espectáculo ante la comunidad subterránea del rock y los artistas emergentes que se reunieron una tarde en una de los lugares sobrevivientes de la hecatombe rockera de la última década : el foro instalado en el segundo piso de la mítica tienda de discos “Hip´70 “ de Armando Blanco .
En aquella ocasión lo acompaño en el escenario su talentoso hermano Mateo, tocando el sintetizador y cajas de ritmo ante decenas de personajes estrambóticos como la Nina Hagen mexicana Ulalume Zavala , Ily Bleeding cantante de Size, Walter Schmidt músico y editor de la Revista Sonido, el también músico y escritor José Arturo Fagoaga mejor conocido como el Dr.Fanatik, Piro Pendás del grupo “Dangerous Rhytm”, los integrantes del grupo “Las Insólitas imágenes de Aurora”, Saúl Hernández, Alfonso André y Alejandro Marcovich; Kenny Avilés y Ricardo Ochoa de “Kenny and the Electrics” ,Leoncio Lara y Paco Huidobro quienes más tarde serían formarían los grupos “Bon y los enemigos del silencio “ y “Fobia “, respectivamente ; Guillermo Santamarina “el Tin Larín” quien como buen promotor de de los muchos artistas emergentes de la camada ochentera que representaban la delirante escena subterránea y el estilo avant garde que evoluciona tardíamente la estética postpunk del new romantic hacia el new wave de acentos muy a la mexicana y el naciente fenómeno del “Rock en tu Idioma” .
He de confesar que el espectáculo de María Bonita llamó poderosamente mi atención y no pude más que acercarme a él para felicitarlo y él en agradecimiento me invitó a su presentación en el Bar Nueve.
En punto de las doce de la noche, se hace el silencio, las luces del improvisado escenario se encienden y la voz de Mongo anuncia “El Bar Nueve y La regla Rota presentan con orgasmo su espectáculo de jueves patrio por la noche”, y continúa ante la rechifla generalizada:
“En Londres David Bowie, en Nueva York los Talking Heads y en México ¡María Bonita! “
La luz del escenario se apaga brevemente y un seguidor nos deja ver en el escenario el espectáculo de un solo hombre y muchas agallas.
( CONTINUA )
INSOMNIO DE UNA NOCHE DE VERANO EN EL BAR NUEVE
(SEGUNDAPARTE)
“En Londres David Bowie, en Nueva York los Talking Heads y en México ¡María Bonita! “
La luz del escenario se apaga brevemente y un seguidor nos deja ver en el escenario el espectáculo de un solo hombre y muchas agallas.
Con tan solo micrófono instalado en un pedestal de donde cuelga una boa de plumas rosas, María Bonita comienza a moverse lascivo y con gran teatralidad, mientras suenan los primeros acordes de un tema rocanrolero que la estrella de la noche versiona con una genial irreverencia: “ Nos vemos presumida no te puedo aguantar, esas putadas tuyas no las puedo pasar, tu sin faisán y sin caviar no vives feliz , mientras yo solo quiero bailar con el Tri , con los panchitos quemando y las punketas bailando , juntos con ellos te quisiera ver , pero a ti tan solo el pase te convence y un nuevo nombre te voy poner … Elsa Saavedra, Gloria Calzada, las llamo pre-su- midas …” y el grupo de “go-go-girls and boys” que se han sumado espontáneamente al espectáculo, agradecen histriónicamente los aplausos .
El público explota de júbilo y los gritos son estridentes , “ Suelo María que la casa pierde “ exclama una voz …” Eres una perra de ocho chichis …”vocifera groseramente alguien más y Mario extiende el dedo índice como respuesta mientras rápidamente extrae otro accesorio de la bolsa mágica , suena una nueva pista , y así comienza nuevamente su espectáculo de cabaret y performance alternativo .
A nadie le importa que cante con pistas y su repertorio combine de la manera más impensable versiones de arias clásicas , musicales de Broadway , high energy, jazz , el más oscuro y elemental tecno con letras en donde se mofa abiertamente de todo y de todos , inclusive de él mismo , como el tema operístico en el que confiesa “ Cantante soy y soy así por en la escuela un inútil fui” , pero también alude a personajes del imaginario más sombrío como ”El payasito Gutiérrez”, “La familia Pachuca” o “ Panchita la que se orina, la que se bebe la gasolina” , logrando un trance escénico que mantiene al público viajando entre el asombro , la carcajada y la reflexión más descarnada.
El concepto de María Bonita es sin duda sui generis, postmoderno y ecléctico ; combina con maestría y sin pudor la música, el performance, el histrionismo agresivo con la erótica comedia , y para terminar su hipnótico espectáculo interpreta un tema original en donde le canta al público que viven una “Dulce Mentira…nadie es grueso , nadie es eso, todos mueren por un beso …en las noches te disfrazas y te sales de tu casa a asustar a los transeúntes , solo porque usas lentes … en el fondo sudas miedo, solitario fraudulento…”
Las luces del escenario se apagan y termina el show…los presentes, obviamente en shock guardan unos segundos de silencio y estalla la ovación. La catarsis es obvia y todos los presentes nos sentimos de alguna u otra manera identificados con esta realidad que María Bonita canta gritando con crudeza en el enrojecido y pasmado rostro del espectador.
En el Nueve todo vuelva a la “aparente” normalidad, pero no puedo dejar de notar que el público sigue impactado. Las pantallas de los televisores del video bar se encienden nuevamente y la imagen de Madonna cantando “Like a Virgin” resulta intrascendente y mundana aunque los presentes comienzan tibiamente a bailar, tomar y circular en un ritual letárgico y post orgásmico que repentinamente se convierte en una suerte de batalla campal cuando suena a todo volumen un tema tecno industrial y se arma el “slam dance “que desencadena una catarsis colectiva bastante violenta y peligrosa.
Mi güera me toma de la mano y me dice “Vámonos Luis, esto se está poniendo muy extremo, y yo ya me siento cansada…” y sin decir nada caminamos hacia la puerta de salida, casi sin despedirnos de nadie. Al bajar por las escaleras del Nueve las luces de la calle, el frio nocturno y las copas que he tomado me traen de nuevo a la realidad y en ese momento la desambiguación del time warp en el Orbix sucede
Mi yo ochentero y mi yo viajero se separan y me veo a mi mismo partir de la mano de mi pareja por la calles de la Zona Rosa. Por supuesto que esta experiencia ya la he vivido, ahora la recuerdo, y, ¿cómo podría olvidarla?
El salto en el tiempo, termina, en mis gafas Oculus Phx una luz cegadora se enciende y yo sigo navegando por el gusano del tiempo.
Descanse en paz Eddie Rubello de Volti!! gracias por compartir la historia olvidada de nuestra música!!
Hola Ulises muy interesante documenta sabras algo de Victor Ultratumba o georgette eran amigos de Illy yo los conocí en el Hip 70 en 1981 rolavamos juntos a bares como el 9 el tutti etc. me fui a vivir a New York en 1988 y les predi la pista. Te agradeceria mucho me escribieras y hacerme saber que fue de ellos. Gracias