El espectro sónico existente de Cosey Fanni Tutti que aquí se maximiza es excesivamente tormentoso y de una ejecución sonora ambiental que raya en el existencialismo eufórico.
Porque eso es lo que te proyecta el disco, poco a poco nos va mostrando que hay miles de maneras de crear grandes canciones accesibles y que toman como estandarte todo aquello que llamamos ruido. Se toman medidas deliberadas para asegurar que cuando la magia muere, no es nada más y nada menos que la entrada a una nueva atmósfera que fungirá como secuela a nuevas batallas fascinantes llenas de arreglos a prueba de balas. Sí, quizá no se trate de algo inmortal pero si estamos frente uno de los álbumes electrónicos más aterradores del año.
Las pistas muestran incluso con gritos disonantes y estáticos que todo puede estar ahí frente a nosotros y que sólo necesitamos excavar hacia lugares con una tendencia sencilla que devasta todo paso a paso , manteniendo siempre un espíritu rebelde, un espíritu electro-post-techno-industrial.