En 1983, Jah Wobble de Public Image Ltd; Holger Czukay de CAN y The Edge de U2 fueron reclutados por el productor Francois Kevorkian para dar vida a la música de Snake Charmer, un EP de experimentación
Sin duda es una combinación rara de entrada, sin importar el año en que varios lo hayan descubierto o si tú que estás leyendo te encuentras en ese momento ahora; sobre todo, por el tipo de alineación y enfoque musical, en particular de cada uno de sus miembros.
Recordemos que en 1983 los músicos que lideraban el proyecto no eran tan relevantes a escala mundial, o la historia aún no estaba por brindarles un estatus de reconocimiento; eso fue con el paso del tiempo.
Snake Charmer es raro, no suena a nada de las bandas de las cuales provenían sus integrantes, y ahí está la magia: era un viaje sicodélico y bizarro lleno de improvisaciones guitarreras, funk, jazz, cajas de ritmo y sintetizadores, como si fuera inspirado en fuerzas ancestrales y un poco visionario si me dejan apresurarme.
La idea de Kevorkian fue juntarlos y que improvisaran en lo que mejor sabía hacer cada uno en su instrumento, hasta que las canciones fueron tomando forma; todo esto en Londres.
Quizá el álbum en su momento pasó sin pena ni gloria y hoy podemos encontrarlo como un experimento de culto, de lo que alguna vez la historia y la creatividad de la música, se dio el lujo de permitir.