En 1992, 3 mentes maestras se unieron para darle forma a un trío electrónico que generó un cambio de paradigma en la escena de la música nacional. Emilio Acevedo, Julián Lede y Andrés Sánchez crearon Titán, una banda que sonaba original y auténtica, totalmente en sintonía con el espíritu de la época. En 1999, Jay de la Cueva llegó para sustituir a Sánchez, y sucedió la historia que todos conocemos, desde sus primeros grandes impactos mediáticos, hasta su presentación en Glastonbury, primera banda mexicana que en su momento llegó a pisar un escenario de esa magnitud.
Con tres álbumes en su carrera, Elevator (2000), Titán (2005) y Dama (2016), Titán es una banda que sigue reinventándose sin mirar al pasado, sin miramientos a la hora de innovar y mutar. Y ahora están de vuelta con Nave Nodriza, su nueva placa producida por Yamil Rezc, Emilio Acevedo y Julián Lede. Y después de un largo y doloroso parto llegan dos nuevos sencillos:
“Nuevo disco, nuevas piezas musicales, nuevos integrantes, nuevos rumbos, nuevas drogas” es como lo estipula el comunicado oficial de la agrupación. “La Nave Nodriza se manifiesta en el tercer milenio, la era del contacto”. Bajo este contexto, la música colosal de Titán está de vuelta para sorpresa y deleite de muchos oídos.