Depósitio Sonoro

COIL: La música atonal y los ritmos amorfos, la poesía brutal y el cambio luminoso y constante, la obsolencia y la desobediencia

En el arte, la rebelión puede aparecer en muchas formas y con diferentes propósitos, pero generalmente puede caer en dos variedades principales: una rebelión que promueve el crecimiento personal y el cambio interno, y una que promueve un cambio ambiental o social. Como una inspiración vaga en El Hombre Rebelde de Albert Camus, designemos a la primera únicamente como rebelión y a la segunda como revolución. En esta nota analizaremos a un duo que realmente se ajusta a cualquiera de las definiciones anteriores de rebelión: COIL.

Coil nació en 1983 y desde su inicio reflejó tener una base conceptual y política para sus experimentos musicales. El aspecto más fácilmente reconocible de la rebelión musical de Coil es lo lejos que está de la música convencional y contemporánea (a partir de la década de los ochentas). El productor y artista sonoro Peter Christopherson alias “Sleazy” quien anteriormente había trabajó con Throbbing Gristle, creó un sello discográfico industrial y, por lo tanto, le dio un nombre a todo un género musical. La esencia extraída de esa música, áspera, fría y mecánica, la aplicó sobre las voces de John Balance las cuales a veces se escuchaban como una plática común, a veces susurraban y en otras ocasiones estaban exageradamente manipuladas. Esta frialdad musical permitió y alentó el tipo de introspección perfecta que fue tan esencial para la filosofía de COIL, y se mantuvo como la única constante a medida que su música se fue desarrollando y cambiando a lo largo de años. 

La transgresión es un elemento clave en el trabajo de Coil, y la base del aspecto rebelde de su música. Para Balance y Christopherson, la música era un método para descubrir y mejorar a uno mismo, y escuchar a Coil es estar al tanto de su viaje personal en la vida en el cual no veían ningún potencial de crecimiento en la sociedad actual y, por lo tanto, exploraban alternativas al status quo. Una gran parte de la filosofía de Coil consistía en rebelarse contra las creencias sociales, sexuales, religiosas, en el consumo de sustancias alucinógenas y en el ocultismo. 

Aunque Balance y Chistopherson rechazaron la etiqueta de satanismo, hay una innegable incorporación de la iconografía satánica en sus obras, un rechazo inconfundible al cristianismo. La cruz invertida en la portada de su álbum debut de 1984, Sactology, es el ejemplo perfecto. 

Mirar más profundo, la superación y el descubrimiento personal, eran cruciales para Coil. Según ellos, para lograr esos tres elementos existían ciertos medios para abrir la mente propia y en toda su discografía el duo hacía innumerables  referencias a oculistas como Aleister Crowley, Austin Osman Sapre y a novelistas románticos como William Blake, demostrando su rebelión contra el cristianismo promoviendo creencias paganas. El consumo ritual de drogas fue también parte importante en el trabajo de Coil como una forma de acceder a otros niveles de conciencia, creyendo que el delirio y este tipo de locura autoinducida facilitaría el descubrimiento personal propio. 

La música que hacían la lograban a través de un proceso de rebelión similar a los otros aspectos sociales. Ambos eran anti-músicos, hacían música con sintetizadores, computadoras y procesadores con poca o ninguna capacidad técnica. A pesar de que este aspecto anti-músico fue posteriormente comprometido cuando el duo colaboró con músicos “reales”, Balance y Christopherson lograron mantenerse fieles a su filosofía.  La música de Coil es expansiva y complicada; preferían tener lanzamientos limitados y en algunas ocasiones empleando otros nombres, aunque según algunos medios, lograron lanzar alrededor de setenta trabajos de alguna manera. 

Cuando el dúo dejó de consumir drogas, Balance tomó al alcohol como una herramienta para facilitar dejarlas pero eso lo convirtió lentamente en alcohólico y a finales del 2004 lo condujo a caer desde un balcón de dos pisos y morir poco después. Christopherson continuó publicando las ultimas grabaciones de Coil y continuó trabajando con otras bandas hasta morir mientras dormía en su casa en Tailandia en el 2010.

La rebelión musical de Coil revela la necesidad furtiva de que exista algo alternativo a la sociedad y a la persona. Si uno realmente cree en los aspectos básicos de la filosofía de Coil, es decir, que existen alternativas a las normas sociales y el énfasis en que el viaje en la vida sea un viaje único y personal, vale la pena escuchar y descubrir su música que brindaba algunos aspectos potenciales de su trabajo y una idea de cómo el dúo mezclaba la música, la filosofía y la política tan bien. 

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