Para la mayoría, hacer una lista de nuestros álbumes favoritos implica una dosis de nostalgia. Recordamos momentos destacados y las canciones que sonaron, que estuvieron en rotación constante después de rupturas, de desafíos, de momentos de felicidad, etc. Más que cualquier otro medio, la música es profundamente personal.
El viaje de Brian Eno por el mundo del sonido grabado, por ejemplo, se parece más al de un explorador del siglo XIX. Gravita hacia lo exótico culturalmente, hace observaciones estudiosas y promueve hipótesis y teorías. Al leer una entrevista que dio a The Quietus, la cual pide a artistas famosos que nombren sus 13 álbumes más importantes, surge un tema en la forma en que Eno habla sobre la música: el descubrimiento.
Eno escuchó por primera vez, el grupo del evangelio en la radio de los Estados Unidos. Para sus oídos, el estribillo “rendirse a su voluntad” sonaba como “rendirse a la rueda”, una frase críptica que provocaba todo tipo de asociaciones. Pero incluso después de que aprendió la verdadera letra, se enganchó al sonido del grupo y quería saber más, aunque él mismo no es religioso.
“¿Por qué estoy tan conmovido por una música basada en algo en lo que simplemente no creo?”, se preguntó Eno. Su respuesta se adentra en un territorio filosófico, luego termina en una nota inesperadamente optimista. Si le sorprende que uno de Eno los álbumes favoritos es un registro oscuro de un grupo de gospel amateur, checa la lista ecléctica a continuación.
The Dynamic Reverend Maceo Woods and The Christian Tabernacle Choir in Concert, por Reverend Maceo Woods and The Christian Tabernacle Choir
Farid El Atrache, por Farid El Atrache
Umut, por Arif Sag
“Go Where I Send Thee,” por The Golden Gate Quartet (single)
Fresh, por Sly and the Family Stone
Plantation Lullabies, por Me’Shell NdegeOcello
The Velvet Underground, por The Velvet Underground
Early Works, por Steve Reich
Afrodisiac, por Fela Ransome-Kuti & The Africa ‘70
Glider, por My Bloody Valentine
Heartland, por Owen Pallett
Grande Liturgie Orthodoxe Slave, por Chœur Bulgare Svetoslav Obretenov
Court and Spark, por Joni Mitchell