Depósitio Sonoro

Entre la new wave y el post punk de In The Spirit World Now, nuevo disco de Ceremony

Los californianos están de regreso con un disco vertiginoso que nos interna en un sonido ochentero, post-punk con pinceladas de new wave y carisma de un grupo que ha sabido reinventarse con cada placa. Si estás dispuesto a ir más allá del power-violence y explorar nuevos/viejos territorios sonoros podrían llevarse una sorpresa.

Ceremony es una de las bandas insignia del punk californiano, sin embargo, su sonido siempre ha estado lejos de ser complaciente y han ido a contracorriente para marcar su propia tendencia. Han labrado su propio camino y han cimentado una carrera con base en la necesidad de no complacer a nadie más que a sí mismos.

Si bien nos habían maravillado a todos con su Violence Violence en 2006 pero durante 9 años y 4 discos más su sonido fue mutando hasta llegar a lo que en 2015 fue The L-Shaped Man, disco completamente aterrizado en una línea post punk, que, si bien en un inicio no fue recibido de la mejor manera por los fans y la crítica, al paso de los años se ha convertido en un disco referente de la carrera del grupo.

Ahora en 2019 nos presentan In The Spirit World Now, un disco nuevamente en la línea de su tradicional sonido, pero con pinceladas de new wave que adhieren sintetizadores, lo cual revitaliza las canciones. Debo confesar que, en un inicio, el primer sencillo, no fue nada sorprendente, pero al momento del lanzamiento de toda la placa entera, entendí lo que realmente estaba sucediendo; al grado que se ha convertido en uno de mis discos favoritos de este 2019.

Si en The L-Shaped Man la banda nos presentó un sonido muy Joy Division, en In The Spirit World Now se acercan a New Order; tanto así que en la canción “Further I Was” el intro de la batería es un tributo meramente a “Blue Monday”.

Otro punto muy acertado, son los interludios de pequeños poemas recitados por Ross y que logran aterrizar el disco aún más en este contexto artsy ochentero.

In The Spirit World Now es uno de esos discos que se van rápido y nos dejan con ganas de seguir escuchando. A pesar de todo, no es para nada un disco pretencioso, simplemente es el material de una banda que sigue oscilando sobre sus influencias y busca refrescar y dar otra perspectiva al sonido de un género que se encuentra en constante construcción y deconstrucción.

Esperemos que  algún promotor o promotora se anime a traerlos a CDMX en lo que reta del año o todo lo que nos espera para el 2020.

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