3 octubre, 2019

A estas alturas Nick Cave ha vivido todo lo que una vida puede dar. Desde las peores pesadillas como perder un hijo de la forma más trágica, hasta la dicha de crear historias e interpretarlas con su voz de una manera tan sublime que inmediatamente nos provocan una lágrima     Decir que acabamos de escuchar el mejor álbum de Nick Cave & The Bad Seeds seria la cosa más irresponsable de nuestra parte. Sobre todo cuando reconocemos que su obra completa es valorada e interpretada por los fans de manera abismal y distinta. Decir que es un álbum conceptual sabiendo que durante años Nick Cave va hilando historias de personajes que aparecen y desaparecen en ellas como le plazca, eso claro que también resultaría extraño. Lo que debemos resaltar de esta primera escucha global, es sin duda que estamos frente a una verdadera belleza. “Las canciones del primer álbum  son los niños”, dijo  Nick Cave en un comunicado. También comentó: “Las canciones del segundo álbum son de sus padres”. A partir de ahí el viaje sonoro comenzó con una especie de video lyrics en el que veíamos resaltar la letra de cada canción. Era obvio que teníamos que ver con nuestros ojos los detalles líricos. En alguna entrevista el cantante australiano aseguró que el sucesor de Skeleton Tree sería el complemento a la trilogía que comenzó con Push the Sky Away.       No hay mejor descripción del disco que la que anunció en su presentación. Este “espíritu migratorio” es y no un símbolo artístico que, sin duda, habla de trascender. Es el clímax de cualquier arte, es dejar el dolor, el amor, ir desnudo para ser puro. Es ahí, donde cada canción nos lleva a distintos pasajes, todos ellos hermosos en los que cada personajes o incluso el mismo intérprete reflexiona en distintas etapas mentales. Un detalle curioso del disco es que la parte infantil resulta ser la que tiene más canciones, más situaciones alegres y despierta el interés de seguir escuchando lo que viene en un sentimiento infantil. Por otro lado la segunda parte de Ghosteen comienza con la canción que da titulo al disco. Este track contiene sonoridad y un delicioso coro catártico; todos los elementos se convierten en misticismo que refleja la responsabilidad del artista ya que en sus líricas ahora habla del mundo real y los resultados de tanta irresponsabilidad. Aquí hay pocos tracks pero largos. Pasajes ambientales donde Nick interviene lleno de gloria y lo confirma con este disco.     En “Here we go”, nos advierte Nick, aparecen sonidos angelicales. El viaje apenas comienza y seguimos maravillados. “Fireflies” es el segundo track del disco 2. Warren Ellis juega con instrumentos de viento sutiles como el aire, todo converge. “Hollywood” es el cierre del disco, aquí simplemente ocurre todo el big bang. A estas alturas lo confirmas y dices: “lo volvieron hacer”.  The bad Seeds junto al hombre de 62 años te volaron la cabeza. Ahora, querido lector, después de escuchar este disco: ¿se atrevería a decir que es el mejor? O simplemente se  suma a la lista de los mejores discos de Nick Cave. El disco está disponible de manera digital y la preventa comienza desde hoy en versión CD y vinilo.