Los franceses de AIR, se metieron a la máxima catedral de música de Australia, el Sidney Opera House, uno de los espacios arquitectónicos más bellos que existen en el mundo, dejando registrada, además, una de sus mejores presentaciones de los últimos años.
Sin duda fue una cátedra en donde podemos soñar despiertos con paisajes utópicos, ejecutados con total control. No por nada AIR ha sido durante mucho tiempo una especie de movimiento compartido con artistas de su ciudad, llámese Phoenix o Daft Punk, entre los más populares.
En esta grabación para el Boiler Room podemos disfrutar de un viaje sonoro/visual rígido y admirable con una singular tensión al ser proyectado. Encanta y atrapa. Estremece y embelese por sobre todo, revisando su sonido comprometido en relación a toda su discografía y un par de tracks nuevos con lo que AIR ofrece una oportunidad de traer algo del arte que forma átomos en su música para trabajar en redescubrir la elegancia dentro de la deriva superficial elegante que a menudo faltar en agrupaciones más efímeras.