Fenomenología de la música para las masas

Ya sea por su ritmo bailable, sus letras pegadizas y por la cantidad de artistas que se han sumado al género. La música para las masas, con un pronunciado sesgo hacia el Reggaeton, avanza a pasos agigantados gracias a la era del internet y la globalización musical. Y aunque las fórmulas parecen dichas, artistas de otros géneros, de pop o de rock, por mencionar, se suman y buscan sacar provecho y crear canciones para escuchas sencillas. Spotyfi ha señalado esto como un fenómeno global que cual epidemia se ha expandido ya por todo el mundo. No es cosa nueva (tampoco precisamente mala) y cada año sus tentáculos se desplazan más y más, pero a su vez, cada año cambia…. Años han estado marcados por J Balvin, Willy William – Mi Gente, Luis Fonsi y su Despacito, y Maluma – Felices los 4, etc. Todos lo sabemos, o lo hemos visto, la música para las masas alegra corazones de millones de personas. Se canta sobrio para animarse, se canta borrachos con el corazón. El reggueton llegó para quedarse. Desbancó al Pop de los años 90 o 2000 o en el caso de México, a la música popular como la banda, salsa o la cumbia. Su mayor peculiaridad es que es incluyente para las clases sociales: lo puede escuchar las clases bajas o las clases altas, gente joven y gente grande. La música para las masas tienen como particularidad sumar detractores como adeptos. Crea un marco teórico del que se desprende muchas ramas. La tendencia a segmentar está caduca, y su instalación es a prueba de todo.  No es narcisismo intelectual, no es jactarse de ser distinto, para nada es el objetivo de esta nota; simplemente es analizar cómo es una suerte de best seller musical. En un país donde lo común es crear ídolos, héroes hasta convertirse en mitología popular, que rinde culto a un Santo con máscara que no muestra su rostro, es imposible no dejarse llevar por la corriente en gran parte de sus facetas; y es que el gradiente se alimenta de nuevas formas de bailar, o hasta de ligar, del fácil acceso, de la rutina alegre, de lo frecuente, de lo fácil. Pienso poco y disfruta mucho.  ¿La música para las masas es un producto desechable o perdurable?  

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