Por: Omar X Ayala Los de Bristol están de regreso con un disco lúgubre y cargado de melancolía. Sin embargo, sus ritmos se abrirán espacio en tu cerebro a base de martillazos. Mucho se ha dicho ya sobre Idles, al día de hoy muchos los aman y muchos otros los odian. Son una banda rodeada de polémica. Entre 2019 y 2020 experimentaron un hype increíble y cuando se abrieron sus fechas en México los sold outs fueron casi instantáneos. Sin embargo, la pandemia robó toda oportunidad de verlos en vivo en esta parte del mundo. Tuvieron un par de tropiezos con algunos lanzamientos y covers no tan agraciados. El público se hartó un poco de verlos en todos lados y no faltó el true que les tiró hate a más no poder. Ya entrados en 2021 lanzaron un cover para la compilación del Black Album de Metallica y los sencillos para este nuevo disco comenzaron a aparecer. Tengo que confesar que los sencillos me tenían muy decepcionado; porque si, me declaro muy fan de la banda y de sus 3 discos anteriores. Así que le llegué a Crawler con mucha precaución, sentía que me iba a quedar con un muy mal sabor de boca. Y entonces vino la sorpresa, ya que Crawler es un gran disco. Musicalmente se alejan un poco de lo hecho en Joy as an Act of Resistance y en Ultra Mono. Crawler es un disco con una propuesta casi Industrial, las bases rítmicas recuerdan muchísimo a Swans, la batería y el bajo llevan cada una de las canciones y las guitarras colorean con ruidos y texturas para crear atmósferas; mientras que la voz es lo que mantiene a la banda dentro del género. Crawler parece ser un gran material ya que ninguno de sus temas se siente forzado, el disco se desenvuelve de manera orgánica. Hay mucha simpleza en las composiciones y cada elemento funciona. No hay momentos pretenciosos, se nota que la banda ha crecido mucho en su dinámica creativa. Y las letras siguen siendo joya, Joe construye metáforas y crea juegos de repeticiones para llevar su mensaje. En este sentido creo que la capacidad lírica de Idles es uno de sus puntos más fuertes. Este disco no lo recomiendo para fans del “punk” per se, más bien se recomienda para aquellos que fans del sonido de grupos como Swans, Throbbing Gristle, Shellac, Godflesh e incluso Human Impact. Vale la pena separarse del hype (ya sea positivo o negativo) y darle una escuchada.