Depósitio Sonoro

David Cortés: “Ser melómano no es suficiente para convertirse en periodista musical”

Por: Lizbeth Serrano Gómora

Son más de 35 años los que David Cortés le ha dedicado al periodismo de rock. Su trayectoria ha transcurrido entre diarios, revistas y medios digitales, tales como El Nacional, La Mosca, Latin Pulse, Conecte, Nexos y La Zona Sucia, por mencionar algunos.
El Otro Rock Mexicano (1999), La vida en La Barranca (2008), Escritos en el tiempo (2019) y El Rock también se escribe (2020), éste último coordinado en colaboración con Alejandro González Castillo, son algunos de los libros que el también profesor de la Universidad Pedagógica Nacional ha publicado, a los cuales se suma Negra Semana Santa (2021), novela que marcó su debut como escritor de ficción.


Y aunque en este andar también ha escrito de otros temas, el doctor Cortés, como muchos lo conocen, ha sido fiel al periodismo musical, haciendo del rock mexicano underground su materia prima en decenas de textos publicados durante varios años.

  • ¿A qué edad empezaste a escuchar rock y cómo fue ese primer contacto?
    • Más a menos a los 11 años. Tenía unos primos mayores que cuando se hacían reuniones familiares eran los encargados de poner música y se escuchaban discos de Tower of Power, Ben Gees y otras bandas de los 70, y a eso le llamaban rock. Tras escucharlos comencé a investigar sobre otros grupos y en ese momento dije ”de aquí soy”.

  • ¿Qué representa para ti la música y escribir sobre ella?
    • Es la amante perfecta. Ella nunca te va a dejar, aunque sí te demanda, pero al mismo tiempo te retribuye y a mí me da una gran satisfacción. Escribir de música fue algo asombroso desde el inicio. Era impresionante ver la portada de los discos, lo que se decía del grupo y la manera en cómo se escribía. Estudié periodismo porque quería hablar sobre rock y era la única carrera donde sentía que podía confluir eso.

  • Te ha tocado hacer periodismo musical en dos siglos. ¿Cómo ha mutado el oficio?
    • Antes era menos libre, ya que trabajabas sobre orden, con el jefe de prensa cuidando que no preguntaras algo indiscreto.
      Otra cosa que ahora se hace y que antes no sucedía son las reseñas de sencillos. No se puede hacer mucho con una canción, lo ideal es trabajar con un disco completo. Hay que pensar en escribir de otras cosas y dejar de ver a la música como un mero entretenimiento.

  • Entonces ¿cómo concebir la música para que no se quede solo en eso?
    • Digamos que en un primer término sí es entretenimiento. Pero si vamos a otro nivel habemos personas a las que nos gusta analizar, investigar sobre lo que escuchamos, y a otros incluso nos ayuda en un nivel interior, llevándonos incluso a tener una actitud diferente ante la vida.

  • Desde tu perspectiva como periodista musical, ¿cómo ves la escena del rock mexicano actual?
    • La parte del mainstream se ve agüitada. Necesitamos más bandas que hagan canciones llegadoras y con letras interesantes. En cuanto al subterráneo o underground, ahí sí hay un desarrollo impresionante en varios lugares del país. Lo que sucede es que esto requiere de mayor difusión, y aunque hubiera más canales para difundirlos se sigue promocionando a los grupos conocidos. Aun cuando has escrito sobre grupos mainstream, el underground ha sido tu prioridad

  • ¿Qué implica esta labor y compromiso?
    • Mi apuesta por el subterráneo ha sido tan fuerte que ya se convirtió en una responsabilidad, que incluso va más allá de mis deseos y es lo que la gente que me lee espera de mí. Buscan mi trabajo para ver de qué extraño grupo voy a hablar. Es una labor pesada, a veces, y más cuando las personas creen que es una labor sencilla. A pesar de tener experiencia en esto he hecho notas que me ha llevado meses escribir, pues exige que conozca la trayectoria del solista o la agrupación, investigar y otras cosas más.

  • ¿Cuáles son tus influencias literarias y periodísticas al momento de escribir?
    • En términos de rock y periodismo admiro a José Luis Pluma, Óscar Sarquiz, Antonio Malacara y Walter Schmidt. En terrenos literarios tengo influencias de autores como Roland Barthes, Julia Kristeva, Gaston Bachelart, Borges y Umberto Eco.

  • ¿Cuáles son tus grupos de rock mexicano favoritos?
    • Soy muy fan de Decibel, me encanta Cabeza de Cera, Luz de Riada, Barcos de Papel, La Barranca, San Pascualito Rey, Homero Ontiveros y muchos otros.

  • Algunos creen que para ser periodista musical basta con ser melómano. ¿Esto es suficiente?
    • No. Ser periodista es tener buena reacción y sintaxis, un amplio vocabulario y leer. Teniendo eso puedes escribir de música y de lo que quieras. Quien es periodista también tiene que maravillarse y aspirar a ser no solo como los grandes periodistas, sino también como los grandes escritores.

  • Mucho de lo que se escribe actualmente en medios musicales son contenidos inmediatos y que responden a tendencias. ¿Qué opinión tienes al respecto?
    • A veces creo que el problema no radica en los reporteros, sino en los jefes de información, que al parecer es una figura que ha desaparecido, y por supuesto en los editores. Y en estos últimos en el sentido de que son muy jóvenes, No tengo problema con la juventud, sino con la falta de experiencia. Y si apuestas solo por la inmediatez, es obvio que se busquen temas de moda, virales y ganen likes. Ahora lo que importa más son los números.

  • Entonces ¿qué papel y funciones tendría que asumir el periodista musical?
    • Un periodista tiene que salir a la calle, preguntar, cotejar, observar y buscar mas fuentes de las oficiales. Hay que apelar al ingenio para llevar la primicia. Debe ser un intermediario, señalarle al escucha ciertos detalles interesantes de la música que le gusta y darle a conocer a los involucrados y todo el trabajo que hay detrás de un disco. También tendría que rescatar la entrevista a profundidad con los músicos, dar a conocer sus procesos creativos y su dimensión humana, ser curioso e investigar. Sin embargo, el consumo inmediato ha hecho que se pierda esto. El que hoy escribe no tiene la oportunidad de compenetrase con algo porque no se lo permiten, ni él se lo permite y en muchas ocasiones simplemente no le interesa.

  • ¿Qué haría falta por hacer para hacer periodismo musical y no solo contenidos?
    • Se tendría que establecer una revolución al interior del periodismo; que los mismos editores reporteros y redactores quisieran cambiar las cosas por estar hartos de lo que sucede y con ello enfrentarse a la industria. Espero que antes de morir pueda ver algún cambio sobre esto.

  • Compárteme una experiencia que te haya dejado una satisfacción profesional y personal, y también aprendizaje.
    • Cuando uno está afuera piensa que todo es glamour con los músicos y que si salen en la tele automáticamente tienen fama y lana. Pero a mí me tocó entrevistar a bandas de rock mexicano, que hoy son muy populares, a las que me tuve que pagarles el taxi. Gente que ve a los músicos sobre el escenario cree que tienen mucho dinero, pero no es así. Por eso hay que pagarles por lo que hacen y más si se trata de un grupo independiente.

  • Haciendo un corte de caja, ¿cómo ha sido este andar de 36 años como periodista de rock?
    • Ha sido genial; no es fácil vivir de lo que te gusta y seguir haciéndolo. Ahora ya no vivo exclusivamente de eso, ya que tengo un trabajo como docente universitario, pero sigo dentro del periodismo musical. Y algo que no pensé al inicio fue escribir libros, documentos que quedan para la posteridad. Ahora ya hasta me dicen doctor Cortés. (risas).

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio