Luego de 5 años de espera, el trío de shoegaze texano Ringo Deathstarr regresa para entregarnos su sexto disco de estudio haciendo gala de una excelsa e hipnótica distorsión de guitarras, manteniéndose fieles al reverb y las clásicas paredes de guitarra propias de My Bloody Valentine, Ride y The Jesus and Mary Chain.
Canciones tan delicadas como la instrumental “Nagoya“, encargada de abrir de forma sutil el álbum, aunada a “In your Arms”, “Heaeven Obscured“ y“Disease“ en donde la voz de Alex Gehring se mezcla de forma natural con la estridencia de “Just like You, Gazin” y “God Help The Ines You Love”, a cargo de Elliot Frazier, forman una simbiosis sónica maravillosa que se mantiene a lo largo del disco.
Mención aparte para “Be Love“, una bella armonía de 3:42 minutos que recuerda a “Fools Gold“ de The Stone Roses, gracias a un beat finamente marcado por Daniel Coborn en la batería. Tal vez lo más arriesgado del disco.
A través de 13 canciones, la banda de Austin logra lo que tanto habían anhelado a lo largo de 13 años de carrera musical: encontrar su propio sonido en medio de un revival que sigue siendo totalmente desconocido e infravalorado por muchos. Tal vez por eso decidieron llamar a este nuevo trabajo simplemente Ringo Deathstarr, para que no quede duda de quién se trata. Es bueno saber que el shoegaze sigue vivo entre pandemias y colapsos económicos