En los últimos años, el concepto Jazz Is Dead ha cobrado una relevancia única dentro de la música contemporánea. Lo que comenzó como una declaración provocadora, desafiante y casi herética dentro de la comunidad jazzística, se ha convertido en un movimiento musical y sello discográfico que redefine lo que significa el jazz en el siglo XXI.
Desde sus inicios, el jazz ha sido un género en constante evolución. Aunque muchos críticos han declarado su “muerte” en diferentes épocas, el jazz ha demostrado ser un estilo resiliente, siempre encontrando nuevas formas de expresión. En este contexto surge Jazz Is Dead, un proyecto musical y sello discográfico que busca redefinir el jazz contemporáneo al fusionarlo con elementos de hip-hop, soul, funk y música electrónica.
Creado por Adrian Younge y Ali Shaheed Muhammad (A Tribe Called Quest), Jazz Is Dead no solo es una provocadora declaración de intenciones, sino también una plataforma de colaboración intergeneracional que reúne a leyendas del jazz con productores modernos, creando un puente entre el pasado y el presente del género.
Origen y Filosofía del Proyecto
El concepto de “Jazz Is Dead” no es nuevo. A lo largo de la historia, se ha utilizado para describir períodos en los que el jazz parecía perder relevancia comercial o creativa, ya sea con la llegada del rock en los años 60, el auge del pop en los 80 o el dominio del hip-hop en los 90 y 2000. Sin embargo, lejos de ser una sentencia de defunción, la frase es una provocación que invita a cuestionar lo que significa el jazz en la actualidad.
Adrian Younge y Ali Shaheed Muhammad decidieron apropiarse de esta expresión para demostrar que el jazz sigue vivo, aunque en una forma diferente. Su enfoque es claro:
- Recuperar el sonido clásico del jazz con una producción analógica y orgánica.
- Fusionar el jazz con estilos modernos como el hip-hop, soul y electrónica, sin perder su esencia.
- Brindar un espacio a leyendas del jazz que no han tenido el reconocimiento que merecen en la industria actual.
El proyecto nació en 2019, cuando Younge y Muhammad comenzaron a trabajar con artistas legendarios, grabando sesiones en su estudio Linear Labs en Los Ángeles. Lo que empezó como un experimento pronto se convirtió en una serie de álbumes que revitalizaron la escena jazzística con un sonido fresco y atemporal.
El Sonido de Jazz Is Dead
Jazz Is Dead es un laboratorio sonoro en el que el jazz se mezcla con diferentes influencias, creando una identidad única. Entre sus principales características destacan:
- Producción analógica y sonido cálido
- Todos los álbumes de Jazz Is Dead se graban en cinta y con equipos analógicos, logrando un sonido orgánico y profundo que recuerda a las grandes grabaciones de jazz de los años 60 y 70.
- Influencia del hip-hop y la música negra
- Como exintegrante de A Tribe Called Quest, Ali Shaheed Muhammad aporta una sensibilidad hip-hopera al proyecto, con beats sólidos y grooves envolventes que recuerdan al boom-bap clásico.
- Improvisación y experimentación
- Aunque las producciones son cuidadas, el espíritu de la improvisación jazzística sigue presente en cada álbum, permitiendo que los músicos exploren su creatividad sin restricciones.
- Colaboraciones con grandes figuras del jazz
- Cada disco es una conversación entre generaciones, en la que músicos icónicos del jazz encuentran nuevos espacios de expresión junto a productores contemporáneos.
Discografía y Artistas Clave
Desde su primer lanzamiento en 2020, Jazz Is Dead ha publicado una serie de álbumes en los que colaboran con algunos de los músicos más influyentes del género. Entre los discos más representativos se encuentran:
1. Jazz Is Dead 001 (2020)
Este primer volumen sirve como introducción al concepto, con colaboraciones de varios artistas, incluyendo Roy Ayers, Gary Bartz y Marcos Valle. Es un álbum lleno de grooves funky, melodías envolventes y texturas cinematográficas.
2. Roy Ayers JID002 (2020)
El legendario vibrafonista Roy Ayers, pionero del jazz-funk, se une a Younge y Muhammad en un álbum que combina soul, jazz y electrónica con una atmósfera hipnótica y cálida.
3. Marcos Valle JID003 (2020)
El maestro brasileño Marcos Valle aporta su inconfundible estilo bossa nova a la serie, resultando en un disco que fluye entre el jazz y los ritmos tropicales.
4. Azymuth JID004 (2020)
La icónica banda brasileña Azymuth, conocida por su mezcla de jazz, funk y samba, entrega uno de los discos más vibrantes de la serie, con una instrumentación enérgica y llena de groove.
5. Doug Carn JID005 (2021)
Este álbum recupera la esencia del jazz espiritual de los años 70, con una producción moderna que le da un nuevo brillo a la voz y teclados de Doug Carn.
6. Jean Carne JID006 (2021)
Uno de los nombres más importantes del jazz vocal y el soul de los 70, Jean Carne ofrece una obra llena de emotividad y elegancia.
7. Tony Allen JID007 (2021)
Uno de los últimos proyectos del legendario baterista de Fela Kuti antes de su fallecimiento. En este álbum, el afrobeat y el jazz se entrelazan en una fusión rítmica impresionante.
Impacto y Recepción Crítica
Desde su lanzamiento, Jazz Is Dead ha sido ampliamente elogiado por la crítica especializada, recibiendo reconocimiento en medios como Pitchfork, The Guardian y NPR.
El proyecto ha demostrado que el jazz no está limitado a la nostalgia, sino que puede seguir evolucionando y dialogando con los sonidos contemporáneos. A través de sus álbumes y presentaciones en vivo, Jazz Is Dead ha logrado acercar el jazz a una nueva audiencia, incluyendo a fanáticos del hip-hop y la música electrónica.
Además, ha dado nueva visibilidad a músicos veteranos que, aunque fundamentales en la historia del género, no siempre han recibido el reconocimiento que merecen.
Jazz Is Dead en Vivo y el Futuro del Proyecto
Uno de los aspectos más emocionantes de Jazz Is Dead es su dimensión en vivo. El colectivo ha realizado giras y presentaciones especiales, llevando la experiencia de estos discos a escenarios de todo el mundo.
En cuanto al futuro, Younge y Muhammad han expresado su deseo de seguir expandiendo el proyecto, explorando nuevos sonidos y colaboraciones con más artistas icónicos.
Se espera que nuevos volúmenes de Jazz Is Dead sigan apareciendo en los próximos años, consolidando esta serie como un movimiento esencial dentro del jazz contemporáneo.
Conclusión: ¿Está Realmente Muerto el Jazz?
La respuesta es clara: No, el jazz no está muerto, pero ha cambiado de forma. Jazz Is Dead no es un epitafio, sino un renacimiento, una prueba de que el género sigue vivo, evolucionando y fusionándose con nuevos sonidos sin perder su esencia.
El trabajo de Adrian Younge y Ali Shaheed Muhammad ha demostrado que el jazz no es un estilo del pasado, sino una fuerza creativa en constante transformación. En un mundo donde los géneros musicales se diluyen y las influencias se mezclan, Jazz Is Dead es un testimonio de cómo la historia y la modernidad pueden coexistir en armonía.
Si aún no has explorado este fascinante universo sonoro, Jazz Is Dead es el punto de entrada perfecto para redescubrir el jazz con una nueva perspectiva