Depósitio Sonoro

Irving Alfaro

Led Zeppelin celebra su 50 aniversario con micrositio para personalizar tu nombre o frase con la tipografía de la banda

Como parte de la celebración de su 50 aniversario, la legendaria banda británica Led Zeppelin ha compartido en sus redes sociales una liga a un micrositio web en donde se puede personalizar tu nombre o frase favorita con la tipografía clásica de la banda.   Además, dicho sitio también cuenta con una liga para crear tu propia playlist con tus rolas favoritas de la banda, contando con toda su discografía remasterizada a tu disposición. La lista puede tener desde 12 a 50 canciones con el orden y el nombre que tú prefieras. Al final, el sitio te mostrará el tracklist final con algunas estadísticas sobre las canciones que seleccionaste, como las preferidas por los fans, las más escuchadas,  las “joyas escondidas”, las mejores rolas de un concierto, etc. con el fin de darle un toque personalizado antes de poder compartirla en todas tus redes, incluyendo a Spotify. Por si fuera poco, también podrás ver a algunos artistas nacionales e internacionales que han creado sus propias listas para que conozcas y compares tus gustos con Jack White, Royal Blood y… ¿¡Maná?! Bueno, no los culpo, es Led Zeppelin. Checa el sitio aquí: https://lz50.ledzeppelin.com/y compártenos tus imágenes en los comentarios de la publicación en Facebook.

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Weezer lanza un disco compilatorio de covers

Mientras el mundo espera “impacientemente” por el desconcertante Black Album de  Weezer, la banda anunció el día de ayer en sus redes al lanzamiento sorpresivo de un disco compilatorio de covers para complacer a sus fans, mientras esperan un mes más la salida de dicho disco.   The Teal Album contiene 10 covers que la banda ha realizado a lo largo de los últimos 20 años, desde Billie Jean(Michael Jackson), Everybody wants to rule the world(Tears for fears), Africa(Toto), Take on Me(A-ha), Happy together(The Zombies) hasta Paranoid(Black Sabbath), por nombrar algunas. En su sitio web, existe una versión de lujo que incluye una cartera de velcro con un billete de 1 dólar, firmado por alguno de los integrantes de  la banda + la descarga digital de The Black Album (disponible a partir del 1 de marzo).

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Morphine: La cura para el dolor

Hay bandas/artistas como Morphine que están destinadas por las estrellas a ser grandes leyendas en su género. Figuras que influyen en millones de personas en todo el mundo y dejan su nombre grabado en letras de oro en la historia de la música. Sin embargo, también hay bandas/artistas que provienen de escenas pequeñas, muy locales, de nichos muy específicos, de géneros casi incomprendidos y olvidados que también han dejado grandes músicos e intérpretes pero que, desgraciadamente, no cuentan con la trascendencia que deberían, porque simplemente la vida es así. Justo en esa categoría podríamos poner a una banda alternativa de los 90 llamada Morphine, un power trio conformado por Mark Sandman (vocalista y bajista), Dana Colley (saxofón) y Billy Conway (batería). Una de las primeras bandas en probar que no se necesita una guitarra (al menos no como instrumento principal) para contar con un sonido potente y arriesgado. Desde su origen en 1989, la banda originaria de Cambridge, Massachusetts, combinó de forma muy peculiar el blues, el jazz y el swing con elementos básicos de rock en la mayoría de sus arreglos; mientras Colley usaba un saxofón barítono, Sandman se caracterizaba por tocar un bajo de dos cuerdas que estaban tensadas de tal forma que emitían la misma nota, dándole a su música un estilo muy original que de inmediato llamó la atención en pequeños clubs de Cambridge y Nueva Inglaterra. Algunos críticos especializados catalogaron a Morphine como una banda de  Low Rock.   Su primer disco Good contó con You look like rain, un suave y delicado ritmo de Acid Jazz entretejido con la envolvente voz de Sandman, mismo que logró colarse a algunas radios universitarias y los llevó a presentaciones en lugares pequeños de Massachusetts, pero fue en 1993 con Cure for Pain que Morphine llegaría a algunas cadenas locales de radio comercial para entrar de forma moderada y sutil al mainstream, gracias a una poderosa canción marcada por una línea bajo muy eficaz e hipnótica llamada ‘Buena’   Tiempo después saldrían Yes (1995) con diversas críticas no tan favorables, y Like Suimming (1997) con el que volverían a captar la atención de la prensa especializada, sobre todo de Rolling Stone y NME, quienes veían en la banda el potencial creativo suficiente como para romper las barreras entre el consciente colectivo comercial y el jazz. Sin embargo, esto nunca sucedió.   Aun así, la banda continuó realizando giras pequeñas por Europa y preparando un nuevo material denominado The Night, que sería lanzado de forma póstuma en el año 2000, debido a la temprana y sorpresiva muerte de su vocalista durante una presentación en Palestrina, Italia, el 3 de julio de 1999. La causa: un paro cardiaco que sepultó para siempre el futuro de la banda.  Sandman tenía apenas 46 años. A partir de entonces, nacería la leyenda de Mark Sandman y su banda Morphine, que nunca pudo consagrarse dentro del circuito comercial, pero que se convertiría en una de las bandas de culto más respetadas en todo el mundo, sobre todo en países como Bélgica, Portugal, Francia y España y por músicos como Les Claypol, Josh Homme y Miker Watt. Su estilo combina la elegancia de Miles Davis, la introspección de Coleman Hawkins y la solemnidad de John Coltrane, con pequeños trasfondos de ingenuidad y cinismo (Thursday, Sheila, In spite of me y Empty Box), en algunos casos guiados por Sandman (I’m Free Now, Like Swimming) y en otros, por la química existente entre los tres integrantes de la banda (Lilah, Miles Davis funeral ).   Para la posteridad queda su música como el legado perfecto entre el Jazz y el Blues, como una cura para el dolor encarnada en una banda con un final poético, casi a la Leonard Cohen: inesperado, repentino y pacífico. Después de todo, morir en un escenario mientras haces lo que más te gusta en la vida, de alguna forma debe ser un privilegio al que pocos músicos tienen acceso.

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Mew En El Plaza. Frengers: Not quite Friends, but not quite strangers

Después de vestir de negro el alma y exorcizar nuestros demonios con la presentación de Nick Cave en el Pepsi Center, tocó el turno a los daneses Mew de llenar nuestros corazones de melancolía y nostalgia al tocar de principio a fin Frengers, su disco más exitoso a nivel internacional, que este año festeja su décimo quinto aniversario. Desde las 5 de la tarde, el número 4 de Juan Escutia ya tenía a los primeros fans haciendo fila para ser los primeros frente al escenario del Plaza, algunos con camisetas de la banda y otros con algún póster del evento que pintaba para algo épico, mientras el sol hacía su aparición de forma inclemente y los clásicos revendedores pedían un minuto de tu tiempo para hablarte del precio de sus boletos. Así transcurrió toda la tarde y ya entrada la noche el lugar se fue llenando hasta que no cabía un alma más, todo el mundo se notaba muy tranquilo, algunas parejas comentaban cuales eran sus canciones favoritas, mientras otros aseguraban que todo el trabajo de Mew es impecable, pero que definitivamente Frengers es el bueno.   Exactamente a las 21:05 pm las luces se apagaron y los gritos del público no se hicieron esperar: Repeaterbeater rompió el silencio y todo el mundo comenzó a cantar junto al vocalista Jonas Bjerre para dar comienzo a un pequeño repertorio de canciones de toda su carrera musical, entre las que destacaron Special, The Zookeepers Boy, Apocalypso, Saviours of jazz ballet y Louise Louisa,  viejas conocidas del segundo disco: And the glass handed kites, así como Satellites y Candy Peaces all smeared out de sus últimos trabajos. Después de un pequeña pausa, el grupo regresa para tocar los primeros acordes de Am I Wry y todo se vuelve una locura, la gente comienza a gritar descontroladamente, los visuales son increíbles y Jonas con guitarra en mano comienza a cantar la primera canción del Frengers. Era el momento de la nostalgia. 156 continuó la velada con una versión totalmente renovada y diferente a la original, pero con los mismos cambios de ritmo, mientras todos cantaban y gritaban cada una de las letras: “From my boat i can see your house, and when the light are on… i can watch you move”. Luego llegó el turno a Snow Brigade, uno de los momentos más altos y estridentes del Frengers, que de inmediato provoca miles de empujones y saltos entre los asistentes.   Con Symmetry pudimos escuchar la voz en off de Becky Jarret, mientras se proyectaba su imagen en el fondo blanco detrás de la banda. Mismo caso con Her voice us beyond her years, que contó con backingtracks de Stina Nordenstam, mientras que Behind the Drapes se encargó de llenarnos de lágrimas con su ritmo melancólico y oscuro: “Why are we so alone, even with Company”. Los visuales mostraban un fondo negro con algunas luciérnagas que se movían de un lado a otro, como en el video que alguna vez vimos en MTV.   One flew over, one was destroyed mantuvo un aire de nostalgia entre los fans más aguerridos de la banda para dar pie a otro de los momentos más emotivos de la noche con She came home for Christmas, que contó con la proyección del video en una tonalidad muy baja, para hacer notar el efecto del paso de los años, como si se tratara de una cinta de película a punto de velarse. She Spider volvió a encender el ánimo del público con el rasgueo de las guitarras y de inmediato todos comenzaron a brincar y gritar al unísono con el coro: “Confident, Tangled up in a nice life, Put the sipder in you…”. Al final, el solo de guitarra de Mads Wegner fue más largo, provocando un éxtasis hipnótico entre todos los asistentes que no paraban de cantar. Otro momento épico del concierto. De pronto, un largo silencio. Todos saben que la siguiente canción será la última y tal vez el mejor momento de todo el concierto. Mads comienza a tocar los 3 acordes iniciales  y todo el mundo estalla de emoción mientras Jonas comienza a cantar acompañado de la dulce y triste melodía de Comforting Sounds. La canción va creciendo poco a poco hasta convertirse en una monumental pared de sonido tan emotiva que podría hacer estallar el universo. La piel se eriza, es imposible no sentir nada ante tal portento musical. De fondo se aprecia el video original de la canción con personajes extraños tocando violines y chelos hasta que después de 8 minutos por fin termina de forma sublime. El recinto se llena de lágrimas y aplausos, Jonas baja del escenario para saludar a los asistentes de la valla, los empujones te obligan a moverte, todo el mundo quiere despedirse. Finalmente el grupo se postra al frente y hacen una reverencia al público mexicano. Se ven felices y muy conmovidos por la respuesta del público. La melancolía ha terminado pero la magia se repetirá al día siguiente. Hoy brindamos por una noche memorable y los maravillosos 15 años del Frengers. El Setlist no pudo ser mejor.   Setlist: Repeaterbeater Special Satellites Candy Pieces All Smeared Out Count to Ten Apocalypso Saviours of Jazz Ballet Louise Louisa   Frengers: Am I Wry? No 156 Snow Brigade Symmetry Behind the Drapes Her Voice Is Beyond Her Years Eight Flew Over, One Was Destroyed She Came Home for Christmas She Spider Comforting Sounds

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Nirvana y el poder catártico del Nevermind a 29 años

¿Qué más se puede decir de un disco como el Nevermind? Más allá de lo que ya todos sabemos de este enorme portento musical: millones de discos vendidos; Smells Like Teen Spirit como la rola que definió a una generación; el trabajo de Butch Vig como productor; la escena emergente de Seattle y la importancia de MTV como catalizador de la escena grunge, etcétera, preferí abocarme a escribir lo que realmente significa para mí el Nevermind de Nirvana, que el día de hoy cumple 29 años.  Una solitaria criatura de apenas 4 meses flota desnuda en una piscina, sin ninguna complicación aparente y frente a ésta flota de manera tentadora el símbolo de poder más grande de la civilización occidental: un billete de un dólar fijado a un anzuelo de pesca. Tal vez, fue una metáfora de lo que significó la llegada de Nirvana a la industria musical y al consumo masivo: un grupo ingenuo y retador al mismo tiempo.   La primera vez que vi la portada tenía 5 años y fue gracias al tío rockero, que en ese entonces estaba tan metido en el grunge que decidió comprar los discos de Pearl Jam, Alice in Chains y Nirvana. La sola imagen del bebé desnudo era todo un escándalo para la moral de una familia católica de clase media mexicana. Obviamente yo no sabía nada de eso y básicamente me valía madre.   Sin embargo, esa poderosa imagen regresaría a mí durante la adolescencia para acompañarme en mi primer fracaso amoroso, la primera gran discusión con mis padres y la subsecuente salida de mi casa para vivir con mi abuela, mis primeras borracheras en la Voca 11, mi primer relación sexual, mi acercamiento con algunas drogas, el sentimiento de fracaso, el miedo de no saber qué hacer con tu vida a los 16 y algunos sinsabores más de la vida y del amor que se vieron envueltos entre canciones como Lounge Act, In Bloom, Lithium y Come As You Are; mientras que Territorial Pissings, Breed, Stay Away y Smells Like Teen Spirit, se convirtieron en mis mejores amigos al momento de querer romperle la cara a alguien y liberar toda esa energía contenida durante años. Los momentos más depresivos llegarían, por supuesto, de la mano de Drain You, Polly, On a Plain y Something in the Way de manera tan visceral y acertada que pereciera que las canciones me hablaban directamente a la cara. Resultaba muy fácil identificarse con el sonido y las letras, aun cuando se tratase de una banda norteamericana con otro nivel de vida (aparentemente) y otras raíces culturales. Al final, no éramos tan diferentes. Y a pesar de los detractores de Nirvana, (quienes siempre vieron una banda punk muy simplona a nivel musical) lo que queda como legado aparte de lo obvio, es un mensaje muy claro: No necesitas ser un virtuoso de la música, no necesitas maquillaje, ni pantalones de cuero, no necesitas ser un símbolo sexual, ni tener un mensaje político-social para ser un rockstar; lo único que necesitas es un poquito de actitud y un mensaje claro, contundente: Cualquiera puede tocar una guitarra y gritarle al mundo que está hasta la madre de todos y de todo. Saber eso cambia totalmente la perspectiva de un género dominado por personajes inalcanzables e intocables. Es ahí donde el discurso de Nirvana toma fuerza y se convierte en un momento crucial para la historia del rock: Todo el mundo estaba hasta la madre de Guns and Roses, Michael Jackson y Madonna. Era el momento de algo nuevo y Nevermind llegó en el momento preciso para cambiarlo todo. Larga vida a los poderes catárticos del Nevermind y al trabajo de Kurt Cobain.  

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La historia detrás de Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space de Spiritualized

Este junio de 2024 se cumplen 27 años de ésta obra seminal, te contamos la historia que le dio forma y fondo a uno de los mejores discos en la historia del rock contemporáneo: Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space de Spiritualized. 1997 fue un año seminal para la música, al menos en tres vertientes: la alternativa, la electrónica y el pop. En ese entonces podías encontrar a bandas como Blur, Suede, Pulp y Oasis en la cúspide/ocaso de sus carreras, mientras una nueva ola de grupos de música electrónica como Daft Punk, The Chemical Brothers, Air, The Prodigy y Aphex Twin, comenzaban a desplazar a dichos grupos con todo y sus fans; al mismo tiempo que el mundo se sumergía en una salvaje promoción de las Spice Girls en radio, tv, revistas, periódicos y… latas de Pepsi. Seguidos por Hanson y Sixpence None The Richer, la base perfecta para lo que vendría después con Britney Spears. Existió también otro género que ganó mucha fuerza ese mismo año por la calidad interpretativa y el sonido experimental de bandas y artistas como Portishead, DJ Shadow, Massive Attack y UNKLE dieron vida al Trip Hop años atrás, mezclando samples y scratcheos propios de la música electrónica con el jazz fussion, rock y soul downtempo, para crear algo verdaderamente sublime. Entre tantas expresiones artísticas ocurriendo al mismo tiempo en diferentes partes del mundo, surgió una de las historias de triángulos amorosos mejor guardadas del rock con la llegada del disco Ladies and Gentlemen we are floating in space de Spiritualized, un disco de proporciones épicas que marcaría un antes y un después en la vida de Jason Pierce, -AKA J. Spaceman- vocalista y líder de la banda. La historia va así: A principios de los 90’s, de las cenizas de Spacemen 3, surgió Spiritualized, una banda que combinaba la psicodelia y el blues con el shoegaze, para crear algo denominado Space Rock, según Jason. Con la salida del disco debut de Spiritualized “Lazer guided melodies”, la banda llamaría la atención de Richard Ashcroft, vocalista de The Verve, que por ese entonces se encontraba promocionando su primer sencillo “All in the mind”, por lo que ambas bandas se embarcarían en una gira a principios del ’92, compartiendo su amor por Pink Floyd, los sonidos saturados, los pedales de distorsión y las drogas. Es bien sabido que mientras los chicos de The Verve viajaban al espacio con LSD, los integrantes de Spiritualized preferían perderse entre las dosis de heroína que encontraban en cada ciudad que visitaban. Desde ese entonces una chica rondaría todas las sesiones de grabación, los ensayos y las tocadas de la banda hasta convertirse en la novia de Pierce, para luego incorporarse a los teclados y unirse formalmente a la banda, su nombre: Kate Radley. A partir de entonces, Radley se convertiría en la musa inspiradora de Pierce, siendo el tema principal en algunas canciones de la banda como: “If I were with her now”  y “I want you”. Hasta aquí, todo parecía una historia de amor perfecta y sin complicaciones, pero la felicidad no es para siempre. En 1995, Spiritualized lanzaría Pure Phase un disco alabado por la crítica pero sin éxito comercial, mientras que The Verve haría lo propio con el maravilloso A Northern Soul, con el que ganarían los elogios de la prensa, y de Noel Gallagher (quién también se encontraba en el mejor momento con Oasis), para luego dejar la escena underground y dar el gran salto al mainstream en cuestión de meses. Fue en ese momento en que Ashcroft y Radley decidieron casarse en secreto, así es, leíste bien, ¡Ashcroft y Radley!… En otras palabras, uno de tus mejores amigos se casa con tu novia a tus espaldas. Increíble ¿no? Lo curioso del caso no es que se haya mantenido el secreto por más de 15 años o que nunca se hiciera un escándalo mayor en la prensa británica sobre el mismo, al ser revelado en 2012, sino que Radley siguió siendo parte de la banda 2 años más, aún después de terminar su relación con Pierce, hasta 1997, año en que se lanzara Ladies and Gentlemen we are floating in space, un disco por demás íntimo y destructivo que por fin llevaría a Spiritualized a la cima de éxito internacional, pero ¡a qué precio! En dicho disco, a Radley se le acreditaría como la encargada de los teclados, el órgano y el piano. Resulta obvio que dicho suceso provocó en Jason un efecto devastador que lo hizo recaer en su consumo de heroína, (que había dejado desde la llegada de Kate a la banda), pero al mismo tiempo exaltó su capacidad creativa a niveles insospechados, no solo a nivel lírico sino musical. Durante 2 años, Pierce tuvo a bien experimentar con el gospel,  R&B, soul, garaje rock, blues y jazz para generar 12 canciones de proporciones épicas, en su totalidad dirigidas a su ex novia. Casi tan revelador y oscuro como The Downward Spiral de NIN, Ladies… es la descripción perfecta de la autodestrucción de una persona después de una ruptura amorosa. Lo más irónico, sin duda, es que el disco inicia con la voz de Radley pronunciando casi como un susurro: “Ladies and gentlemen we are floating in space”, seguido por la voz de Pierce: “All i want in life’s a little bit of love to take the pain away”. Mientras que en I think i’m in love se hace una clara alusión al uso de heroína: “Love in the middle of the afternoon, just me, my spike in my arm and my spoon”, al igual que en la última canción Cop shoot cop: “There’s a hole in my arm where all the money goes”. Según declaraciones de Sean Cook, entonces integrante de la banda, Pierce no era tan prolífico al momento de escribir, pues por lo general se tomaba su tiempo y comenzaba con la parte musical, dejando que las letras llegaran a él poco a poco mientras se armaban las

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En defensa del Post Grunge: algunas joyas perdidas

Uno podría llegar a pensar que el Post-grunge es de esos géneros súper populares reconocidos y amados por todo el mundo, después de todo tienen como piedra angular a las cuatro leyendas de Seattle y a uno de los géneros más respetados a nivel mundial por su trascendencia y peso específico en la historia del rock, pero no.   De hecho, muchas de las canciones de las bandas pertenecientes a este género son comúnmente etiquetadas como placeres culposos, debido a que en muchas ocasiones la prensa especializada criticó severamente a muchas de ellas por “robar”  o intentar sonar como la copia de Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden o Alice in Chains y, la verdad, hay algo de razón en eso. Sin embargo, como bien decía Julio Martínez, ex-conductor de Radioactivo y Reactor, Nadie nace de 25, es decir, que todos atravesamos distintas etapas de madurez emocional que, puede cambiar nuestros gustos musicales a través de los años, o afirmar los que ya tenías. El Supuesto Inicio Tras la muerte de Kurt en 1994, y la súbita aparición del Britpop en Inglaterra, la escena musical alternativa de Norteamérica se encontraba de nuevo buscando su identidad en medio de una vorágine cultural, tecnológica y política que estaba cambiando la forma de ver, entender y comunicar al mundo: los celulares eran una revolución y empezaban a convertirse en un símbolo de estatus social; la producción de discos compactos ya había desplazado por completo a los cassettes y a los viejos vinilos; el internet comenzaba a ganar seguidores en el mundo; todo mientras el presidente Clinton metía su mano debajo de la falda de una becaria de la casa blanca de apellido Lewinsky y una oveja llamada Dolly se convertía en el primer mamífero clonado en el universo.   Fue en ese momento en el que bandas como Silverchair, Bush, Weezer, Live, Matchbox Twenty, Creed, obviamente Foo Fighters y un laaaaaargo etcétera, comenzaban a inundar las radios universitarias en todo el mundo con un sonido muy parecido al de la escena Grunge de Seattle, (tal vez un tanto edulcorado) a la par de otras bandas como Stone Temple Pilots, Smashing Pumpkins, Collective Soul, Candlebox, Live e incluso Radiohead (con su primer disco), que por momentos fueron catalogadas como Grunge. Pero más allá de ponernos “exquisitos” y emitir juicios de valor, (muy al estilo de Nicolás  Alvarado) entre una y otra banda o entre géneros musicales, preferí centrarme en las mejores rolas de éstas y otras bandas etiquetadas como Post-Grunge. Porque realmente no importa como surgieron o si copiaron cínicamente algunas fórmulas, melodías, o si se subieron al género de moda para llegar a la cima por un momento… a estas alturas ¿a quién le importa? Aunque, ciertamente, no son tan talentosos como sus antecesores inmediatos, sí crearon un pequeño sub-género de rock que por momentos tuvo sus destellos de genialidad y dieron pie al surgimiento de otros géneros como el también odiado Nü Metal, y seguramente tú alguna vez cantaste una o muchas de éstas rolas en las fiestas de la prepa, en tu universidad o en la reunión de tu generación de hace 2 semanas.

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¿Cuándo vendrá Death Cab For Cutie a México?

Por alguna extraña razón nunca han venido y no sabemos si algún día lo harán. We have the facts, and we’re voting yes: Hace unos días, gracias a la inmediatez de las redes sociales, me enteré del aniversario no. 15 del único y maravilloso disco de The Postal Service: Gave Up y fue inevitable no pensar en Death Cab For Cutie, y específicamente en Ben Gibbard, compositor y voz principal en ambos proyectos. Little Bribes Pero lo que en verdad llamó mi atención fue que tratando de recordar alguna presentación de DCFC en México, ¡oh sorpresa!, descubrí que NUNCA han pisado tierra azteca y, aunque las razones podrían ser muchas: desde que su booking manager pida lo imposible para traer a la banda, no aprovechar el timing de sus giras en festivales y presentaciones cercanas a México, su capacidad de vender boletos en México (que tiene mucho que ver con cuantos fans cuenta la banda en México, que no son pocos, debo decir), cuesta trabajo entender cómo es que los organizadores de conciertos y/o curadores de festivales en México hayan dejado de lado a tan importante banda del llamado Indie Rock. Sobre todo ahora que la cantidad de festivales aumenta y se diversifica exponencialmente año con año y que permite que bandas incluso más nuevas y con pocos recursos puedan presentarse en venues muy pequeños pero con una exposición mediática a nivel mundial. Y, ¿por qué tanto alboroto por una banda así? Podrían pensar… pues, por varias razones que ahora expongo:   This Charming Man Benjamin Gibbard nació y creció en Washington escuchando a las bandas punk de su escena local, desde Bad Brains, Fugazi y Minor Threat, hasta Sunny Day Real State, Scream, Mudhoney, Soundgarden y Nirvana (¡vaya escena!), lo cual lo lleno de bríos para comprar su primer guitarra en 1997, año en el que él solo grabó y editó todos los instrumentos de su primer disco, realizando las maquetas de sus primeras canciones, mezclando y produciendo todo hasta tener como resultado: You can play this songs with chords, un demo grabado en cassette que Ben repartiría con sus amigos durante fiestas, algunas radios locales y universitarias que terminaron por programar un cover muy punk y ultra lo-fi de “This Charming Man”, original de The Smiths. A partir de entonces, algunas radios comenzarían a programar dicho cover y a pedir que “la banda” (a pesar de ser un trabajo solista, Ben ya utilizaba el nombre de Death Cab For Cutie como agrupación) se presentara para algunas entrevistas, por lo que de la noche a la mañana tuvo que reunir a algunos amigos y conocidos para poder interpretar sus canciones en vivo, así surgiría la primer alineación de DCFC para su disco debut Something About Airplanes un año después y para los dos discos posteriores: We have the facts and we’re voting yes y The Photo Album, trabajos con los que ganarían el reconocimiento de la prensa especializada como Spin, Paste y Pitchfork, obteniendo criticas medianamente positivas; pero no sería sino hasta el 2003, tras la salida de dos de sus miembros fundadores: Nathan Good y Micheal Schorr, y la llegada de Jason McGerr, que junto a Christopher Walla y Nick Harmer y Ben, formarían la alineación clásica de DCFC.     So, this is the new year!! Hoy en día, es innegable que DCFC es uno de los pilares de la música Indie-Rock de EU, especialmente en Seattle, gracias a una trilogía de discos impecable y soberbia: Transatlanticism Plans y NarrowStairs,  pero también ha de reconocerse que fue gracias a la serie de drama juvenil The OC, que su carrera musical se disparó de la noche a la mañana, llevándolos al éxito comercial gracias a que uno de los personajes principales, Seth Cohen, era fan de la banda en la serie (y en la vida real), lo cual justificaba sus reiteradas apariciones tanto en el soundtrack como en la serie. Y es que The OC fue para el género indie (a nivel internacional) lo que Saturday Night Live fue para los actores de comedia norteamericana, o lo que Sub Pop Records fue para la escena Grunge en los 90, un verdadero semillero de talento que le daría vida a todo un género. En otras palabras no se puede hablar de DCFC sin hablar de The OC, o viceversa. Fue casi una relación simbiótica de la que ambos salieron beneficiados. Your heart is an empty room Después del éxito de la banda, Ben se dio el lujo de comenzar una relación con la hermosa e insufrible Zoey Deschanel, conocida en el bajo mundo hipster como “Summer”, con quien contraería nupcias en 2009, justo después de terminar la grabación del increíble Narrow Stairs, mientras su compañera grababa 500 Days of summer. 3 años después firmarían el divorcio. Algunos fans afirman que la mayoría de las canciones del Narrow Stairs están dirigidas a su ex esposa, con quién ya tenía problemas desde antes de su boda, y aunque nadie lo sabe con certeza, canciones como “The Ice is Getting Thinner”, “Your New Twin Sized Bed” y Talking Bird”, bien podrían ser cartas de desamor y decepción dirigidas hacia Deschanel. Así que, de alguna forma, habría que agradecerle a la señorita ser la musa inspiradora del disco más depresivo y azotado de DCFC.   Tiny vessels Sin importar su decepción amorosa, Ben continuó su trabajo con la banda, editando 2 discos más de estudio: Codes and Keys y Kintsugi; participando en soundtracks como Twilight (tal vez lo único bueno de esas películas); lanzando su primer disco solista: Former Lives y colaborando con Steve Fisk y AJ Schnack en el documental Kurt Cobain: About a Son; por si fuera poco, volvió a casarse algunos años después con la manager de su banda Rachel Demy; grabó una canción con Foo Fighters para su álbum/documental Sonic Highways, además de compartir escenario con Lauren Mayberry de CHVRCHES en su última gira en norte américa. Todo esto hace de Death Cab For Cutie, una banda que se debe ver y

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