A finales de los años 80 e inicios de los 90, Noruega nos dio la última saga de mitología rockera. Una cuyo panteón de héroes está lleno de personajes que le darían forma al género musical más extremo que ha conocido la humanidad hasta ahora. La controversia es parte del ADN del black metal, y finalmente después de un par de años de especulación la película Lords of Chaos (Inspirada en el libro homónimo) llegó a las pantallas de todo el planeta. A su paso ha polarizado la escena, desde la facción de fans más true le han pintado dedo a todo lo que huela a “mainstream media” en el género hasta los más curiosos turistas y adoradores de la capacidad mediática que este tipo de productos generan en la Psique Colectiva. A ciencia cierta no podemos saber cuál es el porcentaje de verdad y mentiras de la historia que nos presentan en el film. Todos aquellos versados en el cannon black metalero conocemos la historia en base al rumor, una historia que durante más de 2 décadas ha echado una raíz bastante grande en el undeground de la música y los medios; que ya hoy el género es bastante prolijo y ha engendrado bastardos a todo lo largo y ancho del planeta, creando una escena lo suficientemente sólida para convocar a legiones de fanáticos aguerridos adoradores de una leyenda donde Øystein Aarseth y Varg Vikernes son parte integral del génesis sonoro del “Verdadero Black Metal Noruego”. Vice Films ha hecho gala de su colmillo mediático y le vio futuro a llevar la historia de unos adolescentes noruegos; sin embargo, lo que me parece remarcable es la capacidad para cocinar esta idea con los ingredientes “correctos”. El director del film es el sueco Jonas Åkerlund, quien además de haber dirigido vídeos para Lady Gaga o Madonna, fue el baterista original de la banda Bathory (bastión de esa trinidad oscura que yace en la esencia del Black Metal y se completa junto a Venom y Celtic Frost). Además de tener un director con “raíces” en el género, reúnen a un grupo de actores poco conocidos pero con apellidos famosos como Rory Culkin (sí, hermano menor del “Mi Pobre Angelito” original), Jack Kilmer (hijo de Val Kilmer), Sky Ferreyra (cantante y estrella de myspace), Valter Skarsgård (de la dinastía de actores suecos) y para ponerle el ingrediente final a esta bomba, nada más y nada menos que, Arion Csihar (hijo de Attila Csihar, vocalista actual de Mayhem). Los de Vice son expertos en lo que hacen y han logrado captar la atención tanto de metaleros, críticos y de curiosos; así mismo, las estrellas del Black Metal también han entendido el termino “cambio generacional” y han sabido sacarle provecho al film, ya que se han encargado de crear la controversia necesaria para agitar las aguas y poner el reflector en el sitio correcto. Ya que, la pregunta es obligatoria, si este es un film sobre una banda de música y sus protagonistas reales aparentemente están en contra del film, ¿qué carajos va a pasar con la música? Bueno, en primer lugar, todos los involucrados en la historia real (es decir, todos esos noruegos) venían declarando que estaban en contra del film, que no habían autorizado absolutamente ninguno de sus temas, logos, nombres, etcétera para aparecer en el film. Los de Mayhem decían “A big fuck you for Lords of Chaos”, Fenriz hizo gala de su excelente sentido del humor pidiendo ser interpretado por Reese Whiterspoon, Varg Vikernes se lanzó en Youtube desacreditando todo sobre el film y gente como Satyr, Frost, Ihsahn y Faust se hicieron ojo de hormiga y simplemente han omitido cualquier opinión al respecto. La postura de estos personajes al parecer era clara, no estaban de acuerdo en que su historia llegara a la pantalla grande y por lo tanto, la música tampoco lo haría. Este fin de semana se dio “el estreno mundial” del film mas allá de las plataformas de los festivales independientes y pude aclarar muchas de mis dudas. La realización del film no es mala, sin embargo, tampoco es extraordinaria. Inicia como un film para adolescentes que en menos de 20 minutos se torna bastante oscuro, vemos en primer plano el suicidio de Ohlin (interpretado por Jack Kilmer), hay unas secuencias bastante buenas de Mayhem en el estudio de grabación (donde vemos a Arion interpretando a su padre), las secuencias de la quema de iglesias están cool y finalmente vemos cómo Varg asesina a sangre fría a Øystein. En fin, son 2 horas en las que si bien, si entretiene, no logra ningún resultado extraordinario ni aporta ningún dato que no conozcamos ya de antemano sobre esta historia. Sin embargo me queda claro, Mayhem si autorizó que su música apareciera en el film pero en versión “demo”, es decir, se regrabaron algunos temas para darnos esa sensación de cómo fue que sonó en un principio. De igual manera aparecen las portadas de un par de álbumes de Burzum y en la lista de créditos se encuentran personajes que aparecen en el film (interpretados por actores) como Fenriz. Al final del film la lista de créditos y agradecimientos se extiende, desde la familia Aarseth hasta Bard Eithun y todos los miembros centrales del Mayhem actual, Attila, Necrobutcher y Hellhammer. Era lógico, pon en la silla del director a una de las figuras de inspiración de esta movida y eso hará mas sencillo que todos los involucrados participen con mayor integración. ¿Por qué, si estaban en contra del film, a final de cuentas todos aparecen? En lo personal no estoy en contra del uso que aquellos involucrados realmente en la historia le dan a ésta. Me parece que están tratando de llegar a una nueva audiencia por medio del “shock value” que el cine le inyecta a una historia que conocíamos sólo por lo que leíamos en fanzines, revistas e internet. Llevar esta historia a la pantalla grande le da una nueva dimensión a la historia musical de éstos