La contra ola del synth wave y el post punk español: Entrevista a Jordi Serrano fundador del sello Domestica Records
Después de la caída de la dictadura franquista, España vivía cambios políticos importantes a principios de la década de los ochenta. El foco de atención se centró en Madrid: las revueltas sociales, los movimientos culturales, la estética de la moda y el espíritu de la música. El movimiento contracultural La Movida Madrileña fue el más mitificado, pero sólo fue un punto de intersección con otras escenas que ocurrían al mismo tiempo: El Rock Radikal Vasco y la contra ola del synth wave y el post punk. Esta es una entrevista con Jordi Serrano, fundador del sello Domestica Records. De hecho hay un sello en Suiza llamado Bongo Joe que hizo un recopilatorio en la misma línea de lo que hago que se llama La Contra Ola, entonces es un término muy apropiado – explica en entrevista Jordi Serrano fundador de Domestica Records. Desde mi punto de vista en España ocurrieron eventos importantes, por una parte, el país tenía poco que salía de una dictadura y se produjo un efecto de foco hacia Madrid, entonces todo lo que no sucedía en aquella zona geográfica tenía muchas dificultades para, no solamente ser escuchado, sino respetado incluso. El hecho de no haber formado parte de ese contexto me ha permitido romper con los prejuicios y he intentado nivelar tanto lo que fue producido en Madrid, como también rescatar y normalizar los movimientos musicales que surgieron fuera de ese lugar. Se trata de romper con los prejuicios y hacerles un poco de justicia cultural a esas bandas. De hecho muchos grupos que no eran de Madrid, se fueron hacia allá para seguir con su carrera musical. Por ejemplo, la banda TodoTodo era alicante de una población alejada de la costa del mediterráneo del sur de Cataluña que se fueron Madrid justamente porque veían que ahí si tenían posibilidades, pero claro, esta lectura es con este grupo. Hay otros con los que pasa precisamente lo contrario, o sea, me han transmitido algunos de ellos que hubo una especie de marginación, porque culturalmente si formabas parte de un territorio como Cataluña, País Vasco, etcétera, influía, entonces tenías que romper varias barreras en su momento. Eran artistas que se encontraban un poco aislados a nivel de escenas, entonces bueno, producían su música de manera bastante solitaria. ¿Qué mensaje intentaban transmitir las bandas de la periferia española que rescatas para tu sello? JS: Con las bandas que yo he trabajado, el mensaje político va implícito por el mismo hecho de producir la música de forma independiente sin la necesidad de tener a terceras personas grabando sus maquetas en sus casas. Esto de por sí es muy reivindicativo en asociación con el do it yourself del movimiento punk, aunque con la música electrónica. A nivel de mensaje obviamente los grupos tenían sus conceptos y a veces no eran tan concretos, tenían sus propias ideas, asimismo, emulaban la estética New Wave y el sonido de ciertas bandas europeas que llegaban aquí, fue lógico para aquel tiempo. ¿Cómo empiezas a armar el proyecto de Domestica Records? JS: Comencé a recopilar material junto a Carlos Paneque en 2008, quien dejó el proyecto al año y medio. Había un creciente interés en descubrir música que quedó relegada por muchos años, estuvo relacionado con la aparición de internet y de los blogs de ese momento. Mucha gente de manera totalmente altruista empezaba a digitalizar cassettes y se empezó hacer una especie de archivo virtual que en ese momento era accesible para todo mundo, incluso hay blogs que siguen activos aunque los links han desaparecido. En España no había nadie dispuesto a recuperar ese material y editarlo en vinilo; yo en ese momento estaba estudiando diseño y justo antes de terminar ya teníamos en la cartera unos diez proyectos: Aviador Dro, Funeraria Vergara, Kremlyn, Línea Vienesa, Interacción, Mosgaten, Modern Art, el recopilatorio Non Plus Ultra. Sé que trabajas toda la parte visual de las portadas de los vinilos ¿en qué te inspiras para hacerlos? JR: Tengo un estudio de diseño, esto ha sido para mí un aprendizaje y a la vez una vía de escape para poder experimentar. Creé un universo visual que iba asociado a la música, yo me inspiré mucho en la obra de Neville Brody y a la vez también tomé muchas referencias de diseños underground publicados en los ochenta. Iba cogiendo aleatoriamente lo que me interesaba y poco a poco se fue generando una estética muy peculiar con Domestica. El hecho de trabajar con ediciones muy limitadas permite ocuparte con sistemas de impresión más artesanales y esto es una cosa que le puede dar un valor añadido importante. Entonces si conjuntas el elemento musical, que es el fundamental, e incorporas algo a nivel de envoltorio, bueno, pues ahí tienes algo que es diferente de lo común. Yo creo que ahora cualquier sello discográfico tiene que tener en cuenta estas dos facetas, para diferenciarse y aportar algo nuevo. Editas a bandas españolas de los ochenta ¿qué tan importante es rescatar esta música en nuestro idioma? JS: Yo creo que es muy importante. El mercado que ha dominado a la industria musical es el anglosajón y esto quizá ha hecho que muchas bandas piensen que van a tener mucho más visibilidad, lo cual es comprensible. Quizá esto lo digo de una manera muy valiente, pero en los mercados anglosajones si detectan cierto acento extranjero no son muy receptivos. Yo creo que es muy importante dejar un lado los prejuicios y este sentimiento de no sé si sea inferioridad de cantar en castellano, pues el hecho de que el idioma sea minoritario puede ser interesante. Precisamente la banda TodoTodo, intentaba que la fonética de las palabras sonara al ritmo de las canciones. Yo creo que hay que romper un poco con esto y saber que en cada país, aunque quisieran emular a otras bandas, el encanto de ser genuinos, de cantar en su propio idioma y hacer canciones sin ningún tipo de complejo, es una magia y un valor cultural importante que deberíamos