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Tecnologia

10 datos curiosos sobre el theremín

El primer instrumento electrónico en la historia no sólo es fascinante por su ingeniosa tecnología y el halo mágico que lo envuelve. Esta excepcional invención musical guarda tantos datos interesantes como para escribir una serie de artículos. Su historia está llena de sucesos increíbles y el legado que su inventor dejó es altamente valioso. Difícil no enamorarse de este instrumento que se controla sin contacto físico, además del asombroso aspecto visual de su diseño y la manera en que los theremistas lo manejan. 1. Su inventor fue un espía Como científico soviético, Leon Theremin, creador de este instrumento en 1919, entregó su vida y obra al servicio del espionaje de su país. Reclutado por la NKVD (agencia de seguridad rusa en aquel entonces), fue enviado a Estados Unidos durante la década de 1930 y pasaba información a Rusia sobre tecnología industrial estadounidense. Fue arrestado por el FBI en 1938 bajo sospecha de ser un espía. Después fue exiliado a un campo de trabajo en Siberia donde estuvo preso hasta 1947. Tras su liberación continuó trabajando como inventor y también fue profesor en el Conservatorio de Moscú donde enseñaba a construir theremines. 2. Lenin y Einstein conocieron el instrumento antes de que se volviera comercial En 1922 Leon Theremin mostró su invento a Vladimir Lenin quien se impresionó mucho con el instrumento e incluso él mismo lo probó. La invención era vista como un símbolo del progreso tecnológico de la Unión Soviética. Posteriormente en 1927, mientras estaba de tour por Europa promocionando su invento, Leon hizo una demostración del instrumento en Berlín para Albert Einstein quien quedó fascinado por el hecho de que sonará sin que fuera tocado. Como es bien sabido, a Einstein le gustaba mucho la música y sabía tocar violín. 3. Otras innovaciones de Leon Theremin Usando la misma tecnología detrás del theremín, Leon diseñó dispositivos de espionaje para escuchar a escondidas a las oficinas diplomáticas de EU. También se le atribuye el desarrollo de avances que posteriormente ayudaron a mejorar la tecnología de los televisores, así como también importantes innovaciones en el campo de la tecnología inalámbrica. Por otro lado, entre sus inventos musicales, además del theremín, también desarrolló el rhytmicon (en la imagen), la primera caja de ritmos de la historia, la cual creó en colaboración con Henry Cowell en 1932. Otras innovaciones musicales incluyen: el terpsitone (plataforma que convierte los movimientos de baile en tonos); y el theremin cello (un chelo electrónico sin cuerdas ni arco, con un diapasón de plástico y tres perillas para controlar volumen y tonos). 4. Originalmente el theremín tenía otro nombre El primer nombre de este instrumento fue “Etherphone” porque se creía que las ondas que producía eran similares a las del éter, un medio hipotético que se pensaba que llenaba el universo y transportaba ondas electromagnéticas. Posteriormente el nombre se cambió a theremín, después de que la RCA lo registró. 5. Influenció la creación del sintetizador Robert Moog, inventor del primer sintetizador comercial en 1964, construyó su propio theremín a los 14 años siguiendo los planos e instrucciones publicados en un número de la revista Electronics World. Posteriormente, siendo adulto, Moog publicó una serie de artículos sobre la construcción de theremines y vendió kits que estaban destinados a ser ensamblados por el cliente. Robert acreditó que su aprendizaje construyendo theremins lo llevó a crear su innovador sintetizador. 6. La partitura de la primera pieza escrita para theremín se extravió El compositor ruso Andrey Paschenko fue uno de los primeros músicos en explorar las posibilidades musicales del theremín. Se encargó de crear la primera composición orquestal escrita para este instrumento, titulada “Misterio sinfónico” y estrenada en 1924 por la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo. Posteriormente se perdió la partitura original, pero recientemente fue reconstruida por Olesya Rostovskaya, compositora rusa e intérprete del theremín. De esta manera, se llevó a cabo un segundo estreno de la obra en 2020 (96 años después del primer estreno) en el que también participó la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo. Básicamente esta compositora reconstruyó el “misterio” del borrador sobreviviente, dándole nueva vida y sonido a esta pieza. 7. Su venta fue temporalmente prohibida en Japón La venta del theremín fue prohibida en Japón de 2001 al 2006 como una medida del gobierno para reducir el desperdicio eléctrico en el país. El argumento fue que antiguos dispositivos, como los theremines, son un peligro de incendio y una fuente potencial de contaminación. Entusiastas de este instrumento obviamente se opusieron. El gobierno finalmente cambió la ley y la venta fue permitida de nuevo. 8. El primer mensaje de radio interestelar musical presentó un concierto de theremín Como parte de una serie de transmisiones de radio interestelar enviadas desde el radio telescopio R-70 en Eupatoria (Ucrania) hacia 6 estrellas similares a nuestro sol, un concierto de theremín fue transmitido hacia ese destino espacial en 2001. Esto sucedió 7 años antes de que la NASA enviara al espacio la canción “Across the Universe” de Los Beatles desde un radio telescopio en España. “El primer concierto de theremín para extraterrestres” incluyó piezas de Beethoven, Vivaldi, Rajmáninov, entre otros, y fue ejecutado por maestros del Centro de Theremín de Moscú. Las piezas fueron seleccionadas por los estudiantes. 9. Existe un ensamble de theremines con casi 300 intérpretes Masami Takeuchi, principal ejecutante del theremín en Japón, no sólo dirige el ensamble de theremines más grande del mundo, también creó un instrumento llamado “Matryomin”, el cual es un theremín en forma de matrioshka, la tradicional muñeca rusa, y está diseñado para tocarse en conjunto. En 2019 el Ensamble Matryomin, formado por 289 intérpretes, obtuvo un récord Guinness por ser la orquesta de theremines más grande en el mundo. Tal evento se llevó a cabo en Kobu, Japón y entre los miembros de este conjunto estuvieron la hija, la nieta y el bisnieto de Leon Theremin (Natasha, Masha y Peter Theremin). 10. Chile es la sede del Festival Internacional de Theremín Este evento anual celebrado en Santiago, Chile, presenta conciertos, clases, talleres y charlas

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La música en tiempos del Yo: descarga y comparte

“Si bien algunas personas pueden no estar conmigo ahora, los discos que escuchamos juntos, están todos aquí en mi pequeña caja blanca de recuerdos, todos amorosamente copilados y curados, esperando el momento en que podría volver a necesitarlos.” –Dylan Jones. IPod, Therefore I Am David Byrne cuenta cómo la música al ser grabada, comenzó a tocarse para las grandes salas, clubs y radios. Incluso como el hip hop está pensado para las bocinas en las cajuelas de los autos, y así, los graves y agudos se acoplen a la acústica las partes traseras de los autos. Incluso nos dice la forma en la que las aves han cambiado sus sonidos y cantos de acuerdo a que los cambios que sufren sus entornos y contextos. Un ave de San Francisco, no canta igual a un ave del bosque y a su vez, esta tampoco lo hace que un ave de mar. Todo lo sonoro cambia de acuerdo a su contexto. Después Brian Eno, comentaba el origen de la música ambient, cuando el famoso pianista francés Eric Satie, componía Gimnopedias para que apenas se notara y se integraran a los ruidos de los cubiertos, platos, vasos, voces y demás ambientes sonoros del restaurante donde tocaba los viernes por la noche. Esto me hace pensar que en algún momento, la música se integraba a los demás sonidos del mundo, ya sea en el metro, un camión, por la avenida más transitada o un parque. No estoy seguro que la música siga siendo parte de ese ambiente. El mundo gira y las formas de consumo también. La música sufrió cambios significativos a finales del siglo XX y en la primera década del mismo. En la era digital en la que vivimos, es importante señalar la desmaterialización de la música.  El MP3, YouTube, Itunes, el Ipod y ahora el streming con plataformas como Spotify o Deezer. Tal vez, comenzó con el CD player, que ya brindaba la oportunidad de cambiar de una canción a otra, de adelantar la pista, de pausar o repetir una pieza, cosa que con el casete sucedía, pero era tardado y tedioso, y con el vinilo, era prácticamente imposible. Todas las plataformas de consumo de música que mencioné anteriormente, son una maravilla en muchos casos, pero sin duda, trajo consigo nuevas formas de ver el mundo y entenderlo,  también, por supuesto, de contemplar la música. El Ipod, el MP3 o el streaming brindan las posibilidades de llevar tu colección de música en un pequeño rectángulo, una radio que programa perfectamente lo que quieres escuchar, de acuerdo al contexto, a tu estado de ánimo, en el lugar y tiempo que lo desees. Incluso ya existen playlist prediseñadas a tu estado de ánimo y actividad, como si fuera una radio personalizada.   La radio ofrece un sentido de sorpresa, a diferencia de los cientos y/o miles de canciones descargadas. La cultura de la descarga ha dado en vuelco en las formas de consumo ¿Acaso nos acercamos al perfil de un archivista compulsivo capaz de descargar, seleccionar y ordenar de forma casi neurótica la información que se brinda en la red, a la de un escucha amante de la música? Los accesos son inmediatos, y las herramientas para ordenar ésta información nos hacen todo más fácil, con un click nuestros discos o pistas están perfectamente ordenados por alfabeto, o por cuestione más snob que uno puede elegir. Comencé citando a Eno y su comentario sobre Satie, porque hoy en día, me parece que la música no se integra a los demás sonidos del mundo, al contrario, se aíslan y nos aíslan ¿Hay algo más antisocial que los audífonos en volumen alto para caminar por la ciudad? Al final “I”pod y “I”tunes es una señal clara de que el yo manda, mi música cuándo yo lo decido y dónde yo lo decido. Hace una semana me quedé sin internet por algunos días, y a pesar de contar con varios días de música en el Itunes, una pila de alrededor 100 Cd´s y otra de 300 casetes, sumando las 230 canciones que carga mi celular que reproduce MP3, me sentía incompleto en el sentido musical, me di cuenta que el Deeze lo es casi todo para mí en términos musicales, a través del Deezer descubro y reincorporo lo que necesite escuchar en ese momento. Puedo encontrar las lo que necesite: diferentes versiones de alguna canción o banda, covers, versiones en vivo o ediciones singulares, y por si fuese poco, todo se puede descargar, lo puedo llevar y curar a mi antojo y reproducir en mi computadora a la hora de trabajar, en la ducha o en el metro, siempre mi música y yo. Tal vez la era del MP3, el Ipod y la cultura de “descarga y comparte”  han sido la de cambios más radicales para la música y su forma de consumo, hoy en día el deseo es reducido a unos cuantos segundos en lo que carga nuestra plataforma preferida para escuchar música ¿Será que estamos en un proceso de extinción de la contemplación de la música al tenerla tan a la mano? Perdidos en la música, intentando escuchar todo lo posible, intentando absorber los accesos y los ritmos. A veces basta poner todo en “aleatorio” y listo, no tendremos que decidir qué escuchar, delegamos la responsabilidad a un rectángulo digital, dueño de nuestras más íntimas colecciones, que como dice Jordi Soler: a veces tengo la tentación de pensar que el aparato, esa hermosa maravilla tecnológica a la que van todos enchufados, importa más que la música que reproduce.  

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