1999, año de películas distópicas: The Matrix, Fight Club, American Beauty, Office Space y Being John Malkovich, comparten algo en común
¿Qué hicieron los años 90? Las computadoras se estaban volviendo rápidas, fáciles y baratas, y con ellas llegó un sentido de igualdad para todos. A diferencia de “las películas de monstruos que muestran ansiedades de la Guerra Fría y las películas de terror que transmiten temores,” las películas de 1999 “no trataban de sobrevivir al presente, porque el presente iba bien. Se trataba de estar cansados de ese estable presente y buscar un futuro radicalmente diferente. Esas palabras provienen de “por qué todas las películas de 1999 son iguales”, el ensayo en video de la parte de abajo de la nota. The Matrix, Office Space, Fight Club, American Beauty, Being John Malkovich, y todos los otros principales lanzamientos de Hollywood que presentan “un personaje principal cansado de la estabilidad, la monotonía y el desenvolvimiento de su vida”, “casi siempre involucra un trabajo corporativo constante y aburrido. Esa época fue también cuando el cómico Dilbert de Scott Adams llegó a la cima del espíritu de la época satirizando los elementos de la existencia de oficina: jefes incompetentes, compañeros de trabajo holgados y cubículos. Llamando a 1999 “el año de la película del cubículo”, este ensayo en video describe su representación cinematográfica de las frustraciones de los trabajadores de oficina como “un espejo perfecto de finales de los 90”. No es que esas representaciones fueran literalmente “lo mismo”: los hombres aburridos de Fight Club “hacen todo lo posible para crear conflictos y caos”; Office Space hace comedia y atascos; siendo que John Malkovich “exagera las imágenes corporativas opresivas en películas como Office Space al crear una oficina absurda con techos bajos” que “literalmente afecta a sus empleados”; American Beauty “critica la estabilidad percibida de la era, sugiriendo que es simplemente una máscara que oculta el verdadero yo”. Y en The Matrix esa apariencia de estabilidad y prosperidad existe solo para ocultar la esclavitud total de la humanidad. Es posible que la humanidad moderna nunca deseche sus distopías, pero es justo decir que las visiones distópicas que mantenemos hoy en día son bastante diferentes a las que se recibieron hace 20 años, y también es justo decir que muchos de nosotros los entretenemos mientras soñamos con seguridad relativa, estabilidad y prosperidad, real o imaginaria, que algunos disfrutaron en aquel entonces. Pero como nos recuerdan las películas de 1999, esas mismas cualidades también podrían llevarnos a una especie de locura. Coupland puede llamar acertadamente a los 90 “la buena década”, pero incluso si pudiéramos volver a esa época podría haber buenas razones para no querer. Checa este video: