No puedes arrebatarle el veneno a una serpiente. Los dementes de Rhode Island regresan 8 años después para continuar con el tormento auditivo al que nos han estado sometiendo desde su formación en 2002. Daughters es una banda que nos tiene acostumbrados a un constante cambio y evolución en su sonido, es una banda que aún no se ha repetido y que a pesar de lo intenso de su ejecución su energía se conserva intacta. You won’t get what you want es un disco que espere con ansia, sin embargo he tratado de no dejarme llevar por el fanatismo y a pesar de que disfrute y adore cada uno de sus sencillos, he tratado de mantenerme imparcial; lo he escuchado durante todo el fin de semana, pero entre mas veces se repite de arriba abajo, mas lo adoro. Un amigo me dijo <<creo que será el disco del año>> y probablemente tenía razón. La frenética violencia del sonido de Daughters esta de vuelta, sin embargo en una dosis distinta. Percibo este disco en una línea muy madura, anoche mientras caminaba por las calles lluviosas de mi ciudad, escuchar el disco me daba la sensación de que era acechado por alguna clase de depredador. Es un disco intenso, duro y oscuro, sin embargo cada nota esta perfectamente pensada, se nota que los ocho años de espera han valido la pena. Detecto algunas pinceladas de No-Wave, incluso unas caricias a un drone muy sutil y una fuerte dosis de industrial. Es un disco monolítico en el que la batería y el bajo articulan como una maquina creando una cortina de concreto sonoro, y la guitarra revolotea como un viento furioso que recorre vertiginoso la superficie de este muro cortina que apenas contiene la ira de la voz que nos azota de forma autoritaria. Desde el primer momento el disco nos introduce en una atmosfera tensa y cada tema nos encadena en un masoquismo sonoro que nos oprime y trata de desgarrar nuestros oídos, sin embargo la tortura se vuelve tan gloriosa que es imposible oponerse a ella. Daughters son ya amos y señores de este arte macabro llamado rockn’roll y lo llevan a un punto sumamente exquisito en el que el disco se percibe del mismo modo en el que se aprecia un film impresionista alemán de los años 20. Las guitarras por momentos parecen campanas, la batería avanza como un desfile militar y el bajo irrumpe como el estallido de un cohete espacial; y la voz alcanza momentos muy a la Nick Cave. Exquisito. Si eres fan del hardcore mas experimental y desenfrenado, este disco es para ti. Daughters se presenta como una hidra de mil cabezas en la que su sonido es inclasificable, la espera por este monstruo ha valido la pena.