Dead Can Dance estrena “Dionysus”, material que hace referencia al Dios del vino y el éxtasis
Bajo el sello discográfico [PIAS] Recordings, Dead Can Dance entrega en noviembre de este año “Dionysus”, un álbum ambicioso que explora el misticismo europeo y la polifonía instrumental más sofisticada del World Music. En este trabajo, la banda más notable de la cultura Goth y el Dark Wave de los años 80, representa en 2 actos y en 7 movimientos las diferentes facetas del dios griego de acuerdo a las obras seculares del siglo XVI. En la mitología griega, Dioniso es uno de los considerados dioses olímpicos, es el dios de la vendimia y el vino. Hijo de Zeus y Sémele, nieto de Harmonía y bisnieto de Afrodita, si bien otras versiones afirmaban que era hijo de Zeus y Perséfone. La primera parte es una especie de festividad pagana donde se rescatan grabaciones de diversos ecosistemas del mundo los sonidos de la naturaleza y de la fauna, esto se acompaña de repentinos cánticos y progresiones orientales, que dan como resultado una experiencia auditiva misteriosa. La segunda parte es más esotérica, en ella se simboliza en pequeñas dosis y en un idioma que la banda suele llamar “language of the heart” el nacimiento de Dionysus en el Monte Nisa, su preparación en rituales para la prosperidad de las cosechas, su abandono de la vida material e iniciación espiritual y su papel de guía en el Hades. Dada la cosmovisión musical que ha caracterizado a Dead Can Dance a lo largo de todas producciones sonoras, este disco carga con una vena intelectual en tanto nivel creativo y conceptual que, sin duda, han logrado profundizar al romper los esquemas convencionales del sonido a lo largo de sus 34 años de carrera.