Techno Para Dos, encabezado por el productor de música electrónica Raúl Villamil, se encuentra de estreno con su tercer material de larga duración titulado ‘Drama’, una colección de 7 canciones que nos van llevando a diferentes pasajes atmosféricos y oníricos, a través de intensos y armoniosos beats llenos de melancolía minimalista.
¿Qué pasa cuando a través de sonidos explicamos lo que sentimos? Será posible lograrlo siempre y cuando se haga de la manera más real y honesta. Si pudiéramos crear un roadmap auditivo de nuestras emociones, sensaciones y experiencias de vida, muy probablemente sonaría tal cual nos enseña ‘Drama’, un álbum que atraviesa diferentes estados de ánimo pero al final todos convergen en un mismo ente, en una misma persona, en un mismo tú.
‘Drama’ es una historia que construye Raúl Villamil, mejor conocido como Techno Para Dos, que empieza con el track del mismo nombre, una apertura contundente que nos vuela la cabeza y nos advierte de la gran colección que estamos a punto de escuchar. ‘Drama’ nos propone una fuerte reflexión “Ríe del drama, deja que el drama se ría de ti”.
La máxima bandera que la música ha proclamado a lo largo de su rica historia, es aquella libertad artística que su creador puede poseer. En ‘Drama’ podemos entender el profundo proceso de las ansiedades y preocupaciones juveniles, una narrativa que en primer instancia podría sonar desesperanzadora, sin embargo, hoy en día suena muy liberador encontrar música que parece entendernos y expresar justamente lo que tenemos clavado en nuestro corazón, nunca está de más sentirse entendido.
‘Even More Dramatic’ nos recuerda un poco a la reciente faceta del virtuoso músico francés Yann Tiersen, quien en sus últimos trabajos de estudio se ha sumergido en experiencias electrónicas minimalistas. Esta segunda pieza parece entender esos caminos que a primera vista nos dan miedo resultan ser liberadores.
‘Drama & Bass’, nos aligera un poco la carga pesada de conciencia y un poco del dolor del pasado, a través de esos vocales dulces femeninos que nos llegan a la cabeza de forma envolvente, acompañada de unos beats intensos, rápidos y frenéticos, casi como nuestra propia cotidianidad.
Posteriormente nos encontramos con una simpática ‘Little Drama’, ¿serán nuestros dramas de la niñez? Los backgrounds destellantes nos hacen recordar días soleados y felices, jugando y tratando de entender el desafiante mundo al que nos enfrentaremos a lo largo de nuestras vidas. De lo destellante, llegamos a beats bailables y agradables, que si de una persona se tratará, pareciera que está de buen humor.
‘Hardrama’ llega como un golpe de realidad, como esa cruda que pega después de pasarla bien, como aquellos momentos que difícilmente entenderemos pero que suceden en nuestras vidas de formas inevitables, con vocales en español, súplica y exige razones, mismas que parece ser que no fueron escuchadas.
Ya casi al final nos encontramos con ‘Metadrama’, el drama sobre el drama y la naturalidad sobre cualquier momento de autoconciencia por el cual una obra llama la atención sobre su propio estatus ficticio como pretensión teatral. Aquí a estas alturas hemos entendido muchas situaciones de nuestras vidas y es probable que la carga mental y psicológica viaje más ligera, a lo que normalmente los adultos le llamamos “Madurez”.
‘Dharma’ la pieza más instrumental del álbum evoca al entendimiento histórico y celestial del ser humano por escoger cómo y de qué manera quiere sufrir las consecuencias por sus acciones, en este momento es donde entra el dharma que caracteriza la naturaleza interior del ser humano y reconoce que existe una Ley Divina y unos principios morales que deben de ser reconocidos y obedecidos para lograr el camino de la perfección y la felicidad en este mundo, y en el próximo.
Es decir, el disco cierra enseñándonos una fuerte lección, hacer el bien al prójimo, desenvolver la felicidad y la fraternidad universal, así como desarrollar una conducta, pensamientos y otras prácticas mentales que elevan el carácter de un Ser. Al final ¿habrá válido la pena tanto dolor?
Todas las canciones del setlist crean un juego de palabra con ‘Drama’ justamente la palabra clave de dicho trabajo, que va desde su canción homónima, para después pasar a ‘Even More Dramatic’, ‘Drama & Bass’, ‘Little Drama’, ‘Hardrama’, ‘Metadrama’ y por último Dharma feat. Alondra Máynez.
A través de piezas catárticas, complejas y somnolientas, Raúl nos entrega un álbum que cuestiona las bases sobre las cuales entendemos lo que comunicamos, los que nos marca y lo que origina dicha emocionalidad sobre nuestra cotidianidad. Así como existen puntos altos y bajos en el álbum en cuanto a los beats y las emociones, así también en nuestras vidas podemos encontrar esas frecuencias que nos llevan a donde nos dejemos fluir.