Depósitio Sonoro

Erika de la Rosa

Celebramos aniversario número 33 de Sarah Records

El sello discográfico Sarah Records cumple en este mes 33 años desde su fundación, el cual ha experimentado una significativa popularidad después del lanzamiento del libro Popkiss: the life and afterlife of Sarah Records de Michael White y el documental My Secret World: the story of Sarah Records de Lucy Dawkins, asimismo, por el resurgimiento del indie pop y todas las cosas “twee”.   Sarah Records se fundó por Clare Wadd y Matt Haynes en Bristol, Inglaterra, en 1987, sin embargo, anunciaron el fin de su historia el mes de agosto de 1995 a través de NME y Melody Marker; medios en los que propusieron terminar con su corta trayectoria con el emblema “A day for destroy things”, pues la premisa que caracterizó a dicha disquera fue asumir que nada era para siempre; en sí se trató de una especie de performance de art-pop que implicaba la autodestrucción del sello debido a una convicción política que criticaba a la industria musical establecida. Como lo dijo Hegel: el deseo es la presencia de una ausencia y Sarah Records no va a estar ahí todo el tiempo, incluso, genera un vacío, una nada que se materializa en una suerte de rechazo permanente hacia la vida pública. Quizá por esa búsqueda permanente uno vuelve al pasado para desempolvar toda esa música que nos hizo sentir algo especial en cierto momento, sin embargo, no todos tuvieron la fortuna de tener el material que produjo la disquera, igualmente, no se encuentra fácilmente en los servidores de música online ni en las tiendas de discos, sí, no hay más que unos cuantos tracks sueltos. Esto ocurrió después de que los fundadores lanzaron el álbum número 100 y decidieron que no habría más copias ni permisos para que se siguieran emitiendo los discos de las bandas, pero no contaban con que los escuchas ya no podrían tener acceso a estos materiales y las copias que había adquirían un valor muy alto entre los coleccionistas. Para resolver este problema subieron el material vía Bandcamp y los precios para adquirir alguno de los álbumes se lo dejan al criterio del consumidor.     Hay una razón que explica esto: Clare Wadd y Matt Haynes se involucraron en la música escribiendo fanzines políticos, en donde se narraban temas asociados al anarquismo, al feminismo y al veganismo, además, mantenían una crítica permanente a la distribución de la música y señalaron cómo los sellos discográficos reproducían materiales con fines mercantiles sin necesariamente beneficiar a las bandas ni a sus consumidores. De esta manera, estos personajes decidieron hablar de grupos que estaban fuera de la gran escena de Inglaterra en los años ochenta y noventa como una forma de promover su trabajo, y más tarde,  incluyeron flexi disc de baja durabilidad a sus publicaciones periódicas; así le dieron vida a bandas como The Field Mice, The Wake, Another Sunny Day, Blueboy, Heavenly, The Sea Urchins, Secret Shine, The Ochids, Brighter, East River Pipe, entre otras.     En un principio Sarah Records fue criticada por los principales medios de la época, por decir algo, en Melody Marker, Simon Reynolds llegó a decir que la música que producían era una regresión del rock y el punk (lo que sea que eso signifique), asimismo, otras voces llegaron a mencionar que su música era una especie de cáncer. A decir verdad los grupos estaba despojados de cualquier movimiento musical del momento, pues representaban la yuxtaposición de los sonidos que reproducía la gran industria, pues estos generalmente se asociaban a lo twee, fey o wimpy, es decir, con lo poco convencional y lo frágil. De hecho se tornaron posturas misóginas sobre la disquera, incluso, las puntuaciones que llegaron a obtener los discos de las bandas en las revistas musicales, lograron calificaciones mínimas, que hasta era imposible sentirse incomodo por tanta mediocridad, sin embargo, John Peel pudo reconocer algo en esas bandas de Bristol que otros no, pues fue de los pocos locutores que se interesó por el trabajo que había detrás de Clare Wadd y Matt Haynes.   Sarah Records creó su propio mundo y creció fuera de la industria musical establecida, porque hasta cierto punto entendía la relación simbiótica entre el artista y el distribuidor, sin embargo, también puso en tensión el alcance de las bandas por el estigma que había alrededor del sello.     Ciertamente se trató de un movimiento local que gracias a internet se ha expandido y ha logrado romper fronteras geográficas, lo cual nos permite a algunos rescatar esos archivos y reconstruir de manera desordenada parte de su historia. Ahora quizá se observa por una extraña razón desde una óptica más optimista que hasta revistas como NME, terminaron considerando a Sarah Records como uno de las mejores disqueras que han existido. ¿Será porque finalmente pudieron reconocer el mensaje que existe detrás de Clare Wadd y Matt Haynes? ¿O será porque monopolizamos la nostalgia y ciertos ideales que ocurrieron en un tiempo que no vivimos? No lo sé, pero feliz aniversario para Sarah Records.

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Revistas impresas de música en México que desaparecieron tras el surgimiento de las plataformas en streaming

Antes de vivir la experiencia del clic y consumir música por medio de los servicios de streaming, las maneras para descubrir a tus artistas favoritos eran muy diversas. Las conversaciones con gurús musicales podían guiarte para escuchar ciertos álbumes; visitar tiendas de discos o grabar mixtapes con recopilaciones de bandas que escuchabas directamente desde la radio eran otra vía; visitar algún tianguis para el intercambio de álbumes e incluso leer revistas físicas de contenido musical fueron una fuente importante para muchos de nosotros. Al recordar estos eventos, no se pretende reflejar que las formas rudimentarias de consumo del pasado eran mejores que las del presente, porque la música por sí misma debe ser compartida por los medios que sean posibles. Pero sí se pretende mostrar, en este caso, el trabajo de ciertas revistas impresas mexicanas que impulsaron y lograron difundirnos una noción sobre bandas o géneros que surgieron en nuestro país y alrededor de mundo antes de que el monstruo de la internet hiciera menos rentable al periodismo musical. Sin duda mi primer contacto con este tipo de contenidos se dio con la revista La Mosca en la Pared, un medio que fue fundado por el debatible Hugo García Michel. En esta revista, te encontrabas con el clásico póster, algunas reseñas de música dedicadas al rock nacional e internacional, una sección dedicada a la música hecha por mujeres, literatura y cine, historias gráficas y ocasionalmente con algunos espaciales de personajes y bandas como David Bowie, Radiohead, Rolling Stones, etcétera. Otra revista que hizo que gastara algunos pesos en los puestos de periódicos fue Gorila; desde que hojeabas las primeras páginas el editor te daba la bienvenida en un tono provocativo e irreverente, en la cual discutía sobre algún evento coyuntural o nos compartía una de sus obsesiones más retorcidas. El contenido nada zalamero de aquel medio impreso, era una mezcla de skate, literatura y cómics. En la sección de música, le dedicaron algunas letras al mexicano Arturo Vega (quien diseñó el logo de los Ramones) y a bandas internacionales como Iggy Pop, Cramps, The Cure y Sex Pistols. También poseía una sección llamada Buzón Mutante, en donde se leía a los lectores hacer las críticas más snobs y descaradas a las bandas de aquel tiempo o a los mismos escritores de la revista.   En el radar también estuvo la revista Sonido y Acústica, otro punto de vista en el rock; publicaciones que estuvieron a cargo de Walter Schmidt (quien formó parte de la icónica banda mexicana Size) y tuvieron un espacio importante en la difusión de las vanguardias europeas, el tecno pop y new wave.  En esta misma sintonía y fuera de aquella crítica industrializada también estaba la revista Conecte, un tabloide que fue fundado por Arnulfo Flores Muñoz, personaje que documentó por primera vez la aparición del goth, post punk, metal y el progresivo en nuestro país. Por otra parte, Banda Rockera fue  un medio que se dedicó a difundir a bandas hispanoparlantes y le dedicó un lugar especial al rock urbano, un género que tuvo mucho auge sobre todo en la periferia de la Ciudad de México gracias a la relevancia de personajes como el recién fallecido Charlie Monttana y bandas como Tex Tex. La revista Switch también pasó por las manos de jóvenes que buscaban alternativas musicales;  o la revista R&R que fue creada por Olallo Rubio en colaboración de algunos integrantes Radioactivo 98.5, la cual encarnó el espíritu musical de principios de los dos mil e incluso,  Rolling Stone México que aún se resiste a desaparecer su versión física y nos ofrece opiniones de carácter político, una sección de videojuegos y música.  Estas revistas nacionales y probablemente otras que he olvidado, han formado parte de la documentación musical en nuestro país, en paralelo de otras internacionales como Hip Hop Nation, Hit parade, o la NME, pues nos dieron la pauta para descubrir conciertos, bandas y nuevos géneros de una manera quizá más auténtica e independiente que, el algoritmo generado por las nuevas plataformas musicales, que predice, sugiere e incluso diseña cómo debe ser construido nuestro gusto musical, nunca logrará. 

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1970 – 1980: la década de oro de Tangerine Dream

Tangerine Dream posee una discografía prolífica, e intentar estudiar su obra, se convierte en una tarea difícil pero interesante, pues su carrera transita por diferentes facetas que van de lo electrónico, el progresivo, krautrock y el new age. Por esta razón hacemos una parada en la década de los setenta, pues  fue una época donde sus trabajos tuvieron un peso importante para el desarrollo de la música experimental. La agrupación alemana que surge en paralelo de Kraftwerk, Neu!, Can y Faust, se fundó a finales de los sesenta por Edgar Frose; un personaje que fue estudiante del pintor Salvador Dalí y que incursionó en el mundo de la música concreta y  fabricó sus propios generadores de sonidos. De la alineación clásica también forman parte Christopher Franke y Peter Baumann, quienes nos dejaron obras musicales que fueron un referente para la historia del arte y el cine.     El álbum con el que inauguraron la década de los setenta fue Electronic Meditation (1970), un trabajo que se diseñó con instrumentos acústicos y que logra ambientaciones electrónicas, sin embargo, este sonido se define más claramente en Zeit (1972), un disco en el que colabora Florian Fricke de Popol Vuh y donde se utiliza por primera vez el sintetizador; o en Atem (1973) cuyo fundamento técnico se direcciona hacia el krautrock.     Phaedra (1974) y Rubycon (1975) son dos obras maestras que estuvieron bajo la firma de la disquera Virgin Records, de las cuales hicieron uso de sintetizadores (Mini Moog, EMS synthi, VCS3), secuenciadores y el teclado Mellotrón; maquinas que le dieron identidad y forma al género electrónico pero también al progresivo. Estos dos trabajos contaron con sesiones de estudio largas, que estuvieron acompañadas por errores de grabación y daños en los equipos por la complejidad de las frecuencias sonoras; pues los alemanes se introducían a un escenario no explorado, en donde incluso la tecnología de última generación ignoraba su propio alcance.     Después de aquél visionario trabajo lanzan Ricochet (1975), un álbum en vivo que se grabó en distintas iglesias de Reino Unido y Francia con un set totalmente espontáneo. El álbum es recordado por la atmósfera que se generó ante el público, el equipo analógico utilizado y, desde luego, por nivel de improvisación. Por otro lado, Stratosfear (1976) es un trabajo más ordinario, en donde se distinguen las texturas de guitarra y sonidos de un órgano, que hace referencia al estilo musical barroco.     Sorcerer (1977) es la banda sonora de la película con el mismo nombre dirigida por William Friedkin; mientras Encore (1977) fue otro álbum en vivo que fue criticado por la prensa musical, ya que en el track titulado “Monolight” se hallan fuertes verosimilitudes con la polifonía que distinguió a Pink Floyd, y no es ninguna sorpresa, porque el trabajo del outsider de Richard Wright fue una gran influencia en la carrera del proyecto alemán, sobre todo en discos como el Ummagumma, Meddle y el Dark Side on the Moon.     La década remató con Cyclone (1978) un disco con un concepto totalmente distinto e inusual a los anteriores, pues está totalmente volcado al progresivo, hay instrumentos de viento y es cantado. Esta nueva propuesta se debe a la salida de Peter Baumann, lo cual representó una ruptura a lo que se habían desarrollado musicalmente hasta entonces. Después de algunos conflictos, lanzaron Force Majeure (1979) y Tangram (1980) en los que abordaron otros lenguajes musicales bien diseccionados y nuevas estructuras compositivas, pero que desde luego anunciaban el fin de un momento cúspide dentro de su carrera.     Sin duda esta temporada es recordada por su innovación técnica y por acercar la música electrónica al espectro público, pues aunque después sacaron piezas interesantes y desarrollaron la banda sonora de varias películas, hubo un inevitable declive por los cambios de alineación y la transformación del concepto nuclear que, en la década de los noventa, llevaría a Tangerine Dream a adquirir un formato empresarial porque reeditaron materiales en serie cual si fuese sistema fordista e incluso, sus nuevos materiales musicales repitieron fórmulas sonoras ya conocidas y después de la muerte del Edgar Frose en 2015 se lanzaron álbumes sin mucha relevancia y sin ningún miembro original, lo cual deja claro que nada volverá a parecerse a aquella década de oro.

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Robert Johnson: el bluesman maldito del Misisipi

En el imaginario popular existen historias de artistas que hacen negocios sucios con el demonio para adquirir virtuosidad, fama y dinero, como respuesta a estos rituales, algunos creadores le rinden culto a este personaje sobrenatural a través de la lírica y algunos actos en vivo, los cuales atraviesan a toda clase de géneros musicales Sin duda Robert Johnson encaja con esta asociación, pues es recordado por su mediocre manera de tocar y su repentina transformación que lo lleva a ejecutar el mejor blues en los bares locales de Misisipi, por un supuesto pacto en donde vendió su alma a un ente que encarnaba al mal a cambio de desarrollar habilidades con la guitarra. En el documental Devil at the Crossroads diversas voces señala que es difícil construir la biografía del músico debido a que su vida data de una época en donde los censos no eran una práctica común, a pesar de esto, señalan que nació en el Misisipi en el año 1911, fue hijo de una mujer descendiente de esclavos, su padre lo abandonó a una corta edad y logró casarse con Virginia Travis, una mujer que murió cuando dio a luz a su primer hijo. Asimismo, aseguran que todo esto ocurrió en un momento en el que el racismo estaba institucionalizado por el sistema de segregación de Jim Crow, cuyo principal propósito era acentuar las desventajas económicas, educativas y sociales para las poblaciones afrodescendientes. Se sabe que después de aquellos eventos, Johnson tuvo una segunda esposa llamada Esther Lockwood y no regresó a trabajar a las plantaciones, pues tenía una fascinante conexión con la música, especialmente tocando la armónica y la guitarra, sin embargo, siempre se mantuvo bajo la sombra de Son House y Willie Brown; personajes que desconfiaban de su talento y usualmente se burlaban de su ineptitud para tocar. Incluso en la canción “Crossroad Blues”, se lee entre líneas como el músico desaparece por un tiempo y le pide ayuda a Dios, pero ante la negativa de este, se encuentra con un hombre que, a cambio de su alma, afina su guitarra en la encrucijada de las carreteras 61 y 49 ubicadas en Clarksdale, Estados Unidos. En realidad la canción refleja el sincretismo entre la religión vudú y cristiana que se dio debido a la migración de esclavos africanos a Estados Unidos, pues en el vudú se narran historias sobre espíritus que fungen como intermediarios entre los dioses y los hombres que están en los cruces de caminos; idea que más tarde se asoció con la figura demoníaca del cristianismo. Asimismo, retrata una creencia milenaria acerca de la “posesión” que, para la danza africana, representa un estado de trance que se genera por el desarrollo de ritmos por medio del tambor: estados que se expresan simbólicamente dentro del gospel, el soul, el blues y el rock, o al menos eso dice Debra Devi en su libro The Language of Blues from Alcorub to Zuzu. Para ir al grano, el verdadero maestro de Robert Johnson fue “Ike” Zimmerman, un músico que le dio clases en los cementerios a media noche para dominar la guitarra de seis cuerdas; lugares que alimentaron los rumores sobre el supuesto pacto. De hecho se piensa que Johnson vivió una larga temporada cerca de Zimmerman y que, de las 29 canciones grabadas que existen, “Walking Blues” y “Dust my Broom” son canciones de la autoría de este último. Aunque Johnson regresó a los bares del Delta, adquirió fama como intérprete y, por su manera de tocar la guitarra, su vida se tradujo a una sucesión de tragedias que, por su mismo contexto, podrían pensarse como maldiciones, las cuales combinó con el alcohol y su gusto empedernido por las mujeres; elementos que lo llevaron a su muerte a los 27 años de edad al ser envenenado por el dueño de un bar que sospechaba que le quitaría a su esposa. En sí lo encantador de su historia es la magia que rodea al mito, y quizá sea mejor recordarlo así; como aquel músico poseído por el mal, pero también por su inquietud creativa, la cual trazó un camino para el desarrollo del rock y dejó un importante legado para los músicos del presente.

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20 bandas esenciales de Dream Pop

El dream pop es sumamente especial. Describir qué tipo sonidos caracterizan a cada género es un ejercicio complicado, pues tal tarea nos revela las verosimilitudes que una clasificación musical tiene con otros patrones sonoros, ya que en una misma banda o álbum convergen y se pueden detectar una variedad de influencias. Por esta razón, en ocasiones es difícil pensar en taxonomías cerradas, pues si algo es cierto es que no existen sonidos puros como tal. Sin embargo, acotar qué distingue al dream pop es una insistencia que muchas publicaciones musicales buscan delimitar. Dentro de las principales discusiones se considera que el género tiene elementos en común con el shoegaze o a veces se consideran dos caras de la misma escena, aunque también existen inflexiones que dudan sobre si es correcto considerarlos por igual. Basados en lo anterior, partimos de la idea de que se pueden diferenciar por el tipo de instrumentación, textura y atmósfera, pues en el shoegaze prevalece la distorsión de guitarra y los efectos de pedal, mientras en el dream pop nos encontramos con guitarras con efecto de eco, con un sonido más limpio, con un feeling hipnótico y hasta romántico. Aunque en esta publicación nos hubiera gustado incluir a The Mary Onettes, Wild Nothing, Cemeteries, Foxes and Ficcion, Daysleppers, The Pains of Being Pure at Heart, The Radio Dept, Pia Fraus, M83, Autumn’s Grey, entre otras, entendemos que no se puede incluir todo en una lista que se limita a un número de bandas. A continuación, te presentamos 20 bandas de dream pop de diferentes zonas geográficas y épocas en donde, por un lado, decidimos no incluir bandas que terminaron en nuestra lista de los 20 esenciales de shoegaze (Slowdive, My Bloody Valentine, Ride), y, por otro lado, evitamos los sonidos dulces del twee y el jangle del espectro del indie pop que incluye a bandas como The Field Mice, Heavenly, Blueboy, etcétera. JULEE CRUISE – FLOATING INTO THE NIGHTWARNER BROS (1989) Floating into the Night es el álbum debut de Julee Cruise, el cual produjo Angelo Badalamenti y David Lynch en 1989. Algunos de los tracks del disco se utilizaron para las películas Blue Velvet y Twin Peaks, tales como “Mysteries of Love” y “Falling”. 2. GROUPER – DRAGGING A DEAD DEER UP A HILLTYPE RECORDS (2008) Dragging a Dead Deer up a Hill es el quinto álbum del proyecto solista de la americana Liz Harris lanzado en 2008. A lo largo de su corta carrera, su trabajo se caracteriza por desenvolverse en terrenos fantasmales, ejecutar efectos retardados y de eco, lo cual le ha permitido un reconocimiento inmediato, que la ha llevado a colaborar en bandas como Xiu Xiu. 3. CRANES – LOVEDDEDICATED RECORDS (1994) Cranes fue telonera del Tour Wish de The Cure en 1992, posterior a esta experiencia lanzan Loved, su quinto álbum de estudio. El disco trasciende las barreras de lo concebible gracias a la voz de Alison Shaw y los sobresalientes rasgos de dream pop oscuro; las piezas más destacables de este trabajo son “Reverie”, “Paris and Rome” y “Beautiful Friend”. 4. STILL CORNERS – CREATURES OF AN HOURSUB POP (2011) De la oleada de bandas más actuales del género están los mágicos Still Corners. Se trata de un dúo originario de Londres que, con cuatro álbumes, han logrado tocar las fibras más sensibles de sus escuchas. En este trabajo se hallan pinceladas noir y dreamy que generan hermosas atmósferas que son infravaloradas por el hype musical. 5. GALAXIE 500 – ON FIREROUGH TRADE RECORDS (1989) Bajo la influencia de Peter Hook y Young Marble and Giants, Galaxie 500 se forma en 1986. La banda liderada por el front man Dean Wareham nos deja seis álbumes, de los cuales sobresale On Fire, un trabajo que combina guitarras aletargadoras, reverbs míticos y arreglos de saxofón, sonidos que influirán en bandas como Red House Painters y Codeine. Aunque la vida de Galaxie 500 fue muy corta, deja en el archivo vestigios sonoros bien reconocidos dentro de la escena del dream pop. Cabe mencionar que después de la separación de la banda, Dean Wareham desarrolla un proyecto alterno que mantiene un espíritu similar llamado Luna. 6. BEACH HOUSE – TEEN DREAMSUB POP (2010) Beach House es un dúo originario de Baltimore, Estados Unidos, compuesto por Victoria Legrand y Alex Scally. Es complicado elegir entre el disco Devotion, Drepression Cherry, Bloom o el 7 porque todos son realmente buenos; sin embargo, hay algo en Teen Dream que evoca y conecta con el mundo interno de sus escuchas de manera especial por su romanticismo minimalista. Teen Dream es el tercer álbum de estudio de la banda, en él se consolida su sonido y se revela cierta innovación en relación a sus primeras propuestas. El disco fue grabado en una iglesia ubicada en Nueva York y la producción estuvo a cargo de Chris Coady, quien trabajó para TV on the Radio y Blonde Redhead. 7. COCTEAU TWINS – HEAVEN OR LAS VEGAS4AD (1990) Cocteau Twins es una de las bandas pioneras en el género. La portada de Heaven or las Vegas la diseñó Vaughan Oliver quien, en un intento por capturar con su cámara lo etéreo, improvisó con bengalas y destellos de luz; el resultado final fue el reflejo de luces de navidad con un fondo de color rojo. Este disco es considerado un icono por su propuesta musical increíble, ya que Cocteau Twins sale de la onda new wave, post punk y gótica, para ofrecernos melodías oníricas y atmósferas complejas. En este álbum, la voz de Elizabeth Fraser alcanza la cima de su arte, convirtiéndose en la soprano más interesante de su época. 8. SILVANIA – EN CIELO DE OCÉANOELEFANT RECORDS (1993)   Afortunadamente no todo el dream pop y shoegaze surgió en parte de Europa y Norteamérica. Originarios de Perú, Mario y Coco lanzan en 1993 su primer álbum titulado En Cielo de Óceano, un trabajo con una fuerte influencia de bandas como My Bloody Valentine y Brian Eno. La lírica de este álbum está escrito en

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Recordando a Elliott Smith, el músico atormentado de los 90

La idea del suicidio habita en la cabeza de unos cuantos seres atravesados por la melancolía. En todo ese delirio aparece un patrón, una regularidad, que los más incrédulos o indiferentes decidimos omitir aunque las pistas estén ante nuestros ojos: el anuncio de la muerte por medio de ideas y conductas autodestructivas Poseído por ese dolor Elliott Smith fue encontrado el 21 de octubre de 2003 a los 34 años de edad con dos puñaladas en el pecho en la ciudad de Los Ángeles. La escena policíaca y el cuerpo teñido de sangre fueron elementos que insinuaron la posibilidad de un asesinato. La primera sospechosa fue Jennifer Chiba – su novia de aquel tiempo -, con quien discutió horas antes. Pareciera un caso no resuelto; sin embargo, lo que sabemos es que en realidad, Elliott Smith era un hombre sombrío que ya había intentado suicidarse; vivía una depresión profunda y su consumo de drogas y alcohol era cada vez más crónico. Más allá de hacer una apología sobre la muerte, lamentablemente, es un caso más de esa ola de artistas de personalidad retorcida que a su corta edad no encontraron una salida ante la incertidumbre, la soledad, las adicciones, el desamor, etcétera. Pienso en Nick Drake, Brian Jones, Keith Flint, Ian Curtis, incluso, en esos artistas que los medios se jactaron por agruparlos en el Club de los 27. En el documental biográfico Heaven Adores You se construye la vida de Smith a partir de relatos elaborados por sus amigos y conocidos. En él se narran las dificultades que vivió durante su infancia en Texas, su cambio de residencia a Portland y su etapa como músico en la banda Heatmiser, un grupo con éxito mediano; asimismo, se narra su conversión a lo acústico. Elliott Smith es esa clase de artistas que escapan de los reflectores y del protagonismo; sin embargo, nos deja siete álbumes de los cuales destacan Either/Or (1994), XO (1998) y Figure 8 (2000). Discos que por su composición artesanal y lírica nos revelan, más allá de esa tónica bohemia y convencional, mensajes estruendosos sobre su mundo personal. Smith ha sido comparado en muchas ocasiones con Cat Stevens, porque además de hacer música en solitario, fueron hombres que no estaban preparados para la fama. Un ejemplo épico fue cuando lo nominaron a los premios Oscar en la categoría de Mejor canción original por componer Miss Misery para la película Good Will Hunting. Ante el público opulento y presuntuoso que encierra la industria del cine, Smith se presentó en el escenario con un traje totalmente blanco y tocó su guitarra mientras se le notaba incómodo. Quizá sea de esos pocos eventos televisivos que cimbran al público al ver por la pantalla a un completo desconocido generando un impacto abrumador a través de su vibra melancólica. Aunque el cantautor no ganó ningún premio aquella noche, su música siguió apareciendo en otros proyectos cinematográficos, por ejemplo, en la banda sonora de American Beauty en la que versionó el tema Because de The Beatles; asimismo, en la película Schoolhouse Rock! con la canción Figure 8. Smith salió del terreno común en los años 90 – época en la que predominaba el movimiento grunge y que paradójicamente encabezaba Kurt Cobain -, pues imprimió musicalmente su sello personal al incursionar en el folk, dándole un toque contemplativo y honesto a su trabajo. No dudo que el muro que se utilizó como fondo gráfico para la portada del álbum Figure 8 y, posteriormente,se convirtió en memorial después de su muerte, sea un símbolo de toda una generación perdida que se refugiaba en sus letras. Ahora escucho Everything Means Nothing To Me y pienso en Smith como un alma atormentada, como un ser incomprendido que la vida le representaba una tortura diaria, por lo que el hecho de decidir morir por mano propia – aunque absolutamente nadie debe escapar así de este mundo -, fue un derecho esencial de su libertad para apagar el incendio interno que vivía.

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Entrevista con la banda italiana Soviet Soviet

Soviet Soviet es una banda italiana que forma parte de esta nueva oleada de proyectos que intentan revivir los sonidos más oscuros del post punk. Tuvimos una charla con ellos con motivo de su gira por Latinoamérica y su visita a México.   -Soviet Soviet tiene tres discos hasta ahora, ¿cuál es el principal problema de innovar un sonido en la actualidad? Alessandro Ferri: No sé, pienso que la música ahora no es tan innovadora. Andrea Giometti: Innovar en el 2019 es algo realmente difícil. Alessandro Costantini: Nosotros empezamos haciendo lo mejor, amamos nuestra música y es muy padre que algunas personas lo hagan también. Me gustaría pensar que la innovación es igual al cambio, y bueno, si tú eres sincero contigo mismo, la música cambia. Tal vez no es tan simple, pero es una imagen general de lo que podría decir.   2.- Es muy común escuchar que la escena del post punk se mantiene en el underground, ¿se puede seguir creyendo en esta idea o esto ya forma parte de una fórmula comercial? AF: No podría pensarlo como una fórmula comercial como tal, pero pienso que toda clase de música puede ser utilizada con ese propósito. AC: Desde que las personas de las disqueras o con dinero se dieron cuenta que pueden hacer ganancias con la música como en cualquier otro negocio, llámese Fanta o Sprite, todo se puede convertir en algo muy comercial, al menos que el artista o banda decida no rendirse ante ese tipo de cosas y limitarse. Y sí, algunas personas dicen: ‘¡Oh! ¿Post Punk? ¡Vamos a hacer una banda!’ Y eso es solo porque ven la música como un negocio, pero eso pasa también con el metal, el pop, el jazz, incluso con el hip hop.     3.- Hace días pensaba en las letras de Gang of Four, Killing Joke y The Au Paris, pues en un principio hablan de un malestar social, crímenes, protestas estudiantiles, sexualidad etc. ¿Creen que la música debería mantener un espíritu contracultural? AC:  La música es muy primitiva básicamente por su funcionalidad. Si tú piensas en las personas que bailan techno, te das cuenta que no entienden lo que está pasando, solo se dejan llevar por el ritmo, es muy primitivo, tú bailas para disfrutar. Por otro lado, con las letras se puede desarrollar contenido para comunicarse, pueden ser letras sobre aspectos sociales y hablar sobre las personas que no tienen voz. La música debería tener un balance. Una cosa no cancela a la otra. 4.–En este sentido ¿cómo construyen sus letras? AG: Yo siempre hablo sobre lo que estoy viviendo en este momento. No hay una fórmula. Por ejemplo, en el último álbum Endless hablo en gran parte de una persona, es sobre lo que yo siento y vivo en ese momento. AC: Yo diría que hablamos de experiencias personales, no me referiría en un sentido filosófico, yo me refiero a sensaciones instintivas como la felicidad, enojo o tristeza, lo que experimentas durante el día. 5.- ¿Qué piensan de la frase ‘El punk ha muerto’? AC: Qué es una mierda. Decir que el punk está muerto es como decir que Jesús está muerto, es la misma cosa. ¿Realmente está muerto? Jesús murió hace 2,000 mil años y las personas siguen yendo cada domingo a misa. ¿Nació porque embarazaron a su madre? ¿Sí Jesús está muerto por qué la gente cree en él? De la misma forma pasa con el punk, el punk no está muerto porque la gente sigue creyendo en él, sigue aquí con nosotros, está para quedarse.       6.-Gracias a las nuevas tecnologías se han desarrollado diversas plataformas streaming ¿creen que esto ha cambiado las formas de consumir música? AC: Sí, crecimos en un tiempo donde tendemos a hacer clic en un enlace antes de ir a la escuela y cuando regresas de la escuela. Escuchas una canción, tienes las letras, los gráficos, tienes todo. Quizá las personas obtienen mucha información y no todo hace sentido, entonces eso logra un desapego emocional con la música. Creo que todavía hay gente como nosotros en el mundo que compra discos, que aún se siente apegado al objeto, pues contiene algo que buscan. Solo es una forma diferente de consumir, pero nuestra atención se ha reducido demasiado, si ves las estadísticas o análisis de Google, encontrarás que los primeros 10 segundos son los que importan para captar la atención de la gente y te preguntas ¿es en serio? Pienso que en este momento las formas de consumir música tienen un propósito más materialista que espiritual. 7. Leí en una entrevista que tienen más giras en el extranjero que en su país ¿por qué? AG: Afortunadamente lo hicimos porque tuvimos la oportunidad de ir y tocar fuera de nuestro país muy pronto, en menos de un año. Hicimos el primer concierto y fue una gran experiencia para nosotros. Venimos a México a 3 diferentes estados y hemos tocado ocho conciertos y ha sido increíble. En Europa, en todo el mundo, puedes escuchar toda clase de géneros, tú puedes escuchar metal o punk, pero es mucho más cerrado en Italia. En los últimos dos o tres años la tendencia en Italia es música pop o trap, cosas así… 8.- ¿Cómo visualizan a Soviet Soviet en el futuro? AG: Con bastante dinero y como una banda muy popular, absolutamente. AC: Me alegra que diga eso, pero no lo sé, desde un punto de vista nihilista estaremos en el cementerio, estaremos muertos en el futuro, pero no diré eso. Es una mala broma. No lo sé, quizá seguir siendo amigos, seguir tocando música juntos, ayudarnos el uno al otro como sucede hasta ahora,  espero seguir tocando música en diferentes hermosos lugares y seguir conociendo a gente increíble. 9.-¿Qué nos espera para el concierto en CDMX? AG: Fuegos artificiales, Katy Perry…(risas). AC: No lo sé, a 3 personas que disfrutan lo que hacen, haciendo lo mejor que pueden, tendremos una espectacular noche, para todos quienes quieran disfrutar y venir a ver lo que hacemos.

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Como parte de la gira Extinction Tour, Hocico presentó su último material “Artificial Extinction” en CDMX

Desde las afueras del lugar se podía observar a unos cuantos hombres ataviados de negro mientras algunas mujeres lucían peinados con extensiones fluorescentes, medias de red y corsés, todo apuntaba a que sería una noche particularmente catártica. La cita fue a las 7:00 pm en El Plaza Condesa el pasado 31 de agosto, desde las afueras del lugar se podía observar a unos cuantos hombres ataviados de negro mientras algunas mujeres lucían peinados con extensiones fluorescentes, medias de red y corsés ajustados en relación a la estética del cybergoth, lo cual apuntaba a que sería una noche oscura y particularmente catártica. El evento fue abierto por Resistor, una propuesta colombiana de EBM que mantiene paralelismos sonoros con Front 242 y Orange Sector, la cual hizo vibrar a los pocos asistentes que había en el venue. Más adelante comenzó la ejecución de Dimitri Berzerk, DJ mexicano con una orientación hacia el Synth Pop y New Wave; dentro de su set se pudieron escuchar algunos tracks con un feeling más relajado que convergían con luminosos visuales. Después escuchamos al proyecto KREIGN, en donde el vocalista cantaba en un tono siniestro y el baterista -en una posición físicamente recta- solo movía las baquetas al ritmo del industrial más denso mientras cubrían su rostro con una especie de velo islámico y una corona negra.       Con un público más espeso, finalmente Hocico tomó el escenario. Durante el espectáculo se pudieron escuchar tracks que definieron toda su evolución sonora, de los que destacaron Sexo Bajo Testosterona y Dark Sunday. Durante el espectáculo se notó a Erik García agradecido de pisar suelo mexicano, incluso bajó del escenario, saludó e intentó abrazar al público cercano a las vallas. Fue un concierto lleno de adrenalina, sudor y energía, que prueba una vez más, que Hocico es una de las bandas de aggrotech más icónicas y subversivas de nuestro país.   Les compartimos el Setlist de esa noche:   Blackout Dark Sunday Sex Sick In the Name of Violence No One Gets Out Alive Bite Me! I Abomination Psychonaut Poltergeist Dead Trust Palabras de sangre A Fatal Desire Tiempos de furia Encore: Bienvenido a la maldad Ecos Encore 2: Odio bajo el alma Sexo bajo testosterona  

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