Entrevista a Hocico, energía y oscuridad mexicana que proyectó su sonido hacia el mundo
Conocidos como la banda nacional más subversiva de aggrotech y la menos convencional por su afinidad a la crudeza de lo humano, Hocico es el proyecto con mayor reconocimiento en el extranjero. Con 20 discos –entre ellos piezas de culto como Odio Bajo el Alma, Signos de Aberración y su más reciente lanzamiento Artificial Extinction-, los mexicanos visitan nuestro país este 31 de agosto en El Plaza Condesa. Aquí la charla que tuvimos con Óscar Mayorga, miembro fundador de la banda. Contextualicemos sobre el origen. Eran finales años 80 y principios de los años 90 cuando Óscar tuvo su primer contacto con la música electrónica, género que se ancló en su inconsciente desde que obtuvo su primer álbum de Kraftwerk: “fue en la época del break dance cuando escuché Tour de France, esa canción me volvió loco porque le llamaban el baile de la escoba, en referencia a la película Breakin’s de 1984.” Aquellas primeras experiencias llevaron a Óscar y paralelamente a Erik García a experimentar con el sonido que definiría a Hocico: “Estábamos jóvenes y teníamos demasiada energía. Pasamos por el ciberpunk, el speed metal y el black metal, pero siempre tratamos de mantener ese toque electrónico con beats rápidos. La cuestión es que cuando uno está desarrollando música electrónica, posee una gama de sonidos más amplia en comparación de otros géneros como el rock convencional.” Originarios de Azcapotzalco y Naucalpan, Óscar Mayorga nos habla de una de sus primeras tocadas: “fue en el patio de la casa de Erik, cayeron grupos de Satélite como la Concepción de la Luna y Deux Ex Machina. Fue algo único porque éramos unos pubertos y lanzamos nuestro primer debut. Estábamos tocando en un garage y la gente estaba en shock. Cuando sacamos los demos pusimos que éramos del Estado de México y la gente pensó que éramos de Nezahualcoyotl. Pasó mucho tiempo circulando esa mentira. Nosotros somos orgullosamente del norte, que no se trata de dividir, pero la verdad es que en ese lugar se dio un movimiento de muchas bandas.” 1.-Con la llegada de los sintetizadores Size, Capitan Pijama y Casino Shangai fueron la antesala para que la escena post punk, electro/ new wave se produjera en nuestro país en los 80’s. Aunque son de otra generación ¿piensas que ustedes derivaron de este movimiento en México? “Pues claro. Había estaciones de radio que empezaban a promover esas bandas. Algo que me impresionó mucho fue cuando vi en la televisión a Interface, una banda de electro mexicano. Ver que una mujer estaba detrás de un sintetizador para mí fue muy difícil de entender, porque no sabía qué era un sintetizador. Entonces ellos trataban de explicar, enseñar y decir qué eran los sintetizadores a través de su música. Ese vídeo de interface me movió mucho. Tal vez mucha gente ya no se acuerde de ellos, pero también por ahí estaba Decada 2 e Illy Bleeding. Al principio pensábamos que venían desde Europa, pero ya después fuimos asimilando que formaban parte de la escuela de México.” 2.-Opción Sónica fue un sello discográfico icónico en los 80 y 90, ¿qué importancia tuvo esta compañía mexicana en la distribución de la música electrónica, ciberpunk e industrial en México? “Fue una compañía abierta a muchos estilos, además de los géneros que mencionas, promovían música alternativa, ska, jazz, techno. Nadie más se aventuró como ellos en aquel tiempo.” 3.-Incluso firmar con ellos los catapultó al extranjero, ¿no? “Claro. Nosotros estábamos de manera independiente y Opción Sónica nos contactó para grabar Odio en el Alma. Después nos llegó la oferta de abrirle a Marilyn Manson y eso catapultó todo porque después firmamos un contrato con la compañía discográfica alemana Out of Line. Pasamos por una serie de juicios legales porque éramos chavos, no leíamos contratos y supuestamente traicionamos a Opción Sónica porque ya estábamos con otra disquera. Edmundo Nava se molestó y tardamos en ajustar las cosas, pero eso nunca fue en mal plan, éramos muy inocentes y formaba parte de nuestra evolución.” 4.-¿Por qué crees que a pesar de que estos géneros se trataron de difundir en nuestro país no sobresalieron en comparación a otros países como Alemania? “A nuestro país le ha costado trabajo sobresalir en todos los estilos porque la música está más centrada en México y en el idioma, también de repente sale este malinchismo en el que se prefiere lo extranjero que lo nacional. De la misma forma, se trata de apasionarse por la música porque creo que eso lleva a muchos artistas a crecer, si no hay pasión, no hay nada, todo se convierte en algo frívolo y mecánico. Hacer un grupo creo que todos lo pueden hacer, pero realmente dar algo ante el mundo, no es tan fácil. Es cuestión de saber qué quieres y qué quieres reflejar. En el caso de Hocico, nos fuimos definiendo en cada álbum y honestamente nunca creí que fuéramos a tener relevancia. Éramos muy radicales para el tiempo y nunca pensé que se convertiría en algo masivo que incluso nos permitiría entrar a la Biblia Negra, un disco de colección de grandes bandas que sacaron en Estados Unidos.” 5.-México es un país oscuro y agresivo ¿esto cómo se refleja en el concepto de la banda? “A veces la gente busca las cosas más trasgresoras para reflejar cierto barbarismo a través de géneros que promueven el nazismo o el fascismo como lo es con ciertos grupos el Black Metal. Hocico es más inteligente, porque buscamos que la gente piense, evalúe y utilice su cerebro. Nosotros no somos líderes sindicales ni somos la voz ni el voto del pueblo. México es un país violento y oscuro, pero también tiene algo de luz. Eso alimenta a la banda porque exponemos lo malo al hablar de racismo, la muerte y violaciones…” 6.-De hecho fueron muy criticados por la prensa cuando lanzaron “Sexo Bajo Testosterona”. “Claro, muchas mujeres se ofendieron, pero hasta la fecha rechazamos esas conductas, pero o sea, no vamos a hablar de cosas buenas, porque hacerlo es
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