Depósitio Sonoro

Crónicas y Reseñas

Festival MexProg 2022: Reviviendo leyendas.

El rock progresivo en México ha sido un género que se ha mantenido en un sector muy específico de fanáticos desde sus inicios en el país. Como lo mencionó Víctor Moreno, un veterano fanático desde los tiempos de Avándaro, “en estos eventos lo único que cambia son las bandas, porque siempre venimos las mismas personas”, haciendo referencia al público de nicho que apoya fielmente este género.   El 22 de octubre se llevó a cabo -después de 20 años- la segunda edición del MexProg 2022, evento en el que participaron las 4 bandas nacionales Tangerine Circus, Rostro del Sol, Govea y la legendaria banda Chac Mool y 2 actos internacionales, Gianni Leone de Il Balleto di Bronzo y Colin Bass, bajista histórico de Camel.   A diferencia de los conciertos a los que el público en general puede estar acostumbrado, este festival se realizó en el Teatro Ferrocarrilero, lo que remitía a viajar en el tiempo, al tener guardadas a cada banda detrás de un gigantesco telón entre cada cambio y tener a los asistentes sentados en butacas que pudieran ser las mismas de cuando se construyó este recinto en 1968.   Al punto de las 3 de la tarde, el antes mencionado Victor Moreno y Jaime García -integrante y creador de varios proyectos y agrupaciones de rock progresivo mexicano- hicieron la presentación del festival, rememorando la primera edición, realizada en el 2000 y el recorrido del catálogo de la disquera Sun & Deneb Records, encargados de organizar el evento.   Tangerine Circus fue la banda encargada de comenzar el evento a las 15:17 horas. Cuarteto nacional que rescata la estructura del progresivo clásico y que la fusiona con elementos contemporáneos, se destacan por su fusión con toques de metal a la Porcupine Tree y sus pasajes virtuosos de piano, guitarra y bajo. Sus visuales con espirales adornados de relojes y figuras caleidoscópicas levantaron la presencia de la banda.     Les siguió Rostro del Sol, una banda que retoma el sonido clásico del rock mexicano de los 70’s que rememora a bandas como El Ritual, Toncho Pilatos y Peace and Love, con esa mezcla entre blues y rock psicodélico, aprovechando los instrumentos característicos del género. En el grupo, hay un saxofonista, clarinete y sintetizadores virtuosos, además de rescatar el uso del timbales ceremoniales.     La banda se destacó por su gran energía derrochada en el escenario que contagia al escucha a emocionarse. A diferencia de los grupos actuales, el vocalista de Rostro del Sol no duda en demostrar su talento vocal que recuerda a Robert Plant.   Continuó el ensamble de Salvador Govea, quien fuese tecladista del grupo de rock progresivo Iconoclasta entre 2001 y 2004. Entre dificultades técnicas tardó en comenzar. Los músicos que lo acompañaron fueron Luis Arturo Guerrero en el bajo y Hugo Sapia en la batería.   Fue un trío instrumental que presentó canciones como “Duelo” de su segundo álbum “Raíces” y demás canciones del LP “Danza Urbana”. A su vez, Govea hizo homenaje en solitario a varios tecladistas europeos que le sirvieron de influencia como el alemán Jürgen Fritz, de Triumvirat, con la pieza “A Day in a Life”; el británico Keith Emerson con “The Trainer”; los tecladistas de Yes Rick Wakeman y Patrick Moraz interpretando la canción “Karu”; del argentino Alberto Ginastera con “Malambo” con arreglo de Keith Emerson Band y cerrando su presentación con himnos del progresivo como “Focus III” y “Karn Evil 9”.     Para cerrar los actos nacionales, la legendaria banda Chac Mool, a cargo del fundador Armando Suárez, dio un recorrido por los éxitos de la agrupación en sus primeros álbumes Nadie en Especial y Sueños de Metal, iniciando con “Un Mundo Feliz”, “Razones”, “Bienvenidos Al Fin Del Mundo”; “Requiem”, haciendo homenaje a las personas fallecidas en la pandemia y con énfasis principal a los miembros fallecidos Jorge Reyes, Carlos Alvarado y Eduardo Medina, para cerrar con “Salamandra”, “Sombras de la Noche” y “Nadie en Especial”.   Esta encarnación de Chac Mool es posible gracias al talento joven de Rodrigo Martínez en la guitarra, Rafael Ramos en el bajo y Aldo Lira en la batería.       Llegando a los actos internacionales, Gianni Leone presentó un setlist en solitario conformado por dos partes, siendo la primera un tributo a sus influencias y la segunda a su carrera con Il Balleto di Bronzo y de su etapa como solista.   Siendo un acto de una sola persona, tocó con un conjunto de caja de ritmos y sintetizadores Roland y Korg. Su actitud extravagante y carismática provocó sonrisas en los asistentes que lo veían manifestándose como una estrella de rock de los setentas, conservando esa energía y trayéndola a nuestra época.   Durante la primera parte dedicó la canción “Can We Still Be Friends?” de Todd Rundgren, a Colin Bass; además de interpretar otras como “Baby’s on Fire” de Brian Eno, “Sexy Sadie” de The Beatles y “Nevermore” de Queen.   Leone comentó que el guitarrista que lo marcó fue Jimmy Hendrix a los ocho años y posteriormente el tecladista Keith Emerson.   Durante su segundo set, por una mala coordinación en los visuales, Gianni rompió hacia una actitud estricta y bajó del escenario para confrontar al encargado de esa labor, lo cual fue aprovechado por los asistentes para tomarse fotos y pedir autógrafos ante lo que el italiano se les acercó con entusiasmo.   Entre las canciones de Il Balleto de Bronzo que tocó fueron “Napoli Sotterranea” dedicada al lugar donde nació y “La Tua Casa Comoda”, la cual no había sido tocada en mucho tiempo.     Para cerrar el festival Colin Bass ofreció un set acústico, íntimo y emotivo, interpretando canciones de sus álbumes como solista como “Denpasar Moon”, “As Far As I Can See”, “Walking to Santiago”; dedicando la canción “The Man Who Never Was” a un fanático mexicano que era fan de Camel y que lamentablemente había fallecido antes de poder asistir al festival.    Subieron al escenario los músicos de Tangerine Circus,

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Stereolab anuncia ‘Pulse Of The Early Brain’, quinto compilado de rarezas

El pasado 26 de junio, Stereolab celebró 30 años de su debut formal, marcado por el estreno de su primer álbum Peng! (1992). Desde entonces y hasta ahora, la discografía del grupo londinense se ha mantenido como un work in progress gracias a las constantes reediciones, remezclas y colecciones de rarezas que estrena año con año. A esta serie de lanzamientos se sumará el álbum Pulse Of The Early Brain, quinto volumen de la serie de compilados Switched On, dedicada a reunir lados B y tracks inéditos de Stereolab. Pulse Of The Early Brain será distribuido por Duophonic Records y Warp Records en formato digital y físico, de doble disco compacto y de 3 vinilos. La compilación incluirá un total de 21 piezas que abarcan los 30 años de existencia de Stereolab, desde piezas de la época de su EP seminal Low Fi (1992) hasta rarezas de Chemical Chords (2008), último álbum oficial del grupo. Como primer adelanto de este material, Stereolab compartió la canción “Robot Riot”, pieza que el grupo compuso originalmente para una exposición del artista estadounidense Charles Long —con quien la banda había colaborado anteriormente, en una obra que quedó registrada con el álbum Music for the Amorphous Body Study Center de año 2000—. Además de “Robot Riot”, el compilado incluirá piezas como “ABC”, cover estrenado originalmente en un tributo al grupo neoyorkino de los sesenta Godz; “Magne-Music” y “The Nth Degrees”, las cuales vieron la luz dentro de la edición japonesa del álbum Chemical Chords; “Blaue Milch”, grabada originalmente para un compilado de Peter Thomas Sound Orchestra, y “XXXOOO”, tema lanzado en 1992 como promocional del fanzine Tea Time. Asimismo, Pulse Of The Early Brain incluirá canciones conocidas, como una versión en vivo de “Cybele’s Reverie” grabada desde el Hollywood Bowl en 2004, así como “Refractions In The Plastic Pulse”, esta vez remezclada por Autechre. De igual forma, el compilado incluirá los temas que Stereolab estrenó en colaboración con Nurse With Wound en 1997, y las versiones en físico reunirán también las remasterizaciones de las cuatro canciones que conformaron el EP Low Fi (1992). Pulse Of The Early Brain es el segundo lanzamiento de la serie Switched On desde la entrada de los años 2000, siendo el primero Electrically Possessed, lanzado a mediados de 2021. Sin embargo, es también el quinto volumen de la serie Switched On, la cual comenzó en 1992 con el compilado del mismo nombre, dedicado a reunir los tres primeros EP de Stereolab; continuó en 1995 con Refried Ectoplasm, donde se juntaron rarezas de los primeros años del grupo, y siguió en 1998 con Aluminum Tunes, uno de los compilados favoritos de los fans. El lanzamiento de Pulse Of The Early Brain coincidirá con la gira que Stereolab dará por Estados Unidos y Canadá, la cual abarcará más de 20 ciudades entre los meses de septiembre y octubre de este año. Por su parte, Pulse Of The Early Brain se estrenará este 2 de septiembre y la preventa ya está disponible en el Bandcamp del grupo (https://stereolab.bandcamp.com/) y en su sitio web oficial (https://stereolab.co.uk/).

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Austero presenta: Reina Frustrada

Este mes, el trío de Chihuahua lanza su más reciente sencillo titulado Reina Frustrada,  la cual nace en pre-producción a cargo de Joe Cardamone (The Icarus Line) hace algunos años en Los Ángeles, quién aportó estructura en la música y trabajo en las melodías vocales, y es ahora, en 2022 que la banda graba y produce la versión final como parte del próximo EP que viene en abril. Reina Frustrada es una canción que explora la parte más pesada de la banda por medio de potentes riffs de guitarra, baterías estridentes y un profundo bajo dentro de una mezcla expansiva que respeta cada sonido del track. Reina Frustrada fue grabado el cual fue grabado en el estudio Las Dunas ubicado en Monterrey. Escucha Reina Frustrada aquí y mira el video que acompaña a este poderoso sencillo.    https://www.youtube.com/watch?v=ET-xVcBZXiQ

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30 años de Vulgar Display of Power, de Pantera

“Súbele a esa madre”, es lo que una de mis hermanas suele decirme cada vez que escucha música que le resulta demoledora, cuatro palabras que pronunció cuando sonó mi disco de Vulgar Display of Power de Pantera, por primera vez. Tenía 23 años cuando el sexto álbum de estudio de los texanos llegó a mis manos, uno que me hizo ojitos con su portada de un compa recibiendo un golpe directo a la cara, y al título que poco tiempo después supe que se trataba de una expresión dicha por Regan al padre Damien Karras en la película El Exorcista, justo cuando le pide una muestra de su poder a la posesa. Qué osado el sacerdote aquel. El disco que lo definió todo Antes de ver a un Phil Anselmo contorsionarse sobre los escenarios, escuchar el doble bombo de Vinnie Paul, los riffs endemoniados de  Diamond Darrell y a un Rex Brown desgarrando las cuerdas de su bajo, Pantera ya llevaba tiempo en el glam metal, género que después de la entrada de Anselmo, en sustitución de Terry Glaze, quedó en el olvido. A Vulgar Display of Power abrió las puertas del infierno un 25 de febrero de 1992, bajo el sello Atco Records, con Terry Date como productor, quien 2 años antes había maquilado junto con el cuarteto el Cowboys from Hell, quinto material discográfico que ya nos daba un adelanto de lo que estaba por venir. Al término de un tour con Judas Priest, Exodus, Sepultura, Suicidal Tendencies y Prong, en el que promocionaban ese quinto álbum, Pantera regresó al estudio para preparar su siguiente disco, uno que ya contaba con demos de 3 canciones antes de la intervención de Date. Su decisión de dejar atrás el spray para el cabello y los jeans ajustados estaba más que tomada, así como su interés por definir, sin miramientos ni inhibiciones, ese sonido característico que hasta la fecha los tiene como una de las bandas más representativas del groove metal, subgénero que se distingue por riffs no tan veloces, pero sí profundos y contundentes. La aparición del álbum negro de Metallica, en 1991, uno que de plano no agradó nada a ninguno de los cuatro, y su búsqueda de una identidad musical, fue lo que llevó a Pantera a marcar un antes y un después en su trayectoria; además de crear el sonido definitivo que los distinguió y los colocó en la cima y que mostró el talento lírico de Phil. Once canciones que arrancan con “Mouth of War”, tema que invita a quien la escucha a tomar venganza hacia uno mismo, a usar la ira a nuestro favor y no dejar que los demás opinen sobre tu propia vida, mensaje que se mantiene en “New Level”, segunda pista que motiva a confiar en nosotros mismos y avanzar juntos en contra de una sociedad que quiere verte caer. “Walk” es la siguiente canción, una que se volvió un grito de guerra para la banda y los fans, además de un reclamo abierto hacia aquellos que envidian tu éxito, que te critican y que les arde ver cómo eres fiel a tus ideas, acciones, palabras y a ti mismo, sin importar lo que los demás piensen o digan de ti. En “Fucking Hostile” la invitación de dejar tu mala actitud y adueñarte de tu propia vida continúa, acompañada de la rapidez de los riffs de un Darrell preciso y lleno de furia, sonidos que no dejan de salir desde los primeros segundos del disco. Sin perder la contundencia de la letra ni de su melodía, Phil se detiene un momento para entregarnos “This Love”, un tema cargado de sensibilidad, honestidad y una voz atiborrada de furia y crudeza. El doble bombo de Vinnie Paul y la velocidad a la que se mueven las cuerdas de la guitarra de su hermano regresan de inmediato con “Rise”, rola que reitera esa necesidad de revelarse contra lo social y políticamente impuesto, y de dejar de culpar a los demás por tus malas decisiones. Para “No Good (Attack the Radical)” el juego de tonos vocales de Anselmo se hace presente, predominando esa ira y aspereza que lo distingue durante los poco más de 58 minutos que dura el álbum, canción donde las mentes cerradas, plagadas de prejuicios, no tienen cabida. “Live in a Hole” abre con un bajo tajante, en manos de Brown y una precisión en la batería, tema con el que Phil se abre de capa reconociendo sus miedos e incluso su incompetencia para encarar una realidad cruel que lo asfixia. Pero poco le dura ese temor, pues en “Regular People”, el cabeza rapada, nacido en Luisiana, se reivindica diciéndole al mundo que tiene la suficiente fuerza para mostrarse tal cual es y hacer lo que muchos no se atreven. Con el siguiente track, “By Demons Be Driven”, las cuerdas vocales de Anselmo, envueltas en la melodía del bajo y la batería, hablan de cómo los demonios de la época arrastran lenta y dolorosamente a los jóvenes hacia un abismo del cual parece no haber retorno. Y como estocada final, este disco cierra con “Hollow”. Aquí se puede sentir la melancolía de un Phil que debe dejar ir a un ser que le dio luz y paz, partida que a pesar de no creer la asume y la desahoga con música impregnada de rabia y sufrimiento. Identidad llena de poder Gestado entre el heavy metal y el hardcore, Vulgar Display of Power fue la punta de lanza que definió el sonido e identidad de Pantera, al igual que la línea que seguirían sus próximos discos. Los temores, angustia, la lucha por definir quién eras y hacia dónde ibas, y la cotidianidad asfixiante que se vivía en aquel entonces, junto con los sonidos particulares salidos de cada instrumento, sumados a lo áspero y descarnado de la voz de Phil, hicieron de este sexto álbum un emblema en su carrera. Les dio un doble disco de platino por sus más de 2 millones de copias vendidas, 77 semanas en el

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Lo que en el 20-21 se esfumó: recomendaciones de literatura y música

Por: Rogelio Garza e Ivan Luna Luna Rogelio Garza: El 2020 se llevó mucho de muchas personas. Como en la canción “Breakdown” de Tom Petty, yo perdí amigos, perdí el trabajo, perdí a mi novia, perdí mis ahorros y, al final, también perdí el sueño. Todos perdimos algo. Y, sin embargo, seguimos con nuestras vidas en la “nueva normalidad” que no es más que la misma de antes pero más jodida. El estado de ansiedad que traigo puesto me despierta todas las madrugadas a las tres. Minutos más, minutos menos, hago una escala involuntaria que a veces dura hasta las seis. Extraño las noches en las que dormía sin escalas. He leído que ese insomnio de las tres es el que le pega a media humanidad. Aunque en mi cabeza no dejen de girar los temas de estrés personal como ratón corriendo en rueda giratoria, a esa hora del aquelarre me pongo a leer. 1.- LO QUE EL 2020 SE LLEVÓ (2021), varios autores Por: Rogelio GarzaY le llegó la hora a Lo que el 20 se llevó (Cal y Arena), el libro coordinado por el escritor Carlos Velázquez y el editor Alonso Pérez Gay en el que veinte autores dan testimonio de lo que perdieron durante el año de la pandemia. Crónicas, ensayos, relatos y elucubraciones desde el encierro y la reflexión. Lo mismo escriben Guillermo Fadanelli, la novelista Ligia Urroz, el cronista Adrián Román y la editora Valeria Villalobos-Guízar, que la cantante Amanditita, el actor y conductor de radio Sergio Zurita, la periodista de televisión Mariana H y la neurocientífica Fernanda Pérez-Gay Juárez. Es precisamente en su texto, “Estrés crónico leve”, en el que nos compara con las ratas de laboratorio con las que experimentó sometiéndolas a un estrés crónico similar al que sentimos durante el encierro. Respondemos como ratas de un experimento masivo. Además, en ese texto encontré una clave natural contra el insomnio: melatonina. La falta de sueño se debe a los bajos niveles de esta hormona. A la mañana siguiente fui a la farmacia a comprarla en cápsulas. Y funciona. Por eso digo que Lo que el 20 se llevó es un manual para surfear la cuarta ola de contagio que se avecina. 2.- SESENTA SEMANA EN EL TRÓPICO, Antonio Ascohotado (2003)Por: Rogelio Garza El 21 de noviembre murió Antonio Escohotado, el filósofo, escritor, historiador, defensor de las drogas y agitador cultural que se hizo célebre por una obra monumental ensayística, histórica y filosófica. Pero sobre todo por los tres tomos del clásico “Historia general de las drogas” y sus extraordinarios apéndices “El libro de las drogas”, “Aprendiendo de las drogas”, “Historia elemental de las drogas” y “La cuestión del cáñamo”. Lo sorprendente no es lo profunda que resulta su investigación, documentación, experimentación y divulgación, sino que gran parte de lo que escribió lo hizo en la cárcel de Cuenca, donde pasó un año por tráfico de cocaína. Cayó en una trampa que le puso la policía por ser un personaje incómodo: rockero, fundador de la discoteca Amnesia en Ibiza, agitador contracultural, comunista radical convertido en liberal demócrata y crítico rabioso del comunismo. Le cayó pesado al gobierno y a la izquierda. Sesenta semanas en el trópico es un libro atípico en su obra, se vende como su única novela, pero en realidad en una gran crónica de viaje donde le da vuelo a la pluma narrativa. Escohotado pasó el año 2000 en Tailandia, explorando Bangkok, Vietnam, Birmania y Singapur. Un año sabático, al terminar su segundo matrimonio, durante el cual se dedicó a viajar por el país, a conocer sus costumbres, su clima, la estructura familiar y el entramado social, a estudiar su desarrollo, a probar sus drogas y a filosofar sobre los sistemas socioeconómicos de Asia, Europa y América, la pobreza y la riqueza. Cuando parece que se clava en cavilaciones teóricas su inquietud e itinerario lo llevan a descubrir nuevos sitios y personajes que, por momentos, pueden parecer inverosímiles pero que siempre han estado ahí. Escohotado escribió la crónica de su viaje por el sudeste asiático en entradas breves, con una prosa que fluye como la brisa entre las palmeras, pero fiel a su estilo agudo, observador, erudito y crítico que siempre lo distinguió. Un estupendo viaje al extraño país asiático con un guía de turistas radical. 3.-BALDEMAR, de Antonio Loza (2021) Por: Ivan Luna Luna Sin duda estos años 2020 y 2021 han sido años vaporosos, de enseñaciones; en los que imaginamos, re-imaginamos y nos hemos reinventado en medio de sueños y en ocasiones también de pesadillas. Baldemar nace a partir de un sueño irregular que tuvo su autor Antonio Loza. Una novela ilustrada y libro de literatura fantástica que nos puede remontar a clásicos como Momo, de Michael Ende. Sin meternos en todo el valor editorial y artístico que hay alrededor de esta publicación impresa y el esfuerzo de las editoriales independientes, la trama se centra en la vida que transcurre en Vallescondido, brebajes milagroso, muchos personajes mágicos y exóticos, encanto, naturaleza mágica, Baldemar y Consuelo y olores que a través de la imaginación podemos percatar con los sentidos. ¿Qué pasa cuando mezclas el miedo y las esperanzas? Esta historia como sacada de un sueño y que recordarás por siempre, lo hace, además de combinar la belleza y la atrocidad, la supervivencia en donde conviven la luz y las sombras, donde los más hermosos colores se abren paso entre la temible oscuridad. Como dicta la frase: “La mayor aventura que puedes pasar es vivir la vida de tus sueños”. Aquí lo tienes, un libro que recomendamos ampliamente para estas vacaciones de cierre de este año 2021 de ensueño. 4.- EL DÍA QUE APAGARON LA LUZ, Camila Fabbri (2021) Por: Ivan Luna Luna El encanto de las novelas de no ficción es saber que lo que estamos leyendo es algo que en realidad sucedió y no algo que se desprende del imaginario del autor. “El día que apagaron la luz” es una novela testimonial y narración del antes, durante y

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Iommic presenta: The Depths

El dúo de la Ciudad de México presenta su más reciente sencillo llamado The Depths en el cual abordan géneros como el doom y Stoner junto a una de sus letras más desoladoras, convirtiéndose así en uno de sus tracks más pesados hasta la fecha. “La canción trata sobre la experiencia personal de haber tocando fondo, de encontrarse en las profundidades donde la soledad y la oscuridad reinan. Lugar donde se entra y se sale sale”  comenta Francisco Doniz, voz y guitarra de Iommic.   The Depths corresponde a la primera parte de All I See  donde el escuchar ambos tracks seguidos se entiende mejor la intención de la banda de Magdalena Contreras.    Escucha The Depths aquí y mira su último vídeo 

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Gracia, gravedad y morir en el Golfo con la música de Sonido Clúster

Según Simone Weil, existen dos fuerzas que rigen el mundo: la gravedad y la gracia. Todo lo tosco, material, ruidoso pertenece a la gravedad; por otro lado, lo sobrenatural, la luz, lo liviano es constitutivo de la gracia. El siglo XXI parece ser dominado por la gravedad, sobre todo en arte, la mayoría los productos son pesados, mecanizados, ninguna manera de luminosidad les son propios, sin embargo, la gracia se resiste a morir, existen encantadores ejemplos de personas comprometidas por producir obras más cercanas a la grandeza de la gracia, uno de ellos es Sonido Clúster, que con Exhúmame en Tezonco (2020) se resisten a las leyes de gravedad. Exhúmame en Tezonco es un trabajo obsesivo, muestra una búsqueda de sonidos inquietantes, lejos de las normas que gobiernan las listas de popularidad, Sonido Clúster se arriesga a descender a otros planos auditivos, por supuesto que nada se realiza en el vacío, pero Exhúmame en Tezonco crea sus propias reglas, tiene una coherencia muy propia de las exploraciones que están más cerca de la gracia. En arte, no es ninguna contradicción que el caos sea creador de orden, armonía; en Porphura, séptimo tema del disco, existe una saturación de elementos que puestos aisladamente son estridentes y groseros, pero el genio creador que se revela en Sonido Clúster le confiere una coherencia muy peculiar esa canción en concreto, y aunque dicho genio caótico-armonioso se hace presente en todo el álbum, el encanto se revela sobre todo en ese tema siete. El genio creador que trabaja con el caos mencionado anteriormente es un ejemplo de un fenómeno que aconteció en el siglo XX, me refiero a la noción del héroe como maníaco. Artaud, Genet, Bataille, la propia Weil, son ejemplos de esta clase de héroes culturales que acontecieron en las crisis sociales; cada una de estas conciencias maniacas revela que en la histeria y la destrucción hay muchas cosas que admirar. Exhúmame en Tezonco es una obra que surge de esta clase de extremismo personal, en una época en donde la cordura se torna evasión y mentira, Sonido Clúster nos viene a recordar que sólo en lo onírico, en el canto desgarrador, en el extremo del éxtasis de las percusiones es en donde podemos profundizar en los estados imaginativos más cercanos a la gracia. La mayor parte de las personas que retoman temas indígenas lo hacen desde una postura hipócrita, no asumen la responsabilidad de adentrarse con humildad al imaginario prehispánico, no llevan hasta las últimas consecuencias las exploraciones que se pueden hacer conociendo las cosmovisiones mesoamericanas, la única manera de realizar dicha tarea auténticamente es parecer falso, aunque pueda resultar una contradicción, para tener éxito al adentrarse en lo prehispánico no hay que ser serio, que parezca que el tema es una excusa, un pretexto para hablar de algo más. Y precisamente es lo que resulta en Exhúmame en Tezonco, pues toda la luminosidad prehispánica es lo que atraviesa todo el trabajo, pero al ser la gracia algo liviano, parece que el tema prehispánico no se toma en serio, y de esa falta de seriedad resulta el triunfo. Si nos aferramos a lo dicho hasta ahora, Exhúmame en Tezonco es un ejemplo de resistencia, al igual que la vida y obra de Simone Weil, es un antídoto contra las normas que dominan la vida cultural contemporánea, los estados de conciencia extremos y sus productos siempre serán un arma contra la hegemonía de lo mecanizado y repetitivo, Sonido Clúster nos regala un trabajo para alejarnos de las pretensiones de verdad y gravedad que sólo nos alejan de los beneficios de la gracia, Exhúmame en Tezonco nos permite regresar a las pretensiones modernas de contemplar sin necesidad de conceptos intelectuales, de poder volver al reino del puro sentido estético y su catarsis, es un álbum que nos permite la divinidad en el caos de una guitarra. NOTA POR: Daniel Juliette

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