Depósitio Sonoro

Nostalgia

VOX, documental sobre el amplificador que revolucionó el R&R

  Los amplificadores VOX han definido un sonido espectacular, vanguardista  y único en el desarrollo del rock and roll, desde su estética hasta la revolución de toda una generación de míticas bandas, incluyendo, claro, a las más populares de toda la historia: The Beatles y The Rolling Stones. Checa a continuación un interesante documental acerca de su historia, incluye sub-títulos.      VOX tienen sus semillas y orígenes en la Segunda Guerra Mundial, cuando los fundadores Dick Denney y Tom Jennings se conocieron, pero fue Dick Denney, quien tenía una visión más allá de como tenía que sonar el futuro de las cuerdas, y en 1957 inventó el modelo AC15, el amplificador tuvo un impacto brutal en los músicos que lo comenzaron a utilizar por vez primera, pues todos estaban impactados y reconocían, entre otras maravillas,  que nunca antes algo había sonado así, destacando particularmente la potencia que le daba al sonido. Fue así que en los años posteriores llegó la invasión de la música británica todos abanderados por VOX, desde The Beatles, The Kinks, The Monkees, Rolling Stones y The Hollies pasando la estafeta a Tom Petty, The Edge de U2, el legendario Paul Weller de The Jam y también Oasis y Radiohead fueron usuarios de sus ecos, entre una lista interminable.

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La relación Nick Cave-Jarvis Cocker, entre covers y colaboraciones

Del archivo de covers excepcionales, Nick Cave a inicios de este siglo, versionó muy a su manera “Disco 2000”, una de las canciones más grandes y famosas de la banda británica Pulp.     A distancia, estos episodios de nostalgia cobran más fuerza y nunca está de más recordarlos, les hacen bien al alma y a la música, pueden sentirse como notas musicales surgiendo de la niebla, nada tan alejado de la poesía de Cave y Cocker.  Se sabe que hay una admiración mutua de ambos artistas y mantienen una buena relación desde ya hace muchos años y ese cover a “Disco 2000” fue el click perfecto para unir ambos mundos, pero en el que sin duda Cave abrió un portal íntimo para absorbernos en ese mundo de melancolía y excelsitud que le conocemos . La versión es maravillosa y prácticamente está a mundos distantes de la original, lo cuál es la magia del mundo de los covers y lo más difícil de lograr, quizá algunos de ustedes la recuerden, y otros la descubran.      Si te gustó el cover, también puedes disfrutar de la aparición de Jarvis en “Fifteen Feet Of Pure White Snow” de los Bad Seeds, con sus ya tradicionales pasos de baile. Otro gran episodio en donde las vidas de ambos músicos compartieron tiempo y espacio haciendo lo que más aman, el arte por la música.  

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33 años del disco Scum de Napalm Death, pionero del grind-core

De Napalm Death se puede decir infinidad de cosas por su aporte al metal. El album Scum que hoy 1 de julio cumple 33 años de su lanzamiento, es considerado como el que dio origen al grind-core. Scum además figura en el libro de Robert Dimery como uno de los 1001 Álbumes que debes escuchar antes de morir. El álbum vendió más de 10,000 copias en el año de su lanzamiento y alcanzó el #8 en la lista independiente de Reino Unido. En 2005, Scum fue votado como el 50º mejor álbum británico de todos los tiempos por Kerrang!, y en 2009 ocupó el puesto número 5 en la lista de Terrorizer de álbumes grindcore europeos esenciales. Hace 33 años se creó este disco en Birmingham, Inglaterra creando un alto impacto entre los estándares del heavy o de la música metal en sus vertientes. Propiamente dicho, estaba naciendo un nuevo género que mezclaba hardcore punk, thrash, heavy metal, death metal. El disco contiene 28 canciones en 33 minutos, con letras en su mayoría politizadas o existenciales. Napalm Death por medio de los blast beats crearon formalmente nuevas formas de velocidad en las canciones, pesadez y brevedad. Lo curioso es que el disco se grabó en dos partes, tiene 2 lados, y fueron grabados por alineaciones diferentes. Los miembros de la primera parte fueron el guitarrista Justin Broadrick, quien más adelante formó Godflesh y Jesu. El único miembro del trío del lado A que tocó en la segunda parte de Scum, fue el baterista Mick Harris, quien dejaría Napalm en 1991. Precisamente a él se le acuñe de los términos ‘Blast beat’ y ‘Grindcore’ para describir su feroz ataque de batería y el género que ayudó a crear y popularizar. Scum es ampliamente considerado el primer álbum de grindcore de la historia.

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Recordando a los Sugarcubes de Björk

The Sugarcubes fueron una de las bandas más importantes de Islandia, quienes no tuvieron miedo de llevar más allá a la música pop fuera de los niveles convencionales. Solo estuvieron juntos de 1988 a 1991 y grabaron 4 discos de estudio: Life’s Too Good, Here Today, Tomorrow Next Week!, It’s-It y Stick Around For Joy.       Quizás en el momento fueron algo muy relevante o pasajero, pero hoy en día y con el tiempo y la trascendencia, sin duda el legado que dejaron ha pasado a cobrar mucha importancia en los fans de Björk y los que están interesados en otras corrientes musicales que prefieren a Sugarcubes, pues su complicidad para mezclar canciones post-pop y punk/post-punk de manera tan divertida y original, fueron un gran sello distintivo. Inclusive coqueteando con el naciente dream pop.     Éste concierto que compartimos aquí arriba, el Live at Auburn University, Alabama, October 1988, es uno de los mejores registros que se tienen de esa primera e inolvidable etapa de la banda, debutando y expresando sus ideas, arte y performance.   Un dato curioso de esos que se vuelve una especie de leyenda, es que la banda se formó el día en que Björk fue mamá por primera vez. Previamente, los otros dos cerebros del grupo Einar Örn Benediktsson y Siggi Baldursson, habían estado esparciendo sus ideas musicales en otros grupos under como Kukl, banda de noise-punk totalmente radical para la época y más para Islandia, tanto así, que lograron colocar su música en el sello independiente de los también ahora legendarios y de culto, la banda de anarcopunk: Crass.           El sello One Little Indian fue la puerta para que se hicieran famosos en Inglaterra, con lo que la prensa británica se desbordó en elogios hacia su carismática cantante: Björk, puesto que en ese entonces no había uno tono vocal como el de ella y creo que aún en 2020, no lo hay, y no porque no hayan existido excelentes vocalistas posteriormente como Beth Gibbons en Portishead o Sarah Cracknell de Saint Etienne, si no que el de Björk tenía esa peculiaridad de sus raíces naturales en donde nació, en fin, esa prensa entregada a ella, con el paso del tiempo, provocó tensiones entre Björk y el resto de la banda, particularmente con Einar Örn. Y esa es en parte la historia, de como Björk dio inició a su carrera solista, después de haber colaborado con la banda de Manchester en un par de tracks, los 808 State.     Hoy más que nunca The Sugarcubes han salido de esa etapa under y de culto gracias a la existencia masiva de medios, pero nunca está de más recordarlos, crearon grandes canciones y las grandes canciones nunca mueren y todo lo que hicieron colaborando juntos. Entre ellos, estos tesoros de Kulk, proyecto alterno de Sugarcubes que pertenecía a la vena oscura del post punk y que se percibía influenciado por Siouxsie And The Banshees.  

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Temas clave de la artista y una de las pioneras de la música electrónica: Laurie Anderson

Laurie Anderson, una artista única que trabaja en su arte sin ser contenida por él. En la década de los 80 parecía inverosímil en la escena post-punk, en donde a punta de violín y con un registro vocal inequívocamente tranquilo se abrió paso en las listas de popularidad logrando también allanar el camino para artistas contemporáneas como Kaitlyn Aurelia Smith y Jenny Hval, quienes comparten los banderines de Anderson para un audaz experimentalismo.  El trabajo de Anderson se basa en su papel de narradora de historias que gran parte ocurrieron en su vida mientras crecía y que originalmente comenzó a contar para entretener a su hermano menor quien tenía problemas para dormir.  Con un enfoque multidisciplinario, Anderson le dio sentido a su carrera artística mezclando escultura, cine y música, logrando extenderse entre la vanguardia y el pop. En 7 álbumes, la ahora de 73 años ha colaborado con figuras tan diversas como Nile Rodgers, John Zorn y su difunto esposo Lou Reed. Realmente no hay momento ideal para repasar la carrera de Anderson, por eso aquí tenemos algunos temas que sirven como una guía para entender la carrera expansiva y sorprendente de Laurie Anderson.  O Superman (1981) No hay un éxito más notable que O Superman, una canción de 8 minutos y medio de duración que se inspira en el minimalismo y la opera, una pieza musical densa e intertextual que forma parte de un disco compuesto por un espectáculo multimedia que mezclaba diapositivas, efectos de sonido y recitación de una concepción apocalíptica del poderío tecnológico de los Estados Unidos. El tema tuvo tanto éxito en el Reino Unido que alcanzó el numero dos en las listas de popularidad y colocó a Anderson como una artista de vanguardia con sede en Nueva York y un fenómeno del pop global dandole siete contratos en Warner Brothers. Cerca de cumplir 40 años, la canción suena tan fuera de tiempo como lo sonaba en 1981, lo que sugiere que Anderson estaba más que unas pocas décadas adelantadas a su tiempo.  From The Air (1982) From The Air es parte del camino que Anderson emprendió en O Superman pero con un ritmo más complejo, marcado en parte por la voz y el saxofón. A pesar de la participación tan importante de Anderson en este tema, no hay concesiones, por lo que se inclinó hacia sus idiosincrasias en lugar de trabajar en un tema más agradable para un publico más amplio.  Dark Angel (2001) La colación de Brain Wilson y Van Dyke Parks le da a Dark Angel una cualidad exuberante, como si se tratase de un musical perdido de los años 50 pero con una sensación nauseabunda que sugiere que la canción fue trabajada durante mucho tiempo; sin embargo, la voz de Anderson se siente improvisada, como si estuviera en un escenario mientras la música le persigue para darle ritmo. Un tema inteligente en el que la música de Anderson tiene un toque aún mas atemporal.  The Dream Before (1989) A diferencia del avant pop de sus primeros 3 álbumes, Strange Angels marcó un giro en la carrera de Anderson, en donde comenzó a quitar todos los arreglos a sus temas para hacer canciones marcadamente más musicales desde su enfoque. Al igual que en sus trabajos anteriores, en The Dream Before el movimiento de la canción está determinado por la narrativa pero nunca con tanto peso.  My Right Eye (2010) Con el lanzamiento de Homeland en el 2010, parecía que Anderson finalmente se sentía cómoda para sondear en la oscuridad sin tener que contrarrestarla con algunos temas o ritmos alegres. Canciones como My Right Eye tienen una cualidad directa que fue anticipada en trabajos anteriores como Strange Angels o Bright Red, enfatizando la voz sutil y expresiva de Anderson al tiempo que embellece la canción melódicamente con cuerdas y percusiones mínimas. Un tema que se siente honesto y sigue siendo tan intransigente como siempre.  A Story About A Story (2015) A Story About A Story es una reflexión sobre la vida, el amor y la muerte a través de la historia de su difunto perro, Lolabelle. Una línea ambiental de sintetizador que brilla levemente en el fondo mientras Anderson cuenta su breve historia. Un tema personal, con música austera en donde Anderson construye la canción con capas de voz narrativas antes de colapsar entre sí con un golpe final.  Estuvo casada con el cantante Lou Reed hasta la muerte de este iconico músico el 27 de octubre del 2013.

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Punk: la teoría del caos, esto no es otro artículo de los Sex Pistols

El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Proverbio chino.  Si el aleteo de un insecto puede provocar un tsunami en otro continente. Si un virus puede paralizar al planeta tierra, ¿Cómo incide un concierto de punk en el mundo? El 4 de junio de 1976, el perturbador revoloteo de algunos disonantes riffs incitó una rebelión que haría explotar conciencias y, liberaría perpetuados juicios. El transgresor recital puso en el escenario a cuatro londinenses recién llegados a los veinte años, quienes con anárquicos óleos, bautizaron a su pandilla con el nombre de Sex Pistols.     El efecto mariposa y la teoría del caos, inspiradas en el batir de alas de una palomilla, argumentan que inestabilidad e imprevisibilidad genera cambios sustanciales en la evolución. ¡¿Qué más inestable e imprevisible que una función de los Pistols? ¿Cómo estos agentes infecciosos no iban a fundar alteradas transformaciones en la evolución del rock and roll?   Hace cuarenta y cuatro años las Pistolas Sexuales fraguaron El concierto que cambió el mundo. Se mostraron sin recato y exhibieron que la actitud lo es todo.  La ceremonia del levantamiento, a la que solo asistieron cuarenta inadaptados mancunianos, se conjuró en el Lesser Free Trade Hall, el más impropio de los sitios para dar voz, gritos e improperios, al cuarteto de las perturbaciones.   Algunos aducen que en esta sala de mediados del siglo XVIII habían tocado David Bowie y Pink Floyd, encumbrados actos que sucedieron en el Manchester Free Trade Hall, en el de los Pistols, el Lesser Free Trade Hall, se conjuraban huelgas o, albergaban conciertos de música clásica.   De los amplificadores brotaron mariposas nocturnas, surcaron encrespadas las detonaciones sexuales. Tras polinizar a la desenmascarada audiencia germinarían Joy Division, The Smiths, The Fall, Buzzcocks y un disímil etcétera. Prosperaría también la escritura, la fotografía y el diseño entre decenas de incalculables episodios por devenir.   Si ya había unas Pistolas Sexuales: ¿por qué no unas zumbantes? En realidad, no estamos en la música, estamos en el caos. Después de leer esta detonadora línea en una reseña de New Musical Express, para algunos las sagradas escrituras del rock, los Sex Pistols fueron expuestos a un par de imberbes, Pete McNeish y Howard Trafford. Después de asimilar la nota, enardecidos, elucubraron un plan tan llano como su situación, asistir a los foráneos conciertos de los recién descubiertos al día siguiente. Las ignominiosas fechas, 20 y 21 de febrero de 1976. ¡El sábado veinte, mientras fotocopiaban la revista Time Out buscando indicios de la caótica banda, leen el encabezado de un artículo, It’s the buzz, cock! La frase les reveló el nombre de su grupo, aún en gestión. Sin pistas de los inmorales apóstoles llaman a la revista NME. Neil Spencer, el autor de la turbulenta nota, informa a Trafford que al agente de la banda, Malcolm McLaren, lo podrían encontrar en su tienda, que resultó ser de ropa, también inquietante. Al llegar al tendajón textil, que estaba por cerrar, Pete y Howard se encuentran con McLaren, que les informa de los actos sexuales musicales de ese día y del siguiente. Delirantes, piden un auto prestado, manejan más de doscientos cincuenta kilómetros. Frenéticos, avistan la locura. Al día siguiente repiten la dosis. Tras atestiguar las alborotadoras funciones, en sus mentes solo deambulaba una palabra, caos, lo cual era insostenible cuestionar. El título de la revista desvirtuó en Buzzcocks, el dúo juvenil regresó con apellidos igual de desconocidos, Shelley para Pete y Devoto para Howard, los alias que pronto revelarían al mundo un inusitado advenimiento.   Hace más de novecientos años también hubo un relevante concierto Tuvieron casi cuatro meses para organizar la disonante sesión de una pub-rock band, qué podía salir mal. El boleto impreso mostraba dos insignificantes imprecisiones, señalaba Buzzcocks, banda en ciernes y quienes abrirían la incitadora gala, acto que no sucedería y, como año del evento, el de 1076, fecha tan imprecisa como todo lo que resultaría después. Los autores intelectuales de los fútiles errores estarían entre la venida del punk, Peter Oldham, Jon the Postman y Allan Hempsall. El claroscuro cartel promocional que anunciaba a las forasteras pistolas, fue creado por Jamie Reed, quien también sería el artífice de la portada del Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols.     El solsticio olvidado Con relucientes sobrenombres a cuestas, Pete Shelley y Howard Devoto decidieron que su banda sería la encargada de preparar la velada de los representados por McLaren. Buzzcocks tuvieron su debut, desastroso, el 1 de abril de 1976, tan pronto ejecutaron tres canciones fueron desenchufados. Posteriormente dos de sus miembros se disgregaron del naciente zumbido. Sin reemplazos ni clandestinos remedios, llegado el 4 de junio cedieron su lugar a Solstice, La tercera banda de rock más grande de Bolton. El solsticio tuvo lugar entre treinta y cuarenta minutos con soleadas versiones de Santana, Uriah Heep y algunas propias, gracias a que Geoff Wilde, su líder, trabajaba en un molino con Howard Devoto, quien, sin opción, arregló que, pasado el cénit de Bolton, arribaran los liderados por Rotten a tocar bajo un cielo gris, desesperanzador y frenético.   Y en el quinto día el punk dividió al átomo del rock Malcolm McLaren, ataviado en ostentoso cuero negro, como anfitrión en el circo de las excentricidades, anunciaba con bombo y platillo afuera del Lesser Free Trade Hall, Los Sex Pistols, son grandiosos, son fantásticos, son realmente famosos.  Según la inscripción en el ayuntamiento de Manchester, una hoja a rayas con escasos datos escritos a mano, se registraron catorce libras por concepto de entradas. El costo de cada boleto, cincuenta peniques. Veintiocho boletos vendidos, irrisoria cantidad para las centenas que afirman legitimaron la gala. El concierto juro que ahí estuve, sería también el primero de los Pistols fuera de Londres. Sobre el escenario, acometiendo al no futuro, Paul Cook atizó tambores, bombos y platillos, que retumbaron en los ofuscados rincones de los juicios de la concurrencia, su comparsa, Steve Jones, más diestro en

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Sound of Berlin, un documental sobre la música electrónica de la capital alemana

Sound of Berlin es un documental lanzado en el 2018 que habla sobre la música electrónica de la capital alemana, una de las mecas de este género . A través de entrevistas con artistas y promotores, la actriz Carolina Thiele examina la historia de la vibrante vida nocturna de Berlín para entender cómo la cultura de la música electrónica evolucionó hasta colocar a la ciudad alemana en un lugar mundialmente reconocido.  Thiele viaja por la capital haciendo entrevistas a Juan Atkins, Dr. Motte, Dimitri Hegemann, Marco Houle, Monolink, Pan-Pot, Mathias Kaden, Nela, Alexander Krüger, Ekateirna y FreedomB. 

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Creaciones lustres, una exploración al jazz irlandés

  El jazz a pesar de ser un género establecido desde hace décadas, sigue y seguirá dejando sus semillas en cada región de cada país a su manera, ya sea en nuevos artistas o algunos pioneros. En este caso el irlandés, dejándonos creaciones lustres.   Esta exploración del jazz en Irlanda nos muestra la sensación que siempre se ha tenido por la música improvisada y de como ella misma continuó expandiéndose en todas las direcciones disponibles, tanto en casa como a nivel internacional y orquestal, aunque lo más relevante son los pasajes sónicos e culto que siempre trascienden. Así es como el jazz de Irlanda ha experimentado una gran y alta calidad de ambos extremos: folk-jazz, que van de lo amateur hasta lo profesional, pero siempre con un mismo fin, y una mis atmósfera: el de la fusión, pues si bien no existe una fórmula musical, el simple hecho de atreverte a mezclar diferentes estilos más allá de las simples etiquetas será por más interesante, de ahí el nombre: Jazz, Fusion & Folk, en esta compilación puedes disfrutar desde Noel Kelehan, John Wadham, Sonny Condell y The Plattermen, quizá no te suenen mucho los nombres; pero es un gran espectro nuevo para seguir nutriendo la biblioteca musical personal.

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