Depósitio Sonoro

Nostalgia

Punk: la teoría del caos, esto no es otro artículo de los Sex Pistols

El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Proverbio chino.  Si el aleteo de un insecto puede provocar un tsunami en otro continente. Si un virus puede paralizar al planeta tierra, ¿Cómo incide un concierto de punk en el mundo? El 4 de junio de 1976, el perturbador revoloteo de algunos disonantes riffs incitó una rebelión que haría explotar conciencias y, liberaría perpetuados juicios. El transgresor recital puso en el escenario a cuatro londinenses recién llegados a los veinte años, quienes con anárquicos óleos, bautizaron a su pandilla con el nombre de Sex Pistols.     El efecto mariposa y la teoría del caos, inspiradas en el batir de alas de una palomilla, argumentan que inestabilidad e imprevisibilidad genera cambios sustanciales en la evolución. ¡¿Qué más inestable e imprevisible que una función de los Pistols? ¿Cómo estos agentes infecciosos no iban a fundar alteradas transformaciones en la evolución del rock and roll?   Hace cuarenta y cuatro años las Pistolas Sexuales fraguaron El concierto que cambió el mundo. Se mostraron sin recato y exhibieron que la actitud lo es todo.  La ceremonia del levantamiento, a la que solo asistieron cuarenta inadaptados mancunianos, se conjuró en el Lesser Free Trade Hall, el más impropio de los sitios para dar voz, gritos e improperios, al cuarteto de las perturbaciones.   Algunos aducen que en esta sala de mediados del siglo XVIII habían tocado David Bowie y Pink Floyd, encumbrados actos que sucedieron en el Manchester Free Trade Hall, en el de los Pistols, el Lesser Free Trade Hall, se conjuraban huelgas o, albergaban conciertos de música clásica.   De los amplificadores brotaron mariposas nocturnas, surcaron encrespadas las detonaciones sexuales. Tras polinizar a la desenmascarada audiencia germinarían Joy Division, The Smiths, The Fall, Buzzcocks y un disímil etcétera. Prosperaría también la escritura, la fotografía y el diseño entre decenas de incalculables episodios por devenir.   Si ya había unas Pistolas Sexuales: ¿por qué no unas zumbantes? En realidad, no estamos en la música, estamos en el caos. Después de leer esta detonadora línea en una reseña de New Musical Express, para algunos las sagradas escrituras del rock, los Sex Pistols fueron expuestos a un par de imberbes, Pete McNeish y Howard Trafford. Después de asimilar la nota, enardecidos, elucubraron un plan tan llano como su situación, asistir a los foráneos conciertos de los recién descubiertos al día siguiente. Las ignominiosas fechas, 20 y 21 de febrero de 1976. ¡El sábado veinte, mientras fotocopiaban la revista Time Out buscando indicios de la caótica banda, leen el encabezado de un artículo, It’s the buzz, cock! La frase les reveló el nombre de su grupo, aún en gestión. Sin pistas de los inmorales apóstoles llaman a la revista NME. Neil Spencer, el autor de la turbulenta nota, informa a Trafford que al agente de la banda, Malcolm McLaren, lo podrían encontrar en su tienda, que resultó ser de ropa, también inquietante. Al llegar al tendajón textil, que estaba por cerrar, Pete y Howard se encuentran con McLaren, que les informa de los actos sexuales musicales de ese día y del siguiente. Delirantes, piden un auto prestado, manejan más de doscientos cincuenta kilómetros. Frenéticos, avistan la locura. Al día siguiente repiten la dosis. Tras atestiguar las alborotadoras funciones, en sus mentes solo deambulaba una palabra, caos, lo cual era insostenible cuestionar. El título de la revista desvirtuó en Buzzcocks, el dúo juvenil regresó con apellidos igual de desconocidos, Shelley para Pete y Devoto para Howard, los alias que pronto revelarían al mundo un inusitado advenimiento.   Hace más de novecientos años también hubo un relevante concierto Tuvieron casi cuatro meses para organizar la disonante sesión de una pub-rock band, qué podía salir mal. El boleto impreso mostraba dos insignificantes imprecisiones, señalaba Buzzcocks, banda en ciernes y quienes abrirían la incitadora gala, acto que no sucedería y, como año del evento, el de 1076, fecha tan imprecisa como todo lo que resultaría después. Los autores intelectuales de los fútiles errores estarían entre la venida del punk, Peter Oldham, Jon the Postman y Allan Hempsall. El claroscuro cartel promocional que anunciaba a las forasteras pistolas, fue creado por Jamie Reed, quien también sería el artífice de la portada del Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols.     El solsticio olvidado Con relucientes sobrenombres a cuestas, Pete Shelley y Howard Devoto decidieron que su banda sería la encargada de preparar la velada de los representados por McLaren. Buzzcocks tuvieron su debut, desastroso, el 1 de abril de 1976, tan pronto ejecutaron tres canciones fueron desenchufados. Posteriormente dos de sus miembros se disgregaron del naciente zumbido. Sin reemplazos ni clandestinos remedios, llegado el 4 de junio cedieron su lugar a Solstice, La tercera banda de rock más grande de Bolton. El solsticio tuvo lugar entre treinta y cuarenta minutos con soleadas versiones de Santana, Uriah Heep y algunas propias, gracias a que Geoff Wilde, su líder, trabajaba en un molino con Howard Devoto, quien, sin opción, arregló que, pasado el cénit de Bolton, arribaran los liderados por Rotten a tocar bajo un cielo gris, desesperanzador y frenético.   Y en el quinto día el punk dividió al átomo del rock Malcolm McLaren, ataviado en ostentoso cuero negro, como anfitrión en el circo de las excentricidades, anunciaba con bombo y platillo afuera del Lesser Free Trade Hall, Los Sex Pistols, son grandiosos, son fantásticos, son realmente famosos.  Según la inscripción en el ayuntamiento de Manchester, una hoja a rayas con escasos datos escritos a mano, se registraron catorce libras por concepto de entradas. El costo de cada boleto, cincuenta peniques. Veintiocho boletos vendidos, irrisoria cantidad para las centenas que afirman legitimaron la gala. El concierto juro que ahí estuve, sería también el primero de los Pistols fuera de Londres. Sobre el escenario, acometiendo al no futuro, Paul Cook atizó tambores, bombos y platillos, que retumbaron en los ofuscados rincones de los juicios de la concurrencia, su comparsa, Steve Jones, más diestro en

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Sound of Berlin, un documental sobre la música electrónica de la capital alemana

Sound of Berlin es un documental lanzado en el 2018 que habla sobre la música electrónica de la capital alemana, una de las mecas de este género . A través de entrevistas con artistas y promotores, la actriz Carolina Thiele examina la historia de la vibrante vida nocturna de Berlín para entender cómo la cultura de la música electrónica evolucionó hasta colocar a la ciudad alemana en un lugar mundialmente reconocido.  Thiele viaja por la capital haciendo entrevistas a Juan Atkins, Dr. Motte, Dimitri Hegemann, Marco Houle, Monolink, Pan-Pot, Mathias Kaden, Nela, Alexander Krüger, Ekateirna y FreedomB. 

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Creaciones lustres, una exploración al jazz irlandés

  El jazz a pesar de ser un género establecido desde hace décadas, sigue y seguirá dejando sus semillas en cada región de cada país a su manera, ya sea en nuevos artistas o algunos pioneros. En este caso el irlandés, dejándonos creaciones lustres.   Esta exploración del jazz en Irlanda nos muestra la sensación que siempre se ha tenido por la música improvisada y de como ella misma continuó expandiéndose en todas las direcciones disponibles, tanto en casa como a nivel internacional y orquestal, aunque lo más relevante son los pasajes sónicos e culto que siempre trascienden. Así es como el jazz de Irlanda ha experimentado una gran y alta calidad de ambos extremos: folk-jazz, que van de lo amateur hasta lo profesional, pero siempre con un mismo fin, y una mis atmósfera: el de la fusión, pues si bien no existe una fórmula musical, el simple hecho de atreverte a mezclar diferentes estilos más allá de las simples etiquetas será por más interesante, de ahí el nombre: Jazz, Fusion & Folk, en esta compilación puedes disfrutar desde Noel Kelehan, John Wadham, Sonny Condell y The Plattermen, quizá no te suenen mucho los nombres; pero es un gran espectro nuevo para seguir nutriendo la biblioteca musical personal.

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Por siempre, Iannis Xenakis: A 100 años de su nacimiento

El 29 de mayo, uno de los compositores más influyentes y disruptivos de la segunda mitad del siglo XX, cumpliría 100 años de edad. Iannis Xenakis, es sin duda alguna uno de los pilares de la composición moderna del siglo pasado. Nacido el año de 1922, en Brăila, Rumanía, nace el compositor de origen griego. A temprana edad se traslada junto a su familia a su país de origen donde, se ve influido por los movimientos de la guerra civil griega y se compromete con ideas de corte socialista para intervenir en manifestaciones y demás acontecimientos, como militante del ejército popular de liberación Griega, hecho que le provocó una herida en la parte izquierda del rostro. Cicatriz que se convertiría en un sello particular de su figura. En 1947, logra huir a Francia, exiliado debido a su activismo político, y una vez en suelo francés, estudia urbanismo e ingeniería civil y paralelamente comienza sus estudios en composición bajo las órdenes de Honegger, Milhaud y Manssien. En donde se vio expuesto a una gran cantidad de vanguardias con las cuales experimento para formar su propia concepción sobre la música y su composición.   Empatando en idead con el GRM, en la musiqué concréte, siendo así uno de los pioneros en incorporar los algoritmos computacionales en la composición, creando obras complejas y abiertas que pasaría a convertirse en claves de la música experimental, como lo puede ser Concrete PH. Xenakis fue un hombre comprometido con sus ideas, desde sus pensamientos ideológicos y políticos, que lo llevaron a consecuencias irremediables, como en su creación musical. Llegando a publicar su pensamiento alrededor de la música en libros como Musiques Formelles, en la cual exponía además de sus ideas, las formas y técnicas compositivas, el cual se convertiría en una pieza fundamental de la teoría musical del siglo XX.   Piezas y obras claves de Xenakis podrían resumirse en un cúmulo de composiciones, pero una de las más relevantes es Metástasis, una pieza para orquesta e intervenciones electrónicas, la cual es uno de los pasos más representativos de la vanguardia y la carrera del compositor.   Otra podría ser, Persépolis, una pieza fundamental en su repertorio, una muestra de de lo que llamaría a fondo “música estocástica”, una de los adjetivos más polémicos y de sus desarrollos teóricos que dejarían al mundo musical en cuanto a círculos académicos a seguir una línea al adentrarse a su trabajo y su pensamiento. La obra de Xenakis, es extensa, y densa, donde confluye una complejidad sonora con el pensamiento indeleble de una de las figuras más influyentes e importantes de la composición moderna. Una de las trayectorias más prolíficas en cuanto a creación y desarrollo teórico. Conjugando y siendo pionero en mezclar mundo tangibles como inteligibles, Llevando su trabajo a las afueras de los círculos académicos, y dándole válida a sus piezas más allá de los nichos y grupos especializados, a la par que, creando un lugar en los mismos, pero no quedarse ahí para siempre, llegando a un público amplio y sincrético. Siempre proligo, Xenakis dejó que su trabajo hablará, comprometido a sus ideas y a sus anhelos. Un prócer de la sonoridad, uno de los pilares de la música que siempre será relevante y que por más que las escenas experimentales crezcan, siempre será punto de referencia, se volverá a citar y se volverá a estudiar, pero sobre todo: a escuchar.   Por siempre, Xenakis.

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Revistas impresas de música en México que desaparecieron tras el surgimiento de las plataformas en streaming

Antes de vivir la experiencia del clic y consumir música por medio de los servicios de streaming, las maneras para descubrir a tus artistas favoritos eran muy diversas. Las conversaciones con gurús musicales podían guiarte para escuchar ciertos álbumes; visitar tiendas de discos o grabar mixtapes con recopilaciones de bandas que escuchabas directamente desde la radio eran otra vía; visitar algún tianguis para el intercambio de álbumes e incluso leer revistas físicas de contenido musical fueron una fuente importante para muchos de nosotros. Al recordar estos eventos, no se pretende reflejar que las formas rudimentarias de consumo del pasado eran mejores que las del presente, porque la música por sí misma debe ser compartida por los medios que sean posibles. Pero sí se pretende mostrar, en este caso, el trabajo de ciertas revistas impresas mexicanas que impulsaron y lograron difundirnos una noción sobre bandas o géneros que surgieron en nuestro país y alrededor de mundo antes de que el monstruo de la internet hiciera menos rentable al periodismo musical. Sin duda mi primer contacto con este tipo de contenidos se dio con la revista La Mosca en la Pared, un medio que fue fundado por el debatible Hugo García Michel. En esta revista, te encontrabas con el clásico póster, algunas reseñas de música dedicadas al rock nacional e internacional, una sección dedicada a la música hecha por mujeres, literatura y cine, historias gráficas y ocasionalmente con algunos espaciales de personajes y bandas como David Bowie, Radiohead, Rolling Stones, etcétera. Otra revista que hizo que gastara algunos pesos en los puestos de periódicos fue Gorila; desde que hojeabas las primeras páginas el editor te daba la bienvenida en un tono provocativo e irreverente, en la cual discutía sobre algún evento coyuntural o nos compartía una de sus obsesiones más retorcidas. El contenido nada zalamero de aquel medio impreso, era una mezcla de skate, literatura y cómics. En la sección de música, le dedicaron algunas letras al mexicano Arturo Vega (quien diseñó el logo de los Ramones) y a bandas internacionales como Iggy Pop, Cramps, The Cure y Sex Pistols. También poseía una sección llamada Buzón Mutante, en donde se leía a los lectores hacer las críticas más snobs y descaradas a las bandas de aquel tiempo o a los mismos escritores de la revista.   En el radar también estuvo la revista Sonido y Acústica, otro punto de vista en el rock; publicaciones que estuvieron a cargo de Walter Schmidt (quien formó parte de la icónica banda mexicana Size) y tuvieron un espacio importante en la difusión de las vanguardias europeas, el tecno pop y new wave.  En esta misma sintonía y fuera de aquella crítica industrializada también estaba la revista Conecte, un tabloide que fue fundado por Arnulfo Flores Muñoz, personaje que documentó por primera vez la aparición del goth, post punk, metal y el progresivo en nuestro país. Por otra parte, Banda Rockera fue  un medio que se dedicó a difundir a bandas hispanoparlantes y le dedicó un lugar especial al rock urbano, un género que tuvo mucho auge sobre todo en la periferia de la Ciudad de México gracias a la relevancia de personajes como el recién fallecido Charlie Monttana y bandas como Tex Tex. La revista Switch también pasó por las manos de jóvenes que buscaban alternativas musicales;  o la revista R&R que fue creada por Olallo Rubio en colaboración de algunos integrantes Radioactivo 98.5, la cual encarnó el espíritu musical de principios de los dos mil e incluso,  Rolling Stone México que aún se resiste a desaparecer su versión física y nos ofrece opiniones de carácter político, una sección de videojuegos y música.  Estas revistas nacionales y probablemente otras que he olvidado, han formado parte de la documentación musical en nuestro país, en paralelo de otras internacionales como Hip Hop Nation, Hit parade, o la NME, pues nos dieron la pauta para descubrir conciertos, bandas y nuevos géneros de una manera quizá más auténtica e independiente que, el algoritmo generado por las nuevas plataformas musicales, que predice, sugiere e incluso diseña cómo debe ser construido nuestro gusto musical, nunca logrará. 

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GG Allin, controversial del hardcore punk verdaderamente antisocial

GG Allin, fue nombrado a su nacimiento, como Jesucristo Allin el 29 de agosto de 1956, su hermano mayor Merle, de niño, no podía pronunciar Jesucristo y lo llamó GG. El hogar de GG no proporcionó el ambiente mas acogedor para los niños Allin, en una casa sombría sin agua corriente, ni electricidad, con aislamiento extremo gracias a su padre, el señor Merle Allin, un fanático cristiano que frecuentemente amenazaba con matar a su familia y los encerraba en el sótano para evitar todo tipo de conversación y contacto con el exterior, que finalmente se suicidó. Allin entró a la música a una edad muy temprana participando en bandas como Malpractice y Stripsearch, pero fueron los Jabbers quienes lo pusieron en el mapa. Luego de liderar varias bandas, GG Allin se consideraba el alma gemela de leyendas del country como Hank Williams y David Allan Coe lo que lo impulsó a grabar canciones country ilegales como Guns, bitches, brawls and bottles, Carmelita y Pick me up on your way down, incluidas en un álbum llamado Carnival of Excess.  Muchos músicos afirman que la música los mantiene fuera de problemas personales y pensamientos nocivos, y que sin ella habrían terminado en la cárcel o muertos, pero GG Allin estaba en un viaje totalmente diferente junto con su música. Para él, no había separación entre la vida y el arte: hacía música, terminó en la cárcel, y finalmente murió por su propia mano. Para GG, la música y la cultura del rock eran simplemente armas en su arsenal.  La producción de discos de Allin fue prolífica, con más de una docena de discos en su repertorio, Allin recorrió Estados Unidos sin descanso, dando conciertos con la convicción de que lo seguía una nube nociva que acabaría con él. Se calcula que fue arrestado cincuenta veces y finalmente encarcelado por golpear a un espectador en Michigan. El espectáculo de GG, entre actuación y efectos de drogas, incluía defecación, autoheridas, sangre, violencia y desnudez, dándole notoriedad por romper los límites de la ley, del comportamiento social y de las reglas sociales en general. El 27 de junio de 1993, Allin hizo su ultima presentación en el Gas Station en la ciudad de Nueva York, la luz se fue después de la segunda canción lo que causó un motín. Allin salió a la calle y se dirigió a un departamento en donde ingirió una dosis letal de heroína y fue declarado muerto al día siguiente, tenía 36 años. Allin había afirmado durante mucho tiempo que se suicidaría en el escenario, por lo que su muerte fue una muerte cliché del rock, algo que él no le hubiera gustado. Es difícil imaginar a GG Allin en un mundo del siglo XXI. Mucho ha cambiado, la vida actual se ha vuelto más conceptual, llevada a través de dispositivos móviles y en línea, y la experiencia visceral e inmediata ha dejado de lado el desapego voyeurista. La fascinación por el lado oscuro de la vida está todavía presente y se espera que llegue un antihéroe para romper las reglas de conformidad social y abrace totalmente a la oscuridad. GG Allin hizo todo eso.   Interprete, divisivo, destructivo y demente, GG Allin fue uno de los pocos músicos que convirtió el mito de los forajidos en realidad. Y que al final, miró al abismo, y el abismo lo miró a él. 

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So This Is Permanent: homenaje a Ian Curtis de Joy Division a 40 años de su suicidio

Ian Curtis de Joy Division tomó la decisión ahorcarse en su casa el 18 de Mayo de 1980 de hace 40 años, acabando con un trágico sufrimiento personal, peor que dio vida a una de las leyendas más increíbles de la música underground, hoy por hoy, bastante popular, pero que no ha perdido su esencia.   So This Is Permanent es un tributo/homenaje para recordar la importancia de Ian Curtis, una especie de recordatorio de que pase lo que pase y terminen las cosas como terminen, algo bueno quedará para siempre.   Ian Curtis después de 4 décadas todavía sigue llorado por algunos, recordado por otros y conocido por nuevos. La única razón por la que sigue estando presente es gracias a la música que compusieron y a las letras que escribió, Joy Division logró definir el post punk británico y cambiar la música de Manchester y el mundo quizás, para siempre.     So This Is Permanent estará disponible todo el día de hoy 18 de mayo del 2020, míralo a continuación.   https://www.youtube.com/watch?v=Zr7pgDxS_kI

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Desde CAN a The Specials, My Bloody Valentine y más, escucha más de 900 Peel Sessions

La importancia del Dj John Peel de la BBC Radio en Gran Bretaña es un legado que vivirá para siempre, revolucionó la radio, la forma de entenderla y escucharla y abrió un portal infinito que seguimos disfrutando gracias a sus Peel Sessions. John Peel falleció en 2004 sigue siendo una fuente inagotable de descubrimientos musicales que aun siguen dando mucho sentido al panorama de variedad y discursos que la música en general tienen que ofrecer.   Escucha a continuación más de 900 sesiones de su legado frecuencial bellamente registrado, que incluye a bandas como The Cure, Buzzcocks, PJ Harvey, The Fall, Pavement, The Smiths, Killing Joke, Julian Cope, Pixies, The Jam, My Bloody Valentine, Nirvana, Sonic Youth y muchos más en dónde se logra envolver esa magia. Ingresa al portal sónico y decide cuáles escuchar, en este link:  escucha más de 900 Peel Sessions.

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