En 2003, Benjamin Gibbard llegaría a la encrucijada de su vida artística gracias a The Postal Service, un proyecto alterno que conformaría junto al productor musical Jimmy Tamborello (Dntel) y Jenny Lewis, vocalista de Rilo Kiley El impacto de un disco debut que estaba pensado como un “simple proyecto alterno” fue tal, que bien pudieron renunciar sus antiguas bandas para seguir al frente de TPS, sin ningún tipo de culpa. De pronto, The Postal Service era más grande y más conocido que las tres bandas de sus integrantes juntas. En ese momento, Gibbard y su banda Death Cab For Cutie ya contaban con cuatro discos de estudio y un EP, publicados de manera independiente, y se mantenían a flote en un incipiente sector juvenil que a la postre conformaría el subgénero musical denominado indie. Sin embargo, aún no contaban con ningún éxito comercial que los identificara. Por otro lado, Jenny Lewis al frente de Rilo Kiley ya contaba con dos discos de estudio; mientras que Tamborello, tenía tres discos en su haber bajo su nombre artístico Dntel, con el que pudo trabajar con Benjamin en la canción “(This Is) The Dream of Evan and Chan” en 2001. Con tan sólo tres sencillos (Such Great Hights, The District Sleeps Alone Tonight y We Will Become Silhouettes) y 12 canciones en su totalidad, Give Up llevó a The Postal Service a los primeros lugares de miles de estaciones de radio en el mundo; en especial gracias a “Such Great Hights”, que fue usada incluso para promocionar M&M’s, los procesadores de Apple en 2006 y alguna que otra película. Ese nivel de éxito no lo había conocido ninguno de sus tres integrantes con sus respectivas bandas. Por lo que resultaba tentador dejar todo atrás para enfocarse de lleno en este nuevo proyecto. Afortunada o desafortunadamente no fue así. Gibbard entendió a la perfección que atravesaba por un gran momento creativo y era una oportunidad que podía llevar a su primer banda, sabía que una genialidad de tal proporción pocas veces lograba repetir el éxito y decidió que, después de una extensa gira de promoción con The Postal Service, lo mejor sería dejar al disco existir como una joya solitaria en el tiempo, a la par de discos como The Yardbirds, Temple of The Dog y Mad Season, y regresar a su antigua banda. Algunos meses después del debut con TPS, Death Cab For Cutie publicaría el disco que cambiaría su carrera por completo y la daría el último empujón a la escena indie: Transatlanticism. El resto es historia. La última vez que The Postal Service regresó a los escenarios fue en el décimo aniversario de Give Up en 2013, cuando los tres miembros originales decidieron reunirse por última vez y ofrecer una serie de presentaciones en Norteamérica y Europa, como el Primavera Sound en Barcelona, una de las tocadas mejor documentadas. Asimismo, dejarle a la disquera Sub Pop, el segundo LP más vendido de toda su historia. Hoy en día Give Up, de The Postal Service es de tal importancia para el indie, el synthpop y el electro-pop, que aún sigue siendo un disco referente para bandas como Chvrches, The Shins, Warpaint, The Decemberists, Matt & Kim y Stars, sigue sonando tan fresco y propositivo de principio a fin como hace 17 años. Un álbum seminal que cada día cobra más importancia en medio de la vorágine de las masas polarizadas y anticlimáticas, en un mundo convulso y dominado por el reguetón y el trap. Vale la pena escucharlo nuevamente en su totalidad, una especie de futuro idealista que sigue aquí. Por y para siempre.