Inmediatamente al ponerle play a este nuevo trabajo se nota la influencia de Robert Jones a.k.a. David Bowie; y mas que una declaración de evolución, percibo este álbum como una provocación de la banda hacia sus fans y hacia si mismos, buscaron generar un testimonio de madurez y creo que el resultado, tiene clase. Género: Indie-Rock No es sencillo ser un fan del indie rock (sea lo que eso sea), o bien, no debe ser sencillo ser un fan de los Arctic Monkeys y tener que digerir este disco, ¿por qué? Porque simplemente es un disco más enfocado en la estructura, composición y producción de las canciones. Hay que saber distinguir perfectamente entre las capas de sintetizadores y la amalgama perfecta que se genera entre el bajo y la batería, elementos que generan un suave colchón sobre el que se posa a veces una guitarra con un fuzz muy apretado, pero sobre todo, la voz de un Alex Turner que esta tratando de encontrar un nuevo estilo, entre Bowie, Lennon y a veces Iggy. La producción de su sexto disco es absolutamente ochentera pero con todas las bondades que la tecnología de la ingeniería de audio puede brindar en 2018. Se nota la influencia de bandas como Talk Talk, la trilogía de Berlin de Bowie (cuántas referencias con el, ¿no?). Y por supuesto, hay una pincelada de los Beatles en cuanto a la composición de los temas. Realmente si esperas escuchar un montón de riffs rockeros y una batería salvaje que te de tu dosis de adrenalina post-adolescente, éste disco no es lo tuyo. Pero si eres un chavito bien, de oídos castos, que esta acostumbrado a escuchar rock suave para no salirse del canon de conducta que marca la moral puritana de tu familia y estás buscando salir de tu zona de confort, este disco es para ti, te ayudara a madurar musicalmente. Puede que te de sueño, pero si te esfuerzas en expandir el umbral de atención que normalmente pones a las cosas que suceden mientras haces scroll en Instagram, éste disco te va a gustar. Normalmente no reseño este tipo de discos, pero la verdad es la primera vez que me llama la atención Arctic Monkeys, y la sorpresa me ha dejado con muy buen sabor de boca, todos esos sintes con vibrato me han sorprendido y sobre todo las letras, que me hacen pensar que quizás estos weyes están un poco hartos de si mismos, de la fama, como señala dice en el tema American Sports “And I never thought, not in a million years, that I'd meet so many Lolas”. Vale la pena escucharlo, la banda tomó ciertos riesgos con esta dirección musical, y por la composición y valores de producción, es un disco muy bueno.