Hay pocos grupos que recordamos por su peculiar posicionamiento en su época musical. La agrupación francesa, Stereolab es uno de ellos. Con la creación de su sexto álbum, “Dots and Loops” (1997), Stereolab marcó un significativo hito en su trayectoria. Manifestándose como un grupo con un pie en épocas musicales pasadas, y otro pie en probablemente épocas musicales futuras. Con pie acá y el otro allá. Stereolab comienza debido a la pareja conformada por el inglés Tim Gane (previamente guitarrista de McCarthy) y la francesa Laetitia Sadier a principio de los noventa, bajo la influencia de McCarthy, que efectuó como un prototipo sonoro de Stereolab. Fue así como Stereolab fue creciendo dentro de la escena subterránea de pop/rock alternativo de Francia e Inglaterra, permaneciendo como una anomalía en las categorías musicales. Fue hasta “Dots and Loops” que Stereolab encontró la perfecta mezcolanza de sonidos, ritmos e influencias para autodescribir su idiosincrasia. Con una gama de ritmos de jazz en las percusiones, sonidos en guitarra que imitan un poco al bossa nova pero también a The Velvet Underground en sus inicios; el uso de sintetizadores análogos que remiten a la escena pop francesa e inglesa de los años 60 y nuevos sonidos electrónicos con un futurista sabor de boca, Stereolab había encontrado su perfecta fórmula. También es importante recalcar que este es el momento en que la agrupación decide experimentar con nuevos instrumentos como el xilófono, nuevos sintetizadores e instrumentos de cuerdas para los fondos. Y así crean una obra de 65 minutos de pura genialidad, difícil de describir en el tiempo de la música. Este próximo 26 de octubre se presentarán en HIPNOSIS 2019.