Depósitio Sonoro

Crónicas y Reseñas

Peter Hook, celebrando el Substance en suelo mexicano

Peter Hook fue una noche especial, la atmósfera se dictaminó perfecta y no fue para menos, la palabra mágica que gobernó la noche fue: celebración, la celebración al Substance, placas esenciales en la discografía de New Order y Joy Division, que funcionan como compilado unificador supremo.   Siempre he creído que los conciertos de viejas glorias suelen ser celebraciones siempre inundadas de melancolía, ya sea por lo importante de la banda o del impacto que nos hace imaginar que tuvieron décadas atrás o el que tuvieron o tienen en nosotros en el presente, y si a esto le sumamos la oportunidad de ver a esos músicos legendarios tocando discos completos encima del escenario, eso lo hace un poco más especial. Las mejores historias de la música siempre estarán respaldadas por las memorias y los aspectos oscuros, asombrosos, discretos, irónicos y devotos del pasado, y así cobra vida la visión interna de los acontecimientos y la reflexión; una interpretación de lo que nosotros como espectadores firmamos con el corazón. Salen los músicos al escenario y empiezan las primeras notas de “Regret”, una perla, una de las canciones más bonitas que tiene New Order, el inicio de concierto más inesperado  de todos y sientes como te recorre todo el cuerpo un escalofrío sustancial. La primera parte del concierto estuvo conformada por puros tracks de New Order. La evolución va creciendo al sonar “State of The Nation” en tonos super bailable, “The Perfect Kiss” para conquistar la pista, y los clásicos “Shellshock”, “Thieves Like Us”, “Subculture“, “Bizarre Love Triangle“ “Temptation” y la esplendorosa“True Faith“ La segunda parte cobró más poder. El espíritu de Joy Division cobró encarnación bajo la estructura del pabellón, encarnación que se hizo evidente según iban pasando las canciones e hicieron que la gente se viniera arriba con una fuerza tremenda y una más que notable ejecución, muy bien todos, en su interpretación de canciones irrepetibles. Sonaron entre las más esperadas “Warsaw“, “Leaders of Men“, “Digital“, “Transmission“, “She’s Lost Control“, “Dead Souls“, “Atmosphere“ con dedicación especial a Ian Curtis y el esperado final con “Love Will Tear Us Apart” que seguía siendo coreada inclusive muchos minutos después de haber terminado el concierto. Sensaciones poderosas, físicas y demeledoras, todas en una noche, “Es increíble el amor que el público mexicano tiene por Joy Division, es algo que no se puede explicar. Hay muchas razones para ir a un concierto de Peter Hook, la decisión es personal, pero si eres de los que se arriesgó y se atrevió, sabes que valió la pena. Sobre todo porque si existe trayectoria alguna en el mundo del pop conocida lo suficientemente es la que abrió Joy Division y continúo New Order.

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Los mantras sonoros y minimalistas de la banda OM

Eran finales de los años 90 cuando la banda de culto Sleep, que compuso una obra maestra de más de 50 minutos, llamada Dopesmoker, dejaba de existir, y a su vez su guitarrista feroz y hambriento de creatividad, forma High On Fire. Mientras, la parte rítmica de Sleep pasa por un completo letargo musical y por más de seis años en los cuales Al Cisneros cae en una profunda depresión y se dedica a trabajar como instructor de ajedrez para niños en la bahía de California . A principios del año 2003, deciden juntarse para formar un proyecto con un alto contenido espiritual e introspectivo, que oscila entre el sufismo, Catolicismo e Hinduismo; deciden llamarlo OM! ‘El camino de las odiseas y monoliticos riffs usando un bajo distorsionado, sonando como un mantra super poderoso y minimalista. Mientras Chris Hakius y su gran capacidad de tocar con tanta fuerza, crean una constante gloriosa donde el Fénix se alza triunfante. Sus primeros 3 discos fueron grabados por Al Cisneros y Chris Hakius en su totalidad, bajo la tutela de Billy Anderson en la producción a excepción de ‘Pilgrim’ que lo produjo Steve Albini. Fueron ejercicios con un ritmo claro y contundente, el patrón vocal percusivo que realza los temas líricos tan oblicuos y obtusos como para ser en gran medida impenetrables. Los primeros trabajos de Om incorporan estructuras musicales similares al canto tibetano y bizantino.   El 5 de diciembre de 2007, Om tocó en Jerusalén, Israel. Su presentación duró más de cinco horas y una porción de aquel concierto fue lanzada en vinilo de 12″ por Southern Lord como Live at Jerusalem. Y Para finales del 2008 Chris Hakius decide abandonar la banda para dedicarle tiempo total a su familia. Al Cisneros invita a Emil Emos (Grails) con quien giró por Europa  y que encaja perfectamente con el sonido que vendría posteriormente sin perder en absoluto la esencia. Incorpora instrumentos como la tabla hindú, chello, flauta …. funge un equilibrio entre lo aplastante y lo meditativo.  Invitan a Robert Lowe (Lichens) un prolífico músico contemporáneo de música vanguardista, quien le da una constancia gloriosa y sin duda, una inclinación más suprema y oculta. “La empatía me libera”, dice en un pasaje de Advaitic Songs. A la fecha cuentan con un total de 5 álbumes de estudio en los que se les puede catalogar desde rock progresivo hasta stoner metal y doom. Sin embargo, por lo antes mencionado ellos han tomado un camino propio, con sonidos que fungen entre rituales y melodías más espirituales.

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Memory Leak, una banda que danza entre el ruido y la melancolía casi palpable

Tijuana siempre ha sido considerado un semillero de bandas propositivas, bandas que se diluyen entre la influencia nacional y la extranjera, teniendo una mezcla sonora natural originaria de su propia condición geográfica. Un caso nuevo y exaltante, es el de Memory Leak, una banda joven proveniente de la frontera más visitada en el mundo, que por sí sola carga con un sonido intrigante y cautivador. Que por momento da saltos entre la emotiva nostalgia del shoegaze más meloso, pasando por capaz de guitarras abrasivas conjunta a una batería llena de una eufórica lentitud, y acompañado de voces que endulzan todo este trayecto a la perfección. La banda podría recordar en momentos a bandas como Slowdive, o incluso a Whirr, aun así la banda mantiene un sello especial y fuera de cualquier comparación evidente, se mantiene bajo un manto de melancolía y coqueteos con músicas que denotan un poco más de agresividad. Memory Leak, acaba de lanzar su primer Ep, Graduate Into Nothing, grabado y producido por Patrick Alexander, mezclado por el afamado productor angelino Jack Shirley (mejor conocido por su trabajo con Deafheaven en Sunbather, y con bandas como Oathbreaker, Loma Prieta o los antes mencionados Whiir). Con esta placa, la banda introduce a su sonido antes mencionado, con una producción sobresaliente, toques agresivos empañados de una tristeza casi palpable, como es el caso de Patterns o bien, Dream Queen, donde la influencia pop es inevitable de rescatar. Graduate Into Nothing, está ya disponible en todas las plataformas digitales y se puede escuchar en el bandcamp de la banda. Memory Leak, es una de las bandas que darán de que hablar pronto, una suerte de agresividad y de esa sensación de sentirse tan solo en un mundo tan rutinario, una banda propositiva, auténticas y que debe de estar en la vista de muchos.

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Mew En El Plaza. Frengers: Not quite Friends, but not quite strangers

Después de vestir de negro el alma y exorcizar nuestros demonios con la presentación de Nick Cave en el Pepsi Center, tocó el turno a los daneses Mew de llenar nuestros corazones de melancolía y nostalgia al tocar de principio a fin Frengers, su disco más exitoso a nivel internacional, que este año festeja su décimo quinto aniversario. Desde las 5 de la tarde, el número 4 de Juan Escutia ya tenía a los primeros fans haciendo fila para ser los primeros frente al escenario del Plaza, algunos con camisetas de la banda y otros con algún póster del evento que pintaba para algo épico, mientras el sol hacía su aparición de forma inclemente y los clásicos revendedores pedían un minuto de tu tiempo para hablarte del precio de sus boletos. Así transcurrió toda la tarde y ya entrada la noche el lugar se fue llenando hasta que no cabía un alma más, todo el mundo se notaba muy tranquilo, algunas parejas comentaban cuales eran sus canciones favoritas, mientras otros aseguraban que todo el trabajo de Mew es impecable, pero que definitivamente Frengers es el bueno.   Exactamente a las 21:05 pm las luces se apagaron y los gritos del público no se hicieron esperar: Repeaterbeater rompió el silencio y todo el mundo comenzó a cantar junto al vocalista Jonas Bjerre para dar comienzo a un pequeño repertorio de canciones de toda su carrera musical, entre las que destacaron Special, The Zookeepers Boy, Apocalypso, Saviours of jazz ballet y Louise Louisa,  viejas conocidas del segundo disco: And the glass handed kites, así como Satellites y Candy Peaces all smeared out de sus últimos trabajos. Después de un pequeña pausa, el grupo regresa para tocar los primeros acordes de Am I Wry y todo se vuelve una locura, la gente comienza a gritar descontroladamente, los visuales son increíbles y Jonas con guitarra en mano comienza a cantar la primera canción del Frengers. Era el momento de la nostalgia. 156 continuó la velada con una versión totalmente renovada y diferente a la original, pero con los mismos cambios de ritmo, mientras todos cantaban y gritaban cada una de las letras: “From my boat i can see your house, and when the light are on… i can watch you move”. Luego llegó el turno a Snow Brigade, uno de los momentos más altos y estridentes del Frengers, que de inmediato provoca miles de empujones y saltos entre los asistentes.   Con Symmetry pudimos escuchar la voz en off de Becky Jarret, mientras se proyectaba su imagen en el fondo blanco detrás de la banda. Mismo caso con Her voice us beyond her years, que contó con backingtracks de Stina Nordenstam, mientras que Behind the Drapes se encargó de llenarnos de lágrimas con su ritmo melancólico y oscuro: “Why are we so alone, even with Company”. Los visuales mostraban un fondo negro con algunas luciérnagas que se movían de un lado a otro, como en el video que alguna vez vimos en MTV.   One flew over, one was destroyed mantuvo un aire de nostalgia entre los fans más aguerridos de la banda para dar pie a otro de los momentos más emotivos de la noche con She came home for Christmas, que contó con la proyección del video en una tonalidad muy baja, para hacer notar el efecto del paso de los años, como si se tratara de una cinta de película a punto de velarse. She Spider volvió a encender el ánimo del público con el rasgueo de las guitarras y de inmediato todos comenzaron a brincar y gritar al unísono con el coro: “Confident, Tangled up in a nice life, Put the sipder in you…”. Al final, el solo de guitarra de Mads Wegner fue más largo, provocando un éxtasis hipnótico entre todos los asistentes que no paraban de cantar. Otro momento épico del concierto. De pronto, un largo silencio. Todos saben que la siguiente canción será la última y tal vez el mejor momento de todo el concierto. Mads comienza a tocar los 3 acordes iniciales  y todo el mundo estalla de emoción mientras Jonas comienza a cantar acompañado de la dulce y triste melodía de Comforting Sounds. La canción va creciendo poco a poco hasta convertirse en una monumental pared de sonido tan emotiva que podría hacer estallar el universo. La piel se eriza, es imposible no sentir nada ante tal portento musical. De fondo se aprecia el video original de la canción con personajes extraños tocando violines y chelos hasta que después de 8 minutos por fin termina de forma sublime. El recinto se llena de lágrimas y aplausos, Jonas baja del escenario para saludar a los asistentes de la valla, los empujones te obligan a moverte, todo el mundo quiere despedirse. Finalmente el grupo se postra al frente y hacen una reverencia al público mexicano. Se ven felices y muy conmovidos por la respuesta del público. La melancolía ha terminado pero la magia se repetirá al día siguiente. Hoy brindamos por una noche memorable y los maravillosos 15 años del Frengers. El Setlist no pudo ser mejor.   Setlist: Repeaterbeater Special Satellites Candy Pieces All Smeared Out Count to Ten Apocalypso Saviours of Jazz Ballet Louise Louisa   Frengers: Am I Wry? No 156 Snow Brigade Symmetry Behind the Drapes Her Voice Is Beyond Her Years Eight Flew Over, One Was Destroyed She Came Home for Christmas She Spider Comforting Sounds

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Johnny Marr, reseña de su primera visita a CDMX

Johnny Marr ha ido tranquilamente en la construcción de una carrera en solitario. Habiendo pasado etapas como guitarrista en The The, Modest Mouse y The Cribs, el ex The Smiths ahora parece cada vez más cómodo, más creativo y más rockstar como se vivió anoche en su primer visita a CDMX.   Su tercer álbum y muy aclamado: Call The Comet lo ha traído por fin a la CDMX. La cita fue en El Plaza, en ese recinto en donde aún a sus al rededores se respira melancolía por el episodio triste que derrumbó casas en nuestra ciudad, el ambiente poco a poco empieza a evaporar. Están los más devotos fanáticos de Johnny Marr y por fin él a hacer lo que mejor sabe, apenas lo estamos recibiendo con “The Tracers” y ya avienta el primer clásico del Meat Is Murder, “Big Mouth Strikes Again” de los Smiths sacuden al público, su manera de interpretar canciones responde a las distopías y utopías en donde quedaron fríos impregnados en el anhelo de  sus máximas influencias como Bowie, Patti Smith, Brian Jones o el mismo JG Ballard, y así suena la hermosísima “Hi Hello”, con un Marr impecable en el escenario, su guitarra y él son uno mismo, perfectamente conectados, sincronizados y explosivos, como en “The Headmaster Ritual”, y los 2 temas que rescató de su paso por Electronic: “Get the Message”, y la maravillosa versión de “Getting Away With It” que removió fibras. Su banda está muy compenetrado con él, su líder. Su mentor. Los pasajes más hermosos de la noche fueron un colectivo unificador, desde los sintetizadores hasta las guitarras que se encuentran en su mayor euforia o bien, en melodías más inmersivas en la añoranza, por momentos su música  evoca visiones viscerales entre los futuros rascacielos de Manchester o de lo que alguna vez fue Manchester en su grandeza pero evocados aquí en nuestra gran ciudad, con ese sonido que ha destacado a las bandas que surgen de ahí por décadas, eso se aprecia, pues escuchar un género en vivo y con el que has crecido por mucho tiempo no tiene comparación. La energía  de Marr lo transportan a un estado de trance, expresa perfecto su visión del rock como herramienta transformadora. Y luego están ahí, las canciones bonitas, las canciones tristes, las canciones desgarradoras o las canciones vitalizantes, ofreciéndonos  un recital de temas colosales al final de su show como lo fueron “Last Night I Dreamt That Somebody Loved Me”, “How Soon Is Now?”, “There Is a Light That Never Goes Out” que fue hermosamente coreada, y la mega sorpresa de todas “You Just Haven’t Earned It Yet, Baby”, un puente, un descanso inesperadamente cómodo y necesario, el paraíso de la melancolía en donde cada y uno de nosotros se deja llevar sin contemplación, tanto que da miedo ya que momentos así son un lugar tan personal llenos de paralelismos, pero no importa, la noche lo está valiendo todo.   Johnny Marr ha logrado retrocedernos en el tiempo pero al mismo tiempo ha logrado ofrecernos una etapa actual de él con bastante convicción y lugar en el presente, mientras parece estar arraigado en un lugar particular de su propia memoria, donde todo lo que puede escuchar es el agridulce, a veces agudo sonido de su guitarra que hizo de ella una obra eterna como el The Queen Is Dead. Incluso su melodía vocal florece fielmente y cristaliza un abismo musical tan agradable que no suavizarse internamente es imposible. Todos esos sentimientos que nos transmitió es la principal reivindicación de la grandeza de Johnny Marr. Y él lo sabe. Tan lo sabe quizás así como sabe que The Smiths jamás volverán a tocar juntos.

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Sussie 4 en Pasagüero: Beats y mucho calor tapatío

El viernes por la noche la banda de música electrónica Sussie 4 tuvo una gran presentación en el Pasagüero, lugar ubicado en pleno centro de la CDMX. Abarrotaron el lugar que aunque pequeño se ha convertido en un foro importante para grupos emergentes y artistas consolidados.   El cuarteto tapatío salió al escenario e hicieron mover a todos los asistentes, gran parte del set que interpretaron se basó en sus dos primeros discos (Música Moderna y Red Album) pues, con las rolas de ellos aseguran una fiesta de baile sin parar. Rolas como Suite Tropical y Conciencia Latina sonaron en las bocinas, sudor, calor y brincos no pudieron faltar. No cabe duda que una pieza importante es su vocalista, una voz femenina que sin problemas llega a tonos altos de soprano y pone un sello muy característico. Al final de la noche tocaron un cover de la canción Mucho Corazón, escrita por Ema Elena Valdemar y que fuera interpretada por muchos cantantes incluyendo, sin embargo las estrofas “Yo por un querer no necesito una razón, me sobra mucho, pero mucho corazón…” Acompañadas de ritmos digitales genera una atmósfera de dulce y alegre melancolía que aunque triste la letra, las secuencias y beats que le pone la banda hacen que se convierta en una dolorosa alegría bailable. Un set de alrededor poco más de una hora bastó para que mas de una chica se quitara los tacones después de tanto brinco. Sussie 4 han sido ganadores de premio DJ ande Clubbing awards y premiados como mejor artista alternativo por la revista estadounidense Banda elástica. Han compartido escenario con Gus Gus, Daft Punk, Gustavo Cerati, Deep Dish y una larga de importantes artistas de la escena electrónica. Su música es de talla internacional que varios de sus tracks han aparecido en recopilaciones en Francia, Reino Unido, Estados Unidos y otros países. Quienes asistieron ayer al Pasagüero seguramente hoy amanecieron con ganas de seguir bailando.

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Allah-Las: un revival sesentero de la psicodelia, el garage y el surf-rock

Hay quienes advierten que en el pasado se vivía mejor, aseveración que para algunos cuantos, se convierte en una paradoja y consuelo nostálgico que los vuelca a la creación de revivals sonoros en nuestro presente. Es el caso de Allah-Las, una banda que nos transporta en el tiempo a través de su sonido, pues nos recuerda de inmediato la escena de los 60, y a bandas como The Zombies, The Kinks y The Byrds. Bajo los sellos discográficos Innovative Leisure Records y Mexican Summer, el cuarteto tiene tres discos en su haber, su debut y homónimo Allah-Las (2012), Worship The Sun (2014) y Calico Review (2016). En estos álbumes se develan filosas piezas como “Catalina”, “Sacred Sands”, “Long Journey”, “Famous Phone Figure” y la mítica “No Werewolf”, con las que la banda norteamericana se ha consolidado en el terreno de la psicodelia, el garage y el surf-rock. También cuentan con un par de singles y un solo EP intitulado Covers#1 (2017), en el cual realizan la versión de “Fish On The Sand” de George Harrison, “Hard On Love” de Television y “J.O. Eleven” de la banda de culto Furthur. Allah-Las ha formado parte de los line ups de Desert Daze, asimismo, se ha presentado en Coachella y este seis de octubre tienen un acto especial para la segunda edición en el festival Hipnosis en nuestro país. En dicho festival Allah-Las compartirá escenario con bandas de la talla de King Gizzard & the Lizard Wizard, Wooden Shjips, OM, DIIV, Stonefield, entre otras, por lo que se convierte en un evento imperdible para este 2018, pues es uno de los pocos espectáculos que apuesta por alterar nuestra psique a través de las más inquietantes distorsiones analógicas y las más desafiantes tonalidades de la psicodelia.

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Soft Machine: los pioneros del jazz fusión

A cincuenta años de su debut, Soft Machine es íntegramente recordado por sus experimentaciones en la escena del jazz y rock progresivo. Formado en 1966 por Kevin Ayers, Robert Wyatt, David Allen y Mike Ratledge en Canterbury Inglaterra, fueron los pilares que originaron la escena del “Sonido de Canterbury”. Llamada en honor al libro “The Soft Machine” de William Burroughs, la agrupación de Canterbury fue muy inestable y cambió su alineación numerables veces. Se les podría relacionar como los exploradores del Jazz fusion por su mezcolanza entre el jazz y rock progresivo. Sin embargo, Soft Machine se mantuvo siempre en un perfil bajo dentro de la escena Underground de Londres, a finales de los sesentas. Su primer álbum maneja un sonido mucho más primitivo y psicodélico con tintes de jazz. Es también su único trabajo con la alineación original. Se puede ver cómo coexiste una variedad de influencias (como Frank Zappa) y sonidos que fueron explorados más a fondo mientras la agrupaciòn iba avanzando. Con su tercera entrega de estudio, “Third” (1970), fue que realmente encontraron su propio sonido, que oscilaba entre el jazz y rock experimental y progresivo. En éste álbum, Soft Machine presentaba un sonido que marcaba una distinción considerable con todo su trabajo anterior y fue su primer álbum completamente instrumental. Un álbum con drásticos cambios de tempo y ritmo, melodías complejas en saxofón y flautas, una eufórica y libre batería, bajos juguetones y sintetizadores que remiten a sonidos más psicodélicos y difieren de sus bien establecidas pinceladas de jazz. Su siguiente àlbum, “Fourth” (1971) fue el sucesor con un estilo ya definido. De esta forma, la agrupaciòn britànica fue saliendo de una escena en la que ya no pertenecìan y creando la suya. Paulatinamente, muchos otros grupos se fueron también envolviéndose en ésta mezcla de jazz y rock experimental (como Caravan, Egg, Matching Mole, etc). Soft Machine siguiò creando nuevas formas de expresarse mediante el jazz fusion y el rock experimental en los años siguientes, cambiando constantemente tanto de sonido como de alineación con más de diez proyectos de estudio durante la década de los 70.

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