Brian Eno & Beatie Wolfe – Luminal / Lateral: poesía para los sentidos
Cuando Brian Eno publica nueva música, el mundo escucha con la expectativa de quien contempla un eclipse: algo se oscurecerá, algo se revelará. En Luminal y Lateral, su colaboración más reciente con la artista británica Beatie Wolfe, Eno no entrega solo un disco doble: ofrece un diagrama sensorial de la emoción, el tiempo y el espacio. Luminal: nombrar lo innombrable Luminal es un trabajo radicalmente íntimo que parte del ejercicio tan esencial como esquivo de traducir emociones en música. Wolfe grabó las vocales y texturas en Los Ángeles; Eno, por su parte, contribuyó desde Londres con su característico tratamiento electrónico, creando un diálogo no solo transatlántico, sino también transpersonal. El concepto detrás del disco es casi conceptualista en sí mismo: traducir 12 emociones —algunas sin traducción directa al inglés— en piezas sonoras. “Duende”, “mono no aware”, “commuovere”… no como definiciones, sino como atmósferas. Eno, desde los días de Ambient 1: Music for Airports, nos ha enseñado a percibir la música como un espacio. Aquí, ese espacio es el lenguaje emocional sin palabras. Las composiciones de Luminal poseen la cualidad del tiempo suspendido: guitarras tratadas, pads de sintetizador que flotan como niebla temprana, voces que se disuelven en capas y texturas vaporosas. Es una experiencia más cercana a la escucha contemplativa que a la narrativa tradicional del pop o incluso del ambient estructurado. Lateral: expansión espacial, escucha extática Donde Luminal es introversión emocional, Lateral es exploración cósmica. El segundo álbum de este binomio, dividido en ocho movimientos titulados “Big Empty Country”, podría entenderse como un vasto campo de resonancia donde la música se convierte en fenómeno atmosférico. Eno lo describe como “ambient–landscape–dream–music”, y no es una hipérbole: la música aquí se comporta como clima, como una arquitectura invisible que modifica la percepción. Hay una intención de lentitud, de profundidad, de inmersión. Lateral podría leerse como una continuación espiritual del On Land de 1982, pero con la sensibilidad postdigital del siglo XXI. Cada fragmento parece diseñado para escucharse no desde el intelecto, sino desde la sensación pura, como si los oídos no bastaran y el cuerpo entero fuera necesario para percibirlo. Más allá del sonido: arte, conciencia, materialidad Ambos discos fueron lanzados en bio-vinilo, reafirmando el compromiso de ambos artistas con la sustentabilidad. No es un detalle menor: en la obra de Eno, la ética y la estética se entrelazan. Su asociación con Wolfe se gestó en encuentros en SXSW y durante la exposición “From Green to Red” en el Barbican, donde Wolfe exploró los cambios climáticos a través del arte. Ese espíritu está presente en la música: lo emocional y lo ambiental no son opuestos, sino vectores del mismo proceso creativo. Conclusión: experiencia auditiva como cartografía de lo humano Luminal / Lateral es una obra que resiste las formas tradicionales de escucha. Es una música para permanecer, no para consumir. En un momento donde lo efímero domina el campo sonoro, Eno y Wolfe invitan a la profundidad. Para los oyentes que han seguido la evolución del ambient, del art-pop y de la música conceptual, estos discos representan no un punto de llegada, sino un continuo: otra bifurcación en el extenso y siempre personal mapa sonoro de Brian Eno. Aquí, la emoción se convierte en espacio, y el espacio, en música. Como siempre con Eno, se trata menos de lo que suena y más de cómo escuchamos.
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