¿Quién soy? Alonso Arreola. Un necio escribajista mexicano nacido el sábado 2 de Noviembre de 1974, día de los muertos. En esta nueva serie platicaremos con personajes clave en el desarrollo de la música en nuestro país, desde promotores, músicos, periodistas, gente de la radio y desde cualquier punto y situación que sacuda el ambiente musical de México. En esta ocasión platicamos con Alonso Arreola, escritor y bajista que ha sido parte de varios grupos y proyectos, como La Barranca y actualmente está muy activo con Monocordio, además de tener su propio laboratorio para bajistas que lleva por nombre Laba. Alonso respondió amablemente a nuestras siguientes preguntas 1- ¿Qué artista o banda arraigó un amor muy grande por ti en la música? Este día te diría que una de las bandas que más me marcó, sin duda, fue Rush. El trío canadiense fue clave para entender el rompecabezas que deseaba armar entre mis parietales, pero también para formar complicidades vitales, valorar el balance de las letras frente a la música y, sobre todo, asumir que no habría forma de responderme ciertas preguntas sin un compromiso diferente con mi cuerpo y mi mente a través del instrumento que amo: el bajo. 2-Artista nacional más emocionante actualmente… Descartes a Kant. Su locura acotada, su magnetismo escénico y su buen temple bajo el escenario me emocionan siempre. Los quiero en lo artístico. Los quiero en lo personal. 3-Disco que marcó un antes y un después en tu vida. Son tantos… Uno fue el Thönk de Michael Manring. Ese álbum causó un efecto dominó. Cambió mi perspectiva del bajo eléctrico, de la composición en torno a él; luego entonces también cambió engranajes mentales y mi ruta artística. 4-Disco de música electrónica y disco de rock esenciales en tu formación. La electrónica que fue esencial en mi formación adolescente es la de Isao Tomita y Jean Michel Jarre. De este último elegiría el disco Magnetic Fields. Luego me alejé del boom de los Djs tipo Detroit porque no me atraía la música que no fuera tocada “en vivo” de manera orgánica. Como más me gusta es en su relación con el pop, el rock, el trip hop, etcétera (Depeche Mode, Björk, Faithless, Massive Attack, Portishead); aunque también la disfruto en su plan más experimental e histórico (Brian Eno, Alva Noto, Kraftwerk). Por otro lado, un disco de rock esencial en mi formación sería el Sailing the Seas of Cheese de Primus, por su acidez, carácter lúdico e incorrección política. Eso les diría hoy. Mañana… no sé. 5-. Disquera que amas y amarás y que la gente debería de conocer. Es legendaria y es mexicana: Discos Intolerancia, fundada por mi cómplice Gerardo Rosado. En ella he editado todos mis álbumes y, me parece, contiene el catálogo más variopinto e interesante de nuestro país (quitándome a mí, si lo desean). Pero también les nombraría tres históricas de Europa, todas abocadas al jazz y la música experimental: ECM, Winter & Winter y Label Bleu. 6- ¿Cuál fue para ti la última gran revolución musical y por qué? Cuando hablamos de revoluciones pensamos en movimientos sociales con un sentido compartido que llegan, lo cambian todo, y luego decrecen en pos de nuevos movimientos. Desde esa perspectiva y con el aumento de la globalización, pensaría en la estética grunge de los años noventa (luego pudo serlo el reguetón, pero eso es ya un terrible e interminable estatus quo). Ahora bien, con la pulverización individual gracias a la portabilidad y transmisión de música digital, en términos de la industria y las formas de consumo que hoy tienen sometido al arte sonoro, subrayaría la revolución que planteó Napster. Eso lo cambió absolutamente todo y aún hoy seguimos sin adaptarnos bien sus consecuencias, como el streaming. 7-Producción, música, colaboración o release que hayas hecho de la cual te sientes muy orgulloso. Mi primer álbum como solista Música Horizontal, me supuso una conquista esencial en términos musicales pero también conceptuales y logísticos. Hace trece años la idea de un fondeo público para la gratuidad de un disco que integraba la responsabilidad social, era muy nueva. Y en plan colaborativo, el proyecto 3Below en el que toco con dos de mis héroes de vida: Michael Manring (ex alumno de Jaco Pastorius) y Trey Gunn (ex King Crimson). Que hoy sean de mis mejores amigos y que colaboremos juntos es un logro trascendental para mí. 8-Canción que te recuerda a tu adolescencia… Les haría una playlist, pero bueno… ¿Una?… no sé… “Love Song” de The Cure. 9-Anécdota junto con algún músico con el que hayas compartido escenario y recuerdes con cariño. Son muchas las anécdotas y muchos los músicos. Una notable fue en 1999 en el teatro Karl Marx de La Habana, Cuba, cuando toqué en un curioso combo junto al baterista inglés Mick Fleetwood de Fleetwood Mac. 10- ¿Cuál es uno de los mejores recuerdos que tienes de haber asistido a un concierto en vivo, cuál, quién y cuándo fue? De nuevo, son demasiados… Pero atendiendo a la espontaneidad de la memoria (al menos el día de hoy, pues siempre cambia), sería Pink Floyd en el Foro Sol en 1994. El sonido, la imaginería visual, la presencia e interpretación de David Gilmour en voz y guitarra… eso fue algo realmente transformador. En tiempos recientes sería el de Iggy Pop con Queens of the Stone Age en el Royal Albert Hall de Londres, hace unos tres años. En uno de sus stage divings, Iggy terminó encima de nosotros. Tener su rostro ajado y legendario a diez centímetros de la cara fue realmente… interesante y divertido. Idea original: Rob Anaya. Edición de foto y diseño visual: Ozz Ramos.