Para Tomás Urquieta su nuevo disco no se define como una narrativa cerrada, pero sí tiene un eje que atraviesa el disco: la introspección no como recogimiento, sino como un proceso de devenir, de disolución del yo en el flujo del sonido y el ritmo. A él le interesa cómo la repetición y la variación mínima pueden generar estados de percepción alterados, donde el cuerpo y la mente se sincronizan con la materialidad del sonido. En ese sentido, el disco es menos una historia lineal y más un campo de intensidad en constante modulación. Escucha su nuevo disco en este enlace: https://herrensauna.bandcamp.com/album/tom-s-urquieta-ai-ferri-corti ¿Cómo describirías el sonido de este nuevo disco? Tiene una total energía para la pista de baile, pero con detalles que se sienten más personales, me encantaría poder dejar de lado la parte personal, por más que trato no puedo. ¿Qué te inspiró a crearlo? El disco surge de un deseo de volver a la inmanencia del ritmo, a la repetición como proceso de transformación. Después de un tiempo explorando lo experimental, me interesa cómo la pista de baile opera como un espacio de afectos en movimiento, donde el sonido no solo marca un pulso, sino que modula intensidades y deviene en nuevas formas. Aquí, la funcionalidad no es una restricción, sino un campo de experimentación en sí mismo. ¿Qué diferencia este trabajo de tus producciones anteriores? “Ai Ferri Corti” marca un punto de madurez porque asume la pista de baile no como un espacio de evasión, sino como un campo de experimentación afectiva. A diferencia de mis trabajos anteriores, aquí la repetición no es solo una herramienta rítmica, sino un dispositivo de transformación: el sonido no se limita a ocupar un espacio, sino que lo modula, lo intensifica, lo pliega sobre sí mismo. Es música que opera en la inmediatez del cuerpo, pero sin renunciar a la profundidad sensorial y conceptual ¿Cómo fue el proceso de producción y grabación? El proceso fue muy directo. Empecé el disco en Nueva York y lo terminé en México, y en el camino descarté tracks que ya estaban prácticamente cerrados. No fue una decisión impulsiva o de indecisión , sino parte de un ajuste necesario para que el disco tuviera más coherencia. Había cierta duda sobre cómo se recibiría, pero la respuesta fue positiva por parte de Herrensauna, lo que confirmó que fue la mejor decisión. ¿Trabajaste solo o colaboraste con otros artistas? El disco es un trabajo “en solitario”, aunque en un punto consideré incluir un track con Nick León. Fue una colaboración que surgió de manera natural cuando estabamos en una fiesta en Miami, pero al final sentí que no encajaba del todo con la dirección del disco y decidí dejarlo fuera. No fue una decisión fácil, pero tenía claro que cada pieza debía responder a una visión específica. Quizás ese track vea la luz en otro contexto, o quizás nunca. También existe la posibilidad de que volvamos a trabajar juntos en el futuro, pero no hay una intención forzada detrás de eso—si pasa, pasa He sido fan del arte de DJ Saliva durante años, así que trabajar con él en la parte visual de este disco fue algo natural. Su enfoque siempre me ha impresionado, cómo logra captar la energía y la atmósfera de la música de una manera tan única. Para mí, su trabajo no solo complementa, sino que expande la experiencia del disco, llevándola a un nivel visual que refleja perfectamente lo que quería transmitir con la música. ¿Cuál fue la canción más desafiante de producir y por qué? Creo que “Acid Needle” fue la canción más desafiante y, al mismo tiempo, la más querida para mi del disco. Mi objetivo era crear un track que fuera completamente funcional para la pista de baile, pero con una capa de complejidad que viniera de influencias como Burial, aunque con un tono y contexto totalmente distintos. La dificultad estuvo en equilibrar esa atmósfera melancólica que caracteriza a Burial con una base más directa y enérgica. Incluso llegué a samplear todos los utensilios de cocina de mi casa de ese entonces para llegar a ello (broma hahahah) ¿Qué software, sintetizadores o herramientas utilizaste para crear este álbum? Procesé todo el disco en una MPC Live 2 y una SP-404, para mí tienen una calidez única. Me gusta cómo ambas máquinas moldean el sonido de manera distinta, dándole un carácter más orgánico a los samples y ritmos. También usé un Sherman Filterbank para esculpir ciertas texturas y darle más agresividad a algunos elementos. En cuanto a síntesis, el Model D de Behringer tuvo un rol importante; pueden decir lo que quieran de Behringer, pero para mí ese sintetizador es una bestia. Y bueno, Ableton. ¿Cuáles son tus principales influencias dentro de la música electrónica? “Históricamente, Kryptic Minds, Rrose, Ricardo Villalobos , Hesaitix (M.E.S.H) . Siempre me ha atraído cómo trabajan el ritmo, la textura y las atmósferas. Y actual, soy muy fan de Polygonia, me encanta su sonido y me encantaría colaborar con ella en algún momento. ¿Sientes que tu música encaja en un subgénero específico o prefieres mantenerte flexible en tu estilo? No pienso demasiado en encajar dentro de un subgénero específico; prefiero que la música se comunique por sí sola. Las etiquetas funcionan para las Record Stores y este disco, al menos por ahora, solo será editado en digital, y me gusta la idea de dejarlo abierto a la interpretación de quien lo escuche. ¿Cómo esperas que el público reciba este nuevo disco? Me aburrí de creerme el raro o el especial produciendo encerrado en un cuarto. Con este disco, la intención es clara: quiero que suene en todos lados, desde un club pequeño hasta un show grande. Más que una escucha introspectiva, lo hice pensando en la energía del espacio compartido, en la conexión que se da en la pista de baile. Cómo lo reciba el público es algo que no puedo controlar, pero espero que se sienta esa intención cuando suene. ¿Qué emociones o experiencias