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DIIV y su nuevo álbum Frog in Boiling Water: Un grito existencial en tiempos de crisis

La banda neoyorquina DIIV, liderada por Zachary Cole Smith, ha vuelto a la escena musical con su nuevo álbum titulado Frog in Boiling Water. Este lanzamiento, cargado de guitarras envolventes y atmósferas melancólicas, profundiza en temas de alienación, desesperanza y crisis personal y colectiva. En este trabajo, DIIV sigue evolucionando su característico sonido dream pop y shoegaze, añadiendo un trasfondo más sombrío y urgente que refleja las tensiones sociales y personales que marcan nuestro tiempo. Un reflejo de la ansiedad contemporánea El título del álbum, Frog in Boiling Water (Rana en agua hirviendo), es una metáfora que hace referencia a la conocida fábula de la rana que, si se coloca en agua fría que se calienta gradualmente, no se dará cuenta del peligro hasta que sea demasiado tarde. Este concepto encapsula perfectamente el sentimiento que atraviesa el álbum: una sensación de desgaste progresivo ante un mundo en constante crisis, donde la urgencia de los problemas solo se hace evidente cuando es casi irreversible. Desde los primeros acordes del álbum, DIIV captura un estado de ánimo de ansiedad latente. La música se siente como un lento aumento de tensión, donde los riffs de guitarra reverberantes y las líneas de bajo profundas crean una atmósfera envolvente que atrapa al oyente en un viaje emocional. Las canciones, cargadas de efectos de guitarra que recuerdan al shoegaze de bandas como My Bloody Valentine y Slowdive, se entrelazan con letras que exploran el vacío emocional, el aislamiento y la lucha por encontrar sentido en un mundo fragmentado. Sonido y evolución musical A lo largo de su carrera, DIIV ha sido conocido por su fusión de indie rock, dream pop y shoegaze, con un enfoque en la creación de paisajes sonoros expansivos que a menudo evocan una sensación de introspección y nostalgia. En Frog in Boiling Water, la banda mantiene esa esencia, pero añade un toque más crudo y visceral, tanto en la producción como en las letras. En comparación con sus trabajos anteriores, como Oshin (2012) y Deceiver (2019), el nuevo álbum muestra una madurez tanto musical como lírica. Mientras que Oshin se centraba en la exploración de la juventud y el deseo de escapar, y Deceiver abordaba la lucha personal de Cole Smith con la adicción y la redención, Frog in Boiling Water se sumerge en el caos colectivo de nuestro tiempo. El álbum refleja un sentimiento de impotencia ante las crisis globales, desde el cambio climático hasta la pandemia, y su impacto en la psique humana. La producción es rica en texturas, con capas de guitarras que oscilan entre lo etéreo y lo abrasivo, creando un contraste entre belleza y desesperación. Los elementos shoegaze se manifiestan en muros de sonido que envuelven al oyente, mientras que las voces de Smith, a menudo difusas y distantes, añaden una cualidad fantasmal que acentúa el sentimiento de desconexión. Temáticas y letras Uno de los aspectos más poderosos de Frog in Boiling Water es su enfoque en temas profundamente existenciales y políticos. Las letras abordan el agotamiento emocional, la alienación y el colapso de las estructuras sociales y ambientales. Canciones como “Heat Death” y “Drowning World” hacen referencia directa a la crisis climática, utilizando metáforas de destrucción y descomposición para ilustrar el estado crítico del planeta. La canción que da título al álbum, “Frog in Boiling Water”, es una crítica a la apatía social ante problemas que se agravan con el tiempo, como el calentamiento global, la desigualdad económica y las divisiones políticas. En esta canción, DIIV parece preguntar: ¿Cuánto tiempo más podemos soportar antes de que todo colapse? Otro tema recurrente en el álbum es la lucha interna por encontrar significado en un mundo cada vez más caótico. “Ghosting Reality” y “Falling Asleep at the Wheel” exploran la desconexión personal, el sentimiento de estar a la deriva en un mar de incertidumbre, donde las respuestas parecen cada vez más distantes. El impacto emocional del álbum Más allá de la profundidad temática y la complejidad musical, lo que realmente define a Frog in Boiling Water es su capacidad para capturar el clima emocional de nuestra época. La sensación de un peligro inminente, combinado con la apatía o la incapacidad para actuar, está presente en cada nota del álbum. La música de DIIV en este disco tiene una cualidad casi catártica, ofreciendo un espejo emocional para quienes se sienten abrumados por las realidades del presente. El álbum también refleja una evolución personal para Zachary Cole Smith, quien ha sido abierto acerca de sus propias luchas con la adicción y la salud mental. En Frog in Boiling Water, parece haber un reconocimiento de que la sanación personal y colectiva está intrínsecamente ligada, y que la verdadera salida del caos solo puede encontrarse a través de la confrontación y la transformación. Un testimonio de nuestro tiempo Con Frog in Boiling Water, DIIV ha creado un álbum que no solo es relevante musicalmente, sino también culturalmente. Es una obra que captura la sensación de estar atrapado en un mundo en crisis, donde la apatía y la acción están en constante lucha. La capacidad de la banda para combinar su sonido característico de shoegaze con una narrativa tan urgente y contemporánea asegura que este disco se convierta en una pieza esencial dentro de su discografía y en una reflexión artística del momento histórico que estamos viviendo. En definitiva, Frog in Boiling Water es un disco sombrío, atmosférico y emocionalmente cargado que desafía al oyente a enfrentarse a las realidades incómodas de nuestro tiempo. DIIV ha logrado crear una obra que no solo es un testimonio de la ansiedad y el miedo colectivo, sino también una llamada a despertar antes de que sea demasiado tarde.

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Nuestras Manos Son Incendios: Adiós Cometa presenta su primer álbum oficial

Reverb, chorus, delay. Shoegaze, post-rock, dream pop y ambient. Desde San José de Costa Rica surge Adiós Cometa, banda que comenzó en 2019, justo antes de la pandemia, con la idea de hacer música juntos y grabar. El tiempo libre durante la pandemia les permitió enfocarse en producir y lanzar su EP debut La Isla Que Somos. Las experiencias en vivo post-pandemia moldearon un sonido más libre y natural, que se refleja en cada tema de su nuevo y primer álbum oficial, Nuestras Manos Son Incendios, placa que marca la cúspide de cuatro años de trabajo.  El disco abarca un amplio rango de influencias de todos los miembros de la banda, y cada canción es un testimonio del sonido distintivo de la banda, con diez canciones que capturan la vibrante diversidad sonora y estética que el grupo ha estado explorando incansablemente. Esta es una nueva era para Adiós Cometa, con el álbum ya disponible en todas las plataformas digitales. Además, la disquera estadounidense Daydream Records lanzará una edición en vinilo, Velvet Blue Music de California una edición en CD y el sello costarricense Furia una edición en cassette.  Checa el video para “Diente de León”, track en colaboración con los mexicanos No Somos Marineros. En conversación para Depósito Sonoro, Leo Moreno platicó con Emanuel Mora, guitarrista y uno de los tres vocalistas de la banda, y el batería Pablo Matamoros, quienes nos compartieron sobre la música costarricense, sus dinámicas creativas, lo duro que es construir una escena y la mezcla de gustos y talentos de 5 músicos que buscan expandir su sonido y hacerlo llegar a diversas partes del mundo.    ¡Checa AQUÍ la entrevista!  Para más info: 

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Galaxie 500: Recordando a la banda que precedió al shoegaze

A propósito de la reciente visita a México de Dean Wareham, ex líder de Galaxie 500, es casi imposible sacudirse los ánimos y pensar, quizá ingenuamente, en otra banda que haya influido tanto en su terreno. La realidad es que cuando Galaxie apareció en el mapa del rock estadounidense independiente de los años 80, ya estaba marcado el terreno de lo que posteriormente se conoció como dream pop. No así con el shoegaze, a quien se le atribuye buena parte de su influencia.El sonido de Galaxie, tan característico por ese aparente descuido vocal e instrumental, el cual crea capas de ruido con solos que flirtean con la idea del virtuosismo, compaginó bastante bien con los sonidos del mapa sonoro de su época. ‘Today’, su primer álbum, lanzado casi al filo de los 90, no suena tan diferente a lo que entonces estaban haciendo otros grupos del estilo dulce y guitarrero conocido como jangle pop, con una declaración de principios más cercana al mainstream. Sin embargo, un elemento de misticismo que envuelve a la música de Galaxie, quizá visto a posteriori, la acerca mucho más al sonido experimental entonces abanderado por A.R. Kane y Spacemen 3 (los últimos, influencia declarada de Wareham). Como sea, es cierto que Galaxie 500 nunca fue shoegaze. Si bien “Listen, the Snow is Falling” se le acercaba bastante, el verdadero mérito del trío de Boston para influir en este estilo fue permanecer en un punto medio entre el pop ruidoso de Hüsker Dü y los pasajes de ensueño de The Sundays. Fue en este espacio liminal, donde se gestó una predilección por el intimismo casi surrealista, que el shoegaze contemporáneo y parte del de “primera ola” tomaron elementos para construir su identidad definitiva. Por supuesto, a Galaxie 500 se le atribuye más bien una influencia en el slowcore, estilo frecuentemente asociado con el shoegaze, caracterizado por una renuncia a la velocidad del rock en pos de escenarios de calma y una búsqueda por llegar más lejos en aquel intimismo lírico. Ejemplos están Low y Codeine, el segundo más cercano al ruido, pero ambos principales herederos del sonido de Wareham y compañía. Que Galaxie 500 se separara con tan solo 5 años de carrera y 3 álbumes bajo el brazo no hizo más que, como ha ocurrido con un centenar de bandas, potenciar su estatus de culto. De acuerdo con testimonios de Dean Wareham en su libro Black Postcards (2008), y de Damon Krukowski (batería) y Naomi Yang (bajo) en la historia oral Temperature’s Rising (Mike McGonigal, 2013), la ruptura ocurrió de forma arbitraria, con el cantautor simplemente cansado de las dinámicas del grupo y sus compañeros sin saber cómo atender una indiferencia cada vez mayor, la cual culminó en llamadas de teléfono sin responder. “¿Qué sentí con la partida de Dean [de Galaxie 500]? ¿Bromeas? ¡Sólo escucha [el álbum de Damon & Naomi] ‘More Sad Hits’”, comenta Damon en Temperature’s Rising. Los proyectos consecuentes de los integrantes restantes, Damon & Naomi y, sobre todo, Magic Hour, exploraron de lleno los terrenos del shoegaze y el dream pop, lo cual, ante todo, se sintió como la continuación lógica del cierre asentado por Galaxie con “Listen, the Snow is Falling”.Pero, sobre todo, la música de Magic Hour fue el cierre poético ante la historia narrada primeramente por Galaxie; una muestra de la aceptación de lo inevitable que era la evolución de su propia sensibilidad. El sendero de vuelta, por supuesto, apunta siempre a Galaxie 500, un nombre que, al día de hoy, goza del privilegio de no ser del todo comprendido.

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Recordando a Julee Cruise (1956 a 2022), pionera del dream pop

El complejo firmamento del shoegaze y el dreampop se expande cada año —y más últimamente, ahora que estos estilos parecen haber formado ya una nueva ola de revivalismo—, pero siempre termina por apuntar a los mismos lugares. Uno de ellos, indiscutiblemente, es el Floating Into the Night (1989) de Julee Cruise, un álbum que ha pasado a la historia por su estrecha relación con la serie de culto Twin Peaks (1990 – 1991), clásico de David Lynch. El deceso de Cruise, ocurrido el pasado 9 de junio, nos invita a revisitar una música que se mantiene errante en medio del paso del tiempo. La historia de Floating Into the Night, el primer álbum de Julee Cruise, es conocida, pues se cruza con la biografía del mismo Lynch. Durante la producción de su filme Blue Velvet (1986), el director estadounidense había quedado fascinado por el estilo etéreo y melancólico de la canción “Song to the Siren” de This Mortal Coil, el supergrupo formado por artistas del sello inglés 4AD. Ante la negativa de esta disquera por permitir el uso del tema en su cinta, Lynch y su musicalizador Angelo Badalamenti decidieron crear su propia versión del tema. Para concretar esta idea, Badalamenti recurrió a una artista que conocía en sus días de trabajo en el teatro, una mujer con el aura y el timbre de voz perfectos: Julee Cruise. – El resultado fue la canción “Mysteries Of Love”, la cual no solo formó parte de la banda sonora de Blue Velvet, sino que también inició un proyecto más ambicioso a cargo de lo que ahora se había consolidado como una tercia musical. Se trataba de una colaboración musical firmada bajo el nombre de Julee Cruise como solista, en donde participó Lynch como letrista y Badalamenti como arreglista, quienes terminaron por desarrollar el estilo etéreo y susurrado tan característico de Cruise. Producto de este trabajo fue Floating Into the Night, álbum con el que Cruise entró de lleno en el mundo de la música, mientras que la serie Twin Peaks consiguió su identidad sonora con los temas “Falling” y “Rockin’ Back Inside My Heart”.Quizá por esto último resulta tan difícil separar el nombre de Cruise del de Lynch; si bien Floating Into the Night ha demostrado ser un álbum sólido por sus propias cualidades. Para 1989, el dream pop se encontraba en estado naciente gracias a las atmósferas etéreas de Cocteau Twins y a la poderosa distorsión de A.R. Kane. Sin embargo, el público general habría encontrado a los primeros muy densos y, a los segundos, muy ruidosos. Hacía falta un equilibrio entre ambos extremos con ayuda del componente “pop”. Así, el álbum de Cruise contribuyó a la comunión entre estilos que por entonces rozaban lo experimental y un formato de canción más habitual para las sensibilidad de los hits radiales. Cruise, con su voz apagada sobre atmósferas y letras surrealistas, abrió la puerta a la consolidación definitiva del dream pop en los 90, abanderado por grupos como Lush y Mazzy Star. Qué tan satisfecha quedó Julee Cruise con haberse convertido en leyenda gracias a Twin Peaks es un tema que continúa en discusión. Sin embargo, el paso de los años y la revisión de su material han permitido destacar su talento más allá de su trabajo en el cine. Tras terminar su relación artística con Lynch y Badalamenti —y salir de gira un tiempo con el grupo B-52’s en reemplazo de Cyndi Wilson—, Cruise lanzó 2 álbumes escritos por su propia pluma: The Art of Being a Girl (2002) y My Secret Life (2011, con DJ Dmitry). Si bien éstos materiales recibieron una tibia aceptación de la prensa, demostraron la capacidad de Cruise por desarrollar un discurso artístico por sus propios méritos, fuera de las inquietudes artísticas otrora marcadas por Lynch, incursionando en terrenos como el lounge y el trip hop.Independientemente de la revisión histórica de la música de Cruise, es un hecho que su influencia ha perdurado hasta el día de hoy en nombres como Goldfrapp o Lana Del Rey. Su partida ha permitido reconocer lo mucho que la música “de culto” trasciende los circuitos underground y, no solo eso, sino que también ha conseguido sacar de las sombras a shoegazers y amantes de la música oscura una vez más para el reconocimiento de una influencia en común. La dulce voz de Cruise, como un cuerpo celeste en el firmamento del “pop de ensueño”, es ahora una estela que se encuentra lejos, flotando entre la noche.

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Entrevista con Mild Orange, Dream Pop suave y sútil

Mild Orange, es una sobresaliente banda de Dream Pop de Nueva Zalanda. Al día de hoy tienen 2 discos juntos; su primer álbum, Foreplay, fue lanzado de forma independiente en abril de 2018 y su segundo álbum homónimo se lanzó también de forma independiente el 29 de mayo de 2020. Ambos ha sido muy bien recibidos por la crítica. Platicamos con ellos sobre su carrera y próxima visita a México. Depósito Sonoro: ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿cómo se sienten? Mild Orange: ¡Hola! ¡Muy bien! Ahora mismo estoy viendo cómo sale el Sol en Nueva Zelanda. DS: ¡Increíble! Hasta acá siento esas vibras y el calor. En mi ciudad (en Morelia) justo ahora hace mucho frío, pero me contagias tu vibra. Ok, iniciemos con la entrevista. Nos gustaría saber, ¿qué esperan de su siguiente visita a México? MO: Esperamos un show increíble. La última vez que estuvimos por allá nos dimos cuenta de que son una de las mejores audiencias. Nos sorprendió muchísimo darnos cuenta de que se sabían las letras y las cantaban con nosotros. Así que estamos muy emocionados por regresar a Ciudad de México, un lugar que nos vibra muchísimo y en el que nos encanta pasar el tiempo. DS: Definitivamente será un gran show. En México aún no ha habido muchos shows y el público está muy emocionado por regresar a ver bandas en vivo y esto hará que su presentación sea aún más épica. Ahora, con el equipo de Depósito Sonoro estuvimos escuchando sus discos y nos sorprendió lo brillante y limpio de su sonido. Así que nos gustaría saber su secreto, ¿cuál su proceso en el estudio de grabación? MO: Tiene que ver con las opciones y herramientas que tenemos disponibles en el momento de crear. Yo hago la producción y grabación, lo cual me da la oportunidad de imprimirle mi propio sello a la música y las grabaciones porque me gusta realizar algunos procesos que considero propios y al mismo tiempo “extraños” ya que no poseo una educación formal en cuanto a ingeniería de audio. Al momento de grabar hemos tenido la oportunidad de convertir casas para vacacionar en estudios de grabación, lo cual nos ha llevado a grabar en el campo y podemos ver caballos corriendo mientras estamos grabando y toda esta experiencia fluye en la música mientrasla estamos grabando. Nos gusta capturar una experiencia íntima y probar distintas guitarras o set ups de batería para encontrar el sonido adecuado de cada canción. DS: Claro, en la redacción coincidimos en que su sonido era muy colorido, que las atmósferas eran muy amplias y realmente se siente el room de la grabación, tienen muy buenas texturas. Y esto es siempre muy refrescante de escuchar ya que el sonido de muchas bandas a veces es “seco” pero con ustedes es todo lo contrario. MO: ¡Wow, gracias! Justo eso es lo que siempre tratamos de capturar; no nos asusta sonar “crudo” ya que consideramos que es la forma más sincera de presentar nuestra música, nos gusta capturar algunas “imperfecciones” pero creemos que escucharnos es similar a la experiencia de ver fotos vintage, con sus granulajes y texturas, es de donde realmente nace la experiencia. DS: Ahora, quisiéramos saber ¿cómo fue el feeling que tuvieron al poder volver a reunirse para ensayar y regresar a los escenarios después de la etapa de confinamiento? MO: Afortunadamente, en Nueva Zelanda, no nos vimos tan afectados por la pandemia. Durante el último año y medio, pudimos seguir dando shows durante 2020 y en 2021 igual, aunque fue en menor medida. Pero aprovechamos para grabar cosas que ya teníamos guardadas, por ejemplo, ya teníamos bastante tiempo tocando en vivo “What’s your fire?” y se convirtió en un gran momento de nuestro show en vivo así que decidimos capturarlo en estudio. Pero a mediados del año pasado, el Covid 19 finalmente entró en Nueva Zelanda y tuvimos que parar, pero realmente para nosotros solo han pasado 6 meses desde el último show hasta la semana pasada que tuvimos nuestro primer concierto y poder volver a estar juntos en un escenario fue increíble ya que creemos que pertenecemos al escenario, es nuestro lugar especial. Y no haber podido estar en ese lugar especial por bastante tiempo fue algo duro, así que ahora nuestro mindset está enfocado en valorar aún más cada experiencia y cada oportunidad de poder estar en un escenario. DS: No cabe duda de que la pandemia cambió muchísimas cosas y nos ha hecho valorar todo desde otra perspectiva. Para ustedes, hablando a escala global ¿cómo ha sido el adaptarse a este new normal? MO: Sin duda, nos hemos tenido que volver muy flexibles para poder navegar con toda la incertidumbre que existe; de antemano siempre debes tener en mente que todo puede cambiar. Por ejemplo, hoy tuvimos que volver a cambiar nuestras fechas del tour de Europa. Sin embargo, también hemos aprendido a mantenernos muy optimistas a pesar del panorama global. DS: ¿Cuál creen que sea el reto más grande para la industria de la música en 2022? MO: Esa es una muy buena pregunta. Creo que sin duda debemos enfocarnos en la música en vivo, cuidar de nuestros venues y cuidar de todos los que asisten a los shows. Debemos tener especial cuidado de los venues pequeños, ya que ahí es donde se gestan los nuevos sonidos y donde muchos músicos hemos comenzado, de ahí la importancia de estos lugares. Entre músicos hay que apoyarnos muchísimo ya que ha sido una temporada muy difícil, nuestro enfoque principal debe ser mantener viva la música en vivo. DS: Increíble respuesta, sin duda es muy importante que nos enfoquemos en apoyar a los músicos, a los venues y a las audiencias para mantener esto con vida. De verdad, muchas gracias por compartir este tiempo y todas estas respuestas. Estamos entusiasmados por poder verlos en México en Marzo. Les mandamos un abrazo y nos vemos muy pronto. TENEMOS 2 PASES DOBLES. Para ganarlos tendrás que hacer lo siguiente: 1.- Darle Like y compartir

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Hey What, el nuevo disco de Low, entre minimalismos, susurros y dulces estruendos

La música de Low tiene mucho de fondo, parece desechar toda clase de paja o cosas inservibles y da vida a lo simple. Con 27 años de carrera llega su disco número 13 a través de la disquera Sub Pop. Es difícil abordar HEY WHAT sin mencionar primero Double Negative, su predecesor. Ese álbum aterrizó con la fuerza de la revelación en 2018, un punto culminante en la carrera de una banda que nunca ha hecho un mal álbum, simplemente ha hecho discos más contemplativos y menos contemplativos. Trabajando de cerca con el productor BJ Burton, regresan con HEY WHAT. Basado en gran parte de suaves estruendosos ruidos electrónicos, las 2 voces humanas son profundas y redondas en los bordes de lo que siempre han sido, no han cambiado mucho. Tampoco la sintonía de Low con la forma en que las particularidades crepitantes de cualquier sonido dado, desprovistas de excesos y contempladas con mucha atención, pueden transmitir sentimientos más allá de las palabras. Entre acordes nítidos colgando, HEY WHAT es como una oleada de información o una tormenta eléctrica. Low se rehace a sí mismos en cada disco; ahora alterando digitalmente sus propias interpretaciones hasta que las distorsiones son melódicas y centrales para el efecto del álbum y las canciones. Los dos miembros centrales de LOW, Sparhawk y Parker, están casados, tienen 2 hijos y son practicantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocida como la fE mormona. Entre el dream pop, el slocore y el indie rock Low se formó en Minnesota en 1993.

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#Perfil sobre Grouper, sonoridades nebulosos donde lo terrestre y lo espiritual se cruzan

Grouper es el proyecto en solitario de la música, artista y productora estadounidense Liz Harris (nacida el 15 de julio de 1980). Ha publicado material en su propio sello y otros sellos independientes desde 2005. Liz Harris ha construido un universo musical único a partir de la guitarra, la voz, el piano y múltiples efectos. La música que graba como Grouper (y a veces como Nivhek y Mirrorring) existe en los espacios intermedios nebulosos donde lo terrestre y lo espiritual se cruzan, donde la melodía y el ambiente comienzan a desdibujarse. Si Grouper es un sueño pop, es el tipo de sueño que se siente más que recordado en detalle, el tipo en el que sabes que estás en la casa de tu infancia… Durante los últimos 15 años, Harris ha construido un prolífico cuerpo de trabajo que ha incluido más de una docena de álbumes; además de proyectos paralelos y ramificaciones, colaboraciones con personas como Xiu Xiu y Yellow Swans, y varias otras apariciones. Y si bien la música que hace ha abarcado toda la gama estilística, desde el collage de sonido abstracto y el ambiente oscuro hasta melodías más sencillas, existe una tendencia hacia la difuminación de los espacios sonoros que define todo lo que hace. Como Grouper, tiene una estética definida pero que siempre está evolucionando, a veces austera y despojada de su núcleo acústico, a veces brumosa y misteriosa, como una forma oscura vista a través de los huecos de un bosque al anochecer. Independientemente de cómo la presente, la música de Grouper siempre es algo en lo que vale la pena sumergirse. Recientemente ha lanzado su duodécimo titulado Shade, el álbum es una colección de nuevas canciones que se hicieron durante los últimos 15 años. Partes del álbum se grabaron en Mount Tamalpais durante una residencia hecha hace años, otras piezas se hicieron años antes de la residencia en Portland, mientras que el resto se rastreó durante sesiones más recientes en Astoria. Según Harris, este es un álbum sobre el respiro y la costa, poética y literalmente. Tiene conexiones profundas con la belleza y la soledad que uno puede sentir. DISCOS– Grouper, CD-R (2005)– Way Their Crept (2005)– Cover the Windows and the Walls, 12″ Vinyl (2007)– Dragging a Dead Deer Up a Hill, CD y 12″ Vinyl (2008)– A I A: Dream Loss and Alien Observer, dos 12″ Vinyl (2011)– Violet Replacement (2012)– The Man Who Died in His Boat (2013)– Ruins (2014)– Grid of Points (2018)– After its own death / Walking in a spiral towards the house (2019) – Shade (2021)

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La melancolía y la ira se reencuentran en Wimbledon, el nuevo Ep de Loiis

El quinteto de la Ciudad de México está de regreso con un nuevo material, Winbledon. Quienes apenas el año pasado estrenaron su primer disco, Un Final Feliz, bajo el sello DIW, entregando uno de los mejores álbumes nacionales del año pasado. La banda estrena este Ep, conformado de 5 canciones de las cuales ya había adelantado a principios de año el track, “Perro Quieto” un corte que por sí solo mostraba una nueva cara del quinteto mexicano, sin perder el sello de la banda. Este lanzamiento marca el primer trabajo de la banda bajo las filas de la nueva plataforma Distro Records, la cual también se estrena con este primer disco. Este trabajo fue producido y mezclado por Mauricio Avendaño, miembro de la banda y masterizado por Harris Newman. Wimbledon, lleva consigo 5 canciones que demuestran una vez más el sonido sutil y en ratos furioso de la banda, demostrando una vez a una de las bandas más interesantes de la escena actual, reencontrando un sonido mucho más maduro en su música, canciones que empatan una con la otra. Sin caer en reminiscencias obvia, y coherentes en su narrativa, las canciones de este disco se van armando de melodías que resuenan por días en el escucha, instrumentaciones complejas y sólidas y letras que encierran por sí solas toda melancolía de un pasado que parece retumbar en los oídos de lo expectante. Wimbledon, se estrena el próximo 26 de Febrero bajo el sello Distro Records, en formato digital y cassette.

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